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El golf mira con atención la llegada de Donald Trump al poder

La incertidumbre por el impacto de algunas medidas del Presidente en EE.UU. en la industria está instalada. Varios sostienen que Trump, un fanático del golf, no le hará daño a sus propias canchas.

Donald Trump El Presidente de EE.UU. es un amante del golf, pero más de sus inversiones en los campos de golf.

Tres son los grandes temas estructurales que con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, podrían beneficiar o perjudicar al PGA. La inmigración, la regulación ambiental y el libre comercio son las políticas gubernamentales que tendrían una incidencia directa en quizás el deporte favorito del mandatario norteamericano.

Trump es un asiduo jugador de golf, y para eso suele ocupar los clubes de su propiedad en Estados Unidos. Los expertos señalan, para empezar, que es muy probable que no impulse propuestas que puedan afectar sus propios intereses económicos.

Un punto en cuestión es la división entre el PGA Tour y la LIV Golf. Los especialistas coinciden en que Trump dará luz verde para que el Departamento de Justicia autorice la inversión saudí necesaria para un acuerdo entre ambas organizaciones, con el objeto de que los mejores jugadores del mundo, repartidos entre ambas competencias, puedan enfrentarse con más regularidad.

Esa es la mirada positiva, porque hay otras visiones menos optimistas en la industria del golf, que mueve 100 mil millones de dólares en EE.UU.

Una preocupación es sobre la mantención de los campos de golf y la compatibilidad con el medio ambiente. Los superintendentes de cancha evalúan la aplicación de sustancias químicas frente a los altos costos y las normas ambientales que rigen su uso. La política más flexible en cuanto a regulaciones ambientales podría traer beneficios financieros, no obstante activistas han llamado la atención por un potencial incremento en el uso de pesticidas y elementos químicos con el propósito de ahorrar en medidas menos contaminantes pero más caras y hasta ahora obligatorias.

Los cambios en la normativa ambiental, eso sí, pueden ayudar al golf en el ámbito de los permisos para construcción de nuevos campos, y los especialistas auguran un proceso de aceleramiento del gobierno federal para desarrollar más proyectos en menos tiempo.

En cuanto al tema de la inmigración, la reducción de los cruces fronterizos ilegales y la deportación a los inmigrantes indocumentados, la inquietud pasa por la mano de obra, sobre todo en el área de mantenimiento del césped. La mayoría de los trabajadores temporales del personal de mantención en los campos del PGA ingresan a EE.UU. con visas temporales para trabajadores agrícolas, o con el programa para trabajadores no agrícolas, que podrían incluir al personal de verano de la casa club. Varios de estos tipos de visas, dejarán de ser extendidas con el cambio de política migratoria.

La perspectiva de una aplicación más estricta de las leyes de inmigración, además, podría disuadir a los trabajadores migrantes primerizos de ir a Estados Unidos, como también la deportación puede afectar el deseo de los inmigrantes legales de trabajar en ese país.

Finalmente está el tema de los aranceles o impuestos al comercio internacional. La amenaza de Trump con imponer un arancel del 60 % a los bienes importados de China, podría recaer en el precio final de, por ejemplo, todo el vestuario deportivo que hoy se comercializa y que se calcula copa el 50 % del mercado. Si bien el alza impositiva aún dejaría los precios de la ropa proveniente de China más bajos que los de la fabricada en Estados Unidos, nadie se atreve a adelantar la decisión final del consumidor. ¿Seguirá adquiriéndola? Sí, pero en menos cantidad. ¿Comprará la que se elabora en EE.UU.? Depende del precio, pero muy probablemente no. O sea, limitará el consumo, pronostican los economistas.

Greg Nathan, de la National Golf Foundation, se muestra optimista sobre los próximos cuatro años. “Sería natural que las empresas relacionadas con el golf creyeran que la presidencia de Trump es buena para ellas”, afirmó. “Él está muy comprometido con el deporte y ha invertido en el negocio”.