“Carlos Palacios viene de un club grande de Chile, pero Boca es totalmente otro mundo. Tiene que ser y parecer profesional”

Rodolfo Arruabarrena luce un historial ligado al fútbol chileno con varios capítulos felices. Dio una vuelta olímpica con Universidad Católica en 2010 y fue dirigido por Manuel Pellegrini en el exitoso Villarreal que llegó a semifinales de la Champions League. Campeón como jugador y técnico de Boca Juniors, el lateral zurdo hoy está asentado en España, esperando, con calma, que aparezca alguna opción que le entusiasme.

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Rodolfo ArruabarrenaEx campeón con la UC en 2010, reconoce que su nombre ha circulado varias veces para dirigir al club y que en el pasado ha llegado a conversar con directivos.
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  • “Creo que no es tan grave no estar jugando en San Carlos. También depende del grupo de jugadores que tengas, de la mentalidad, de los momentos del club, de la personalidad y el carácter de los líderes del plantel y del entrenador”.
  • “Es verdad que en muchas selecciones el recambio viene lejos, entonces es difícil. Pasa en Chile, Perú, Paraguay, Venezuela, Bolivia, lo mismo. Hay que tener paciencia. Sé que esta palabra es muy difícil en el fútbol actual”.

Rodolfo Arruabarrena (49) dice que mantiene contactos con algunos excompañeros de Universidad Católica, con quienes compartió plantel y salió campeón en la temporada 2010. El defensor argentino admite que no es bueno para escribir, pero que habla de tarde en tarde con quienes mayor cercanía tuvo durante los seis meses que se radicó en Santiago.

El club cruzado sería el último club de ‘El Vasco’. Tras la vuelta olímpica, anunció su retiro del fútbol cuando tenía 35 años. De la actividad no se alejó. A los pocos meses se puso el buzo, salvó a Tigre de un descenso casi seguro, partió a dirigir un grande de Uruguay (Nacional) y regresó a Boca Juniors, donde había jugado más de una década, para suceder a Carlos Bianchi. Sumó dos títulos con los xeneizes y fue seducido por la órbita de las ligas árabes. Una aventura que sería corta pero que se extendió por casi una década.

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-¿Cómo es que llegas a jugar a Universidad Católica, prácticamente en el final de tu carrera?

La de Chile era una liga que me gustaba conocer. Había terminado un contrato de dos años como jugador en Tigre y mi amigo Juan (Pizzi) estaba en Santiago Morning. Me acuerdo que fui a visitarlo con toda mi familia a Chile. Estando ahí con Juan no sé cómo salió la conversación de mi futuro y le dije, ‘Juan, mirá, me gusta esta liga, quisiera conocerla. Quiero venir al Morning’. Juan me comenta, ‘Mirá, si yo quiero que vengas...’ Pero me empezó a decir sobre dos o tres cosas de lo que me podía encontrar, lavar la ropa y situaciones por el estilo. Ojo que para mí eso no significaba perder los anillos... ‘Me gusta’, le dije. Y acordamos de que si él seguía en el Morning, me iba a ir con él.

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-¿Pero terminaste en Católica?

Justo en ese período, Juan agarra Católica. Y bueno, me llama y me fui a Católica. La verdad es que fueron seis meses muy buenos, porque pudimos conseguir el campeonato, en detrimento del equipo que lo perdió, que fue el Colo Colo de Diego Cagna, que también es mi amigo. La verdad es que los tres somos amigos, los dos cenaban en mi departamento porque tenía una chica los miércoles que me hacía muy buena comida, y estos dos estaban solos en Chile y venían y me comían todo.

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-¿Mantienes contacto con esos compañeros de las UC?

Algo, cada tanto, no soy de escribir mucho, la verdad, pero había un grupo de chicos muy buenos, (Milovan) Mirosevic, Rodrigo Valenzuela, algunos argentinos también, en ese momento también llegó cedido Lucas Prato, estaba (Juan Eduardo) Eluchans. Me gustó, pero fueron seis meses y ya el tercero de mis hijos (Tomás) me extrañaba mucho. Lo hablé con Juan y le dije que eran los últimos meses y volvía para Argentina. Y en ese interín, además, salió la opción de poder volver a Argentina como entrenador de Tigre.

-¿Qué recuerdos tienes de ese equipo que termina saliendo campeón?

Mirá, era un grupo con gente experimentada, buena gente. No he estado en muchos equipos, pero me encontré con un grupo de capitanes que éramos seis o siete, que supo llevar a ese grupo en los momentos complicados. Aparte que estaba Juan a la cabeza, había un buen staff. Faltando seis o siete fechas habíamos quedado a 10 o 11 puntos de Colo Colo, y ese momento, cuando tenés un buen grupo, lo podés llevar adelante. Y después tenés que tener suerte. La verdad es que Colo Colo perdió mucho y nosotros ganamos todo, pero me encontré con un grupo muy profesional.

-¿Qué hicieron estos líderes o capitanes en los momentos difíciles...?

Te voy a ser sincero. En esa época se hablaba mucho del jugador chileno, de que le gustaba salir de noche y que le gustaba tomar. Y si bien en el plantel teníamos unos capitanes como Mirosevic, Rodrigo (Valenzuela) que si había que levantar la voz y había que traer a alguno, lo traíamos, y si había que retarlo, se le retaba. Lo mismo pasaba con algún chico extranjero. Y bueno, obviamente que todos conocían mi relación con Juan y ahí yo era el nexo entre el plantel y Juan para algunas situaciones que las supimos llevar bien.

-Católica no había salido campeón desde 2005 y después de tu paso tardó seis años en repetir. ¿Crees que por ahí eso generó que la gente te tomara cariño?

A ver. Futbolísticamente, no fue mi mejor performance. Yo ya estaba viejo, sí que rendía, sí que me gustaba entrenar, concentrar y, sobre todo, me gustaba ese grupo. Pero la gente estaba cercana a nosotros, se dio cuenta del grupo que habíamos armado y tal vez me identifican a mí como que fui cabeza, pero nada que ver. Repito, había seis o siete capitanes que pensábamos casi exactamente lo mismo en cómo había que llevar esa situación. Y tuvimos la suerte de salir campeones, y después de un tiempo también participar en Copa Libertadores. Recuerdo perfectamente que estando en Tigre fui a verlos a cancha de Vélez, fui a ver ese partido que ganaron 4 a 3.

Arruabarrena con la cruzada"No fue mi mejor performance. Yo ya estaba viejo, sí que rendía, sí que me gustaba entrenar, concentrar y, sobre todo, me gustaba ese grupo", recuerda "El Vasco".

-Alguna anécdota particular que hayan tenido que ver esos seis o siete capitanes...

Cuando estaba terminando el campeonato y después de tanto sufrimiento, tanto trabajo de ponernos arriba en la tabla, había un jugador que se había separado, la mujer lo había echado... Y bueno, joven, en Chile, con plata, con fama. Teníamos que controlarlo. Y era uno día cada. Le tocaba a cada capitán hablar, ver cómo estaba, investigar o charlar con los compañeros, ver cómo se movía por la noche, porque lo necesitábamos. Había que tener cuidado. Y me acuerdo que lo charlábamos en el vestuario. Yo tenía la particularidad que me llevaba y me traía Mirosevic, era mi ‘chofer’... Conmigo la verdad que era un fenómeno, aparte de lo profesional y de grandísimo jugador, y también como persona. Rodrigo Valenzuela, lo mismo. Anécdotas debe haber mil, pero bueno, siempre lo rescaté y hablé con Juan en su momento, con Tati también en alguna reunión, que lo fundamental y lo primero de ese campeonato fue el grupo que se había armado.

Los acercamientos con Universidad Católica

-¿Tati Buljubasich en alguna ocasión te ofreció el cargo de entrenador?

He tenido contacto en algún momento con Tati Buljubasich. No hemos llegado a acuerdo o yo estaba con trabajo. Después de mi salida de Tigre, tuve una charla. Fui con mi asistente y conversamos con Tati en Buenos Aires, y el club se decidió por Julio Falcioni. Después, ha aparecido gente cercana, como el mismo Juan Pizzi, que en algún momento me comentó que había alguna opción, que me querían, pero yo estaba con trabajo y bueno, ya es más difícil. O sea, es más difícil la salida de acá (España).

-¿Cuál es tu plan de carrera como técnico?

En este período que llevo de descanso, aunque mi señora me dice que ella no descansa, he tenido algunas opciones o acercamientos de Sudamérica, sea Chile, México, Brasil, Argentina. Es una situación que tengo que analizar también, aunque en el 2016 aposté por tener un año más tranquilo del que había tenido en Boca, me fui a Arabia Saudita y estuve ocho, nueve años por allá. Pero por una cuestión de cercanía, de estar cerca de mi familia, decido, bueno, cuando puedo decidir, estar un poquito más con mi familia. Ya tengo hijos grandes, pero me queda el último que tiene 12 años, y no quiero que estos cambios lo perjudiquen en cuanto a los estudios, a las relaciones de amistad que tiene aquí en España. Pero estoy abierto a escuchar todas las ofertas que aparezcan, después las analizo, agradezco y acepto o no. En este último tiempo ha habido algunos agentes de la Liga de Irán, pero no me vienen con nada oficial, algo concreto.

-¿Cree que indefectiblemente tu camino, así como el de Católica, se van a cruzar para que seas el entrenador?

No lo sé, la verdad. Soy sincero. Hace unos días me preguntaron lo mismo: ‘¿Vas a volver a Boca, vas a dirigir al Villarreal?’ Yo no sé. A mí lo que me gusta es entrenar, sea un club, sea una selección. Obviamente que son diferentes situaciones. En el club estás día a día con los jugadores; en una Selección, ya es más difícil y tenés que cambiar el chip, ver otras situaciones y tener otra cabeza. Ambas me gustan, pero no sé qué me puede llegar a pasar en un futuro. Lo que sí estoy convencido es en tratar de seguir aprendiendo, de seguir capacitándome tanto yo como al staff. Y si llega el momento, poder estar a la altura de lo que me pida un club, como como puede ser Católica o cualquier otro club.

-Jugaste en Católica, tal vez no tanto tiempo, pero conoces al club. ¿Es mucha ventaja no poder jugar en San Carlos de Apoquindo o es un tema que se maximiza y no es tan grave?

Creo que no es tan grave. También depende del grupo de jugadores que tengas, de la mentalidad, de los momentos del club. Yo estuve seis meses, pero he jugado varios amistosos y Copa Libertadores en ese estadio. Es un estadio que capaz que en el centro de Santiago hacía calor y ahí te morías de frío y viceversa. En la época que me tocó a mí, como jugador de Católica, nos sentíamos cómodos y creo que la mayoría de los puntos logrados de local fueron importantes para poder conseguir ese título. Pero repito, depende mucho del grupo que tenga, de la personalidad y el carácter de los líderes del plantel y del entrenador.

Rodolfo Arruabarrena en Boca JuniorsRadicado en España, el extécnico del cuadro xeneize también ha sonado en el club con el que ganó dos títulos en la banca.

-Llevas mucho tiempo dirigiendo, pese a que aún eres un técnico joven. ¿Cómo se hace para mantener la vigencia con el staff en el fútbol que evoluciona constantemente con la tecnología y la data?

Justamente, hace dos días pasó uno de mis asistentes por acá. Está viendo el entrenamiento del Elche, y viendo horario para ver el de Barcelona. Lamentablemente, acá el Villarreal juega tres partidos en una semana y la verdad que los entrenamientos son más para cuidar a los jugadores y llegar de la mejor manera. Si no, me hubiese gustado que él pudiera ver los entrenamientos. Estamos en constantes charlas. Otro asistente en Argentina va a ver partidos. Tengo un analista, un asistente egipcio que está ahora en Omán haciendo el curso de profesional, pero también estamos viendo jugadores de las ligas en las cuales nosotros creemos que podemos tener alguna oferta. Y después el trabajo es analizar, conversar, mejorar las cosas que tal vez en el último tiempo podíamos haber hecho mejor, charlar con el profe (preparador físico), ver entrenamientos. Hoy con internet y un buen wi-fi podés encontrar todo tipo de trabajo. Como diría Guardiola, muchas veces hay que copiar, pero llevándolo a lo que a vos te conviene y, tal vez, modificando algunas cosas. También es verdad que me estoy haciendo ‘chofer’ de mi hijo, llevándolo al entrenamiento, al colegio, porque me salió portero, relacionándome con los padres y tratando de calmar a algunos padres en los días de partido. También me gusta, ahora veo y siento lo que sufría mi padre cuando me llevaba.

Los desafíos de Carlos Palacios

-En tu paso por Boca Juniors dejaste buenos recuerdos. ¿Qué tanto lo sigues y cómo ves a los dos chilenos, Carlos Palacios y Williams Alarcón?

Veo los resúmenes de los partidos, aunque obviamente este Superclásico (domingo 27) lo voy a ver en directo. En su momento hablé y felicité a Fernando (Gago) cuando asumió. Le he prometido que si ando por Buenos Aires iré a ver los entrenamientos, como también a Gustavo (Barros Schelotto) le dije que cuando fuera me iba a acercar a molestarlo un poco a ver la práctica de Vélez. Sobre los chilenos, Palacios es un chico atrevido, tiene características que futbolísticamente a Boca le vienen bien. En este último tiempo ha encontrado el gol, pero tiene ya un tiempo de adaptación. Viene de un club grande de Chile, pero Boca es totalmente otro mundo. Tiene que ser y parecer profesional. Eso lo va a ir entendiendo con el transcurso de los meses. Pero a Boca le puede dar muchísimo. Boca tienen un buen plantel que está conociendo las ideas de su entrenador. Palacios, si es inteligente, va a poder aprovechar de la experiencia de jugadores con mayor trayectoria como (Edinson) Cavani y también se va a adaptar rápido a lo que es el mundo del club.

-Dijiste ser y parecer profesional. En tu época siempre Boca fue una caja de resonancia gigantesca, no tan potenciada por las redes sociales como ahora, ¿pero crees que a un jugador de Boca no le puede pasar llegar tarde a un entrenamiento?

No, no, tiene que tener cuidado con esto (muestra el teléfono móvil). Si bien trae muchos beneficios, también perjudica al que no es profesional, porque cualquiera te puede sacar una foto o un video, ¿eh?. En nuestra época, es verdad que no existía tanto esto, por eso me río muchas veces de los comentarios cuando algún jugador en la actualidad comete un error y hay ex jugadores que lo matan. Y hay muchos a los que conozco y que llevaban una vida no tan tranquila o parecida (a los que critican), pero bueno, tenían la suerte de que este aparatito no existía. Ahora cualquiera te puede filmar, te puede sacar una foto en algún en algún momento, es más, capaz que te saca una foto y la mandan en otro momento y después tenés que salir a aclarar. Por eso digo que hay que ser y parecer profesional. Obviamente que en tu casa podés hacer lo que quieras, pero cuando salís, estás representando a un club. A un club como Boca.

-¿Y cómo lo ves a Alarcón?

Tiene mucha competencia. Tendrá que esperar su momento, tratar de aprovecharlo. Boca es eso, cuando hay competencia tenés que aprovechar las oportunidades que te da el entrenador. Ser profesional, trabajar. Condiciones tienen estos chicos. Nadie te regala nada para llegar a Boca. Entonces tendrás que tener tranquilidad y aprovechar los momentos, tanto él como Palacios, como cualquiera del plantel. Lamentablemente, no se pudo lograr el objetivo de entrar a la Copa Libertadores y entonces eso genera que hayan menos partidos. Pero hay un entrenador que los estudia, que los ve durante la semana y que toma decisiones.

Arruabarrena en el VillarrealCon el Submarino Amarillo llegó a semifinales de Champions League, dirigido por Manuel Pellgrini.

Manuel Pellegrini y la Selección de Chile

-El técnico chileno por excelencia es hace décadas Manuel Pellegrini. Fuiste parte de ese gran equipo de Villarreal que llegó a las semifinales de Champions con él como entrenador. ¿Qué análisis hace de su vigencia?

Esta temporada en el Betis no arrancó tan bien, pero ahora el equipo está en semifinales de la Conference League. Manuel siempre ha sido un técnico serio, enfocado en lo que quiere, tratando de hacer grupo. He leído algunas declaraciones, no sé si son de él o no, que le gustaría ser entrenador de la Selección. Pasa que ahora Chile está en un momento de recambio que tal vez no repita la generación dorada que tuvo, pero Manuel es una persona actualizada que si bien lleva muchísimo tiempo acá en Europa, por lo que he escuchado quiere terminar su carrera en Chile. No sé si lo podrá hacer. Hoy el Betis está peleando con el Villarreal una plaza de Champions, está en semifinales de la Conference, es un equipo con mucha variantes y la verdad que juega bien. Ha tenido un momento medio chato en la liga, pero se ha recuperado rápido.

-¿Sacaste algunas cosas de Pellegrini de cuando fue tu entrenador y que hoy aplicas en tus equipos?

Tengo algunos ejercicios. Dos días antes del partido, teníamos un triangular muy reducido a 21 puntos, que la verdad que era a matar o morir. Y que se hacía entretenido. Eso lo utilizo. También hay ejercicios tácticos... Lo que pasa es que vamos cambiando, dependiendo del sistema que utilice o de lo que necesite para poder hacer daño al rival y controlar sus virtudes. En cuanto a algunas cuestiones de grupo, lo mismo, igual que a Carlos (Bianchi). En su momento me hubiese gustado ir anotando, así no tenía que estar pensando. Pero también en esos momentos no pensaba en ser entrenador, sino que en jugar y en tratar de responder al entrenador.

-Recién mencionabas el recambio de la Selección Chilena. ¿Cómo ves de afuera la situación de Ricardo Gareca, crees que se lo critica demasiado. ¿Es inevitable que se compare y se exija a quien sea el técnico, que saque casi los mismos resultados que cuando había otro tipo de jugadores?

El hincha de Chile, sea de Colo Colo, Católica, la U, uno más fanático que otro, quiere lo mejor. Es verdad que en muchas selecciones el recambio viene lejos, entonces es difícil. Pasa en Chile, Perú, Paraguay, Venezuela, Bolivia, lo mismo. Hay que tener paciencia. Sé que esta palabra es muy difícil en el fútbol actual, pero tenés que analizarlo y obviamente que los entrenadores cuando aceptan saben de estas situaciones. Chile ya lleva dos o tres entrenadores y ves los nombres, por ejemplo, Arturo Vidal está aún jugando porque está rindiendo en la liga local, pero también porque no se ha encontrado un jugador de su característica, de su temple, de lo competitivo que es. Es un jugador que ha pasado por muchísimos clubes importantísimos y eso no se consigue de un de un día al otro. Hay que tener paciencia, pero, repito, es una palabra que en el fútbol actual es muy difícil, es fácil decirlo.

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