Durante casi medio siglo, el equipo de béisbol de los Yankees de Nueva York le prohibió a sus jugadores dejarse crecer la barba. No sólo los beisbolistas no podían, la restricción se extendía a los entrenadores y otros integrantes del plantel deportivo, salvo que tuvieran una motivo de carácter religioso, debidamente explicitado.
Pero todo llega a su fin en algún momento. Uno de los propietarios de los Yankees, Hal Steinbrenner, quien además ejerce como gerente general del equipo, anunció esta semana que la prohibición terminaría. “Modificaremos nuestras expectativas para permitir que nuestros jugadores y personal del equipo tengan barbas bien cuidadas en el futuro”, estableció un comunicado firmado por el ejecutivo.
“Es el momento adecuado para ir más allá de la comodidad familiar de nuestra política anterior”, añadió el documento, culminando así con una política que dictó George Steinbrenner, padre de Hal, quien adquirió la franquicia en 1973, pero que en 1976 impuso la restricción de la barba con el propósito de darle un sentido de mayor disciplina al grupo de jugadores.
No solo el vello facial prohibió Steinbrenner padre, también las largas cabelleras. Lo único que permitió fueron los bigotes, siempre que estuvieran bien recortados. Si bien todos los equipos de béisbol tienen sus propias reglas de apariencia, ninguna llegó a tener la rigidez de los Yankees.
La censura al pelo largo, de hecho, generó signos de rebelión interna por parte de algunos jugadores estrellas, como el receptor Thurman Munson, quien fue marginado en algunos partidos por no cumplir con el estándar. O también cambios de apariencia notables en beisbolistas como Johnny Damon, Jason Giambi, Randy Johnson, quienes debieron cortarse sus características cabelleras al firmar por los Yankees.
“Los jugadores pueden bromear al respecto, siempre que cumplan las reglas”, declaró Steinbrenner al New York Times en 1978. “Si no lo hacen, trataremos de encontrar una manera de acomodarlos en otro lugar. Quiero desarrollar el orgullo por los jugadores como Yankees. Si podemos lograr que se sientan y piensen de esa manera, bien. Si no pueden, nos desharemos de ellos”, espetó en la recordada entrevista el dueño del equipo.
Sin embargo, la estricta tradición ha llegado a su fin en 2025, oficialmente. Aunque el comunicado manifiesta que se permitirá dejarse barba, también apunta a que ésta debe mantener cierta norma que garantice una presentación ordenada. Como quedó claro al inicio de los entrenamientos con la apariencia del recién llegado Devin Williams, quien fue traspasado al equipo desde Milwaukee y que lució una bien cuidada barba en la foto oficial del equipo. Todo si se trata de firmar un contrato por varios millones de dólares al año.