La historia apareció destacada en varios medios especializados. Cristóbal Del Solar (31) fue protagonista de un particular episodio en la accidentada edición del Farmers Insurance, jugado en las espectaculares canchas -South y North courses- de Torrey Pines, en San Diego, California.
Ya el primer día del campeonato (miércoles 22), se vio que el viento sería el gran protagonista. Los scores estaban muy por arriba del promedio y varios jugadores quedaron con números que los dejaron tempranamente fuera del torneo, sobre todo quienes empezaron en la cancha norte. Cristóbal del Solar fue programado para debutar en el South course y terminó la ronda inicial con un meritorio -4, que lo ubicó parcialmente entre los mejores 30 del torneo.
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Distinta suerte correría en la segunda ronda el jueves, esta vez en el North course, donde las condiciones climáticas fueron aún peores que las del día anterior. Con vientos que arreciaron durante todo el día, con ráfagas superiores a los 35 km/hora, la jornada debió ser suspendida temporalmente por el PGA. A varios jugadores el viento les movió la pelota estacionada en los greens.
Los 90 minutos de suspensión del juego condicionó el destino de varios players que habían salido en los turnos posteriores. Varios no alcanzarían a culminar su jornada porque no contarían con la luz natural suficiente para jugar. En tanto, los scores de los golfistas subían dramáticamente, sobre todo los que estaban recorriendo el North course. Y quienes tenían una buena cuenta de ahorro de su paso por la cancha Sur, como Del Solar, veían cómo los bogeys y doble bogeys empezaron a llenar sus tarjetas.
El -4 del miércoles ya era -2 en los primeros 9 hoyos del jueves. Y al llegar a la salida del 18 (par 4), Del Solar estaba justo en el corte con +1. Su tarjeta mostraba 9 pares, 5 bogeys, 1 doble bogey y 2 birdies. Al chileno no le quedaba mucho tiempo, porque además se estaba oscureciendo y la mayoría de los jugadores querían terminar lo más pronto que se pudiera, para no tener que volver a completar la vuelta el viernes a primerísima hora.
Del Solar, con la presión de tener que hacer al menos un par para seguir en el torneo, dejó su tercer golpe en el green del 18, a dos metros y medio de la bandera. Fue a marcar la pelota, cuando sonó la chicharra de cierre de la jornada. El juez de turno le dio la opción de terminar de jugar el hoyo, pero el golfista chileno prefirió no hacerlo. Dejó su moneda depositada en el green y su continuidad en el torneo quedó en suspenso.
Solo Cristóbal del Solar sabe lo que se le pasó por la cabeza la noche del jueves y la madrugada del viernes. En su carrera por mantener la tarjeta del PGA este año, tratar de pasar los cortes de todos los torneos es uno de los objetivos principales. No venía de un buen campeonato la semana anterior en el American Express, donde no pasó el corte y terminó en el último lugar, así que esos dos metros y medio que quedaban para terminar con +1 y seguir en carrera, eran decisivos.
A varios medios les llamó la atención que Del Solar no quisiera terminar la ronda el jueves, y llegaron a verlo completar la faena, para bien o para mal. Si embocaba a la primera, seguiría hasta el sábado; si no, la tensa espera habría sido en vano. Pero el chileno no se mostró mayormente inquieto, por lo menos arriba del green. Lo caminó una vez más, volvió a revisar la leve caída de derecha a izquierda, porque la distancia ya la había medido el miércoles antes de retirarse, y se dispuso a pegar.
Su putt fue natural y sólido. La pelota se fue con la velocidad necesaria para entrar por el medio del hoyo, sin ningún atisbo de drama. Del Solar esbozó una mueca de alivio tras hacer el par. Se acercó al hoyo, sacó la pelota y estrecharon palmas con su risueño caddie, quien le hizo un comentario inaudible que hizo sonreír al golfista. Los reporteros registraron el momento y destacaron la sangre fría del chileno. El capítulo había llegado a su fin, aunque horas después comenzaba la tercera ronda.
