No dejó de llamar la atención su sinceridad. Y que no se entienda que fue una frivolidad, sino que más bien una declaración honesta. En una entrevista concedida al periódico británico The Telegraph, la ciclista galesa Emma Finucane (22), ganadora de tres medallas olímpicas en París 2024, confesó que se avergonzaba de lo voluminosas que eran sus piernas.
“Pensaba: ‘Odio esto’. Tienes tus períodos y tu cuerpo cambia. Obviamente necesitas piernas más grandes para producir más potencia, pero no quería alcanzar un cierto peso. Recuerdo que miraba a los velocistas y no estaba segura de si quería piernas más grandes o verme un poco diferente”, afirmó Finucane.
- Te podría interesar: La triste confesión de la hija de Dennis Rodman
La ciclista nacida en Galés tomó la decisión de cambiar la especialidad rutera por la velocidad a los 16 años. La nueva exigencia implicó que su cuerpo debía moldearse a un deporte basado en la potencia y no en la resitencia. Tuvo que asumir que su imagen corporal se vería modificada.
“Acepté que necesitaba producir más potencia para ser más rápida. Necesitaba levantar más peso, exigirme más, comer más proteínas y ganar músculo para ser la mejor del mundo. Tenemos pliegues en la piel con mucha frecuencia y eso fue realmente abrumador, porque estaban midiendo cuánta grasa tengo. Pero eso es el alto rendimiento, es parte de ello”, expresó al medio británico.
Finucane confidenció que el cambio no solo fue físico, sino que también mental. “Los adolescentes quieren encajar. Yo era así. No quería parecer diferente y tener piernas más grandes porque me daba vergüenza. Pero ahora uso mis piernas para lo que hago en la pista. Cada chica tiene un aspecto diferente como deportista. Tener esos modelos femeninos a seguir hoy en día es increíble y solo quiero que siga siendo así”.
Al fin al cabo, el sacrificio tuvo un premio más que satisfactorio. Fue algo histórico lo que logró en París 2024. La “vergonzosa” galesa se quedó con el oro en la prueba de Velocidad por Equipos, y dos bronces en Velocidad Individual y en Keirin.
Su supremacía la confirmó después en el Mundial de Dinamarca, donde se apropió de los oros en Velocidad Individual y Velocidad por Equipos, que sumó a lo ganado en el campeonato Europeo, realizado en Países Bajos, donde venció en Velocidad individual y terminó segunda en Keirin y Velocidad por Equipos. Una cosecha excepcional para unas piernas poderosas.