La Premier League echó pie atrás y pospuso la adopción del límite salarial hasta la temporada 2026-2027. El actual fair play financiero se mantendrá y se aplazará la aplicación del nuevo sistema de control del costo de las plantillas (SCR).
El nuevo reglamento financiero contemplaba un gasto tope en por plantel equivalente al 85% de los ingresos totales (incluyendo traspasos de jugadores). Un sistema que se parece al nuevo squad cost ratio que ha instaurado la UEFA.
Los principales motivos para el aplazamiento son las causas legales abiertas contra las reglas de Transacción entre Partes Asociadas (APT), a raíz de una denuncia del Manchester City, así como las amenazas del Sindicato de Futbolistas (PFA). Los clubes consideran que no tiene sentido aprobar un nuevo reglamento financiero sin conocer el resultado de los litigios contra las normas de patrocinio.
Los vigentes campeones de la Premier perdieron la votación realizada en noviembre, cuando sólo tres clubes más (Newcastle, Aston Villa y Nottingham Forest) les secundaron en su oposición frontal a esta regulación.
El Sindicato de Futbolistas inglés, en tanto, se opuso a un límite salarial. La semana pasada remitió una carta a la liga y a sus 20 clubes para denunciar que la Premier no ha justificado adecuadamente la inclusión de este tope en el gasto en plantilla, ni ha explicado cómo funcionaría. Los jugadores amenazaron con acciones legales en el caso de que se aplicara.
La Premier League se defendió de esta acusación explicando que su plan ya se había difundido hace un año. En pocas palabras: ningún equipo podrá gastar en salarios más de cinco veces los ingresos por televisión del colista. Es decir, si el Sheffield United percibió 132 millones de euros por derechos audiovisuales, nadie podría superar los 660 millones de euros de gasto en este concepto.
El límite salarial se uniría al ya vigente control de la sostenibilidad (PSR), que atiende a las pérdidas asumidas. Por ahora, se permiten cómo máximo registrar unas pérdidas de 126 millones de euros en tres temporadas, pero el gasto en infraestructura, divisiones inferiores y femenino está exento. No obstante, la permanencia de este sistema también se ha puesto en entredicho, ya que los clubes también pidieron su revisión.