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“Por todo lo que me tocó vivir, siento que soy una persona completamente diferente antes y después de Colo Colo”

Nicolás Blandi, después de cuatro años, se decidió a hablar de su accidentado paso por Colo Colo para que se conociera la otra parte de una historia llena de dolor y frustración. No lo hizo en su momento “para no perjudicar al club que lo estaba pasando mal con el descenso”, y después, porque él mismo enfrentó un período de recuperación integral.

Nicolás Blandi El exjugador de Colo Colo rompió su autoimpuesto silencio para contar su paso por la institución popular. (MARCELO HERNANDEZ/PHOTOSPORT/MARCELO HERNANDEZ/PHOTOSPORT)
  • (Después de la pandemia) “hubo situaciones en el grupo que no estuvieron buenas (...) Con este tema del Seguro de Cesantía, los salarios se vieron disminuidos, pasaron un montón de cosas ahí adentro que no estuvieron buenas. Además de que fuimos un equipo que durante cuatro o cinco meses se entrenó por su cuenta, cada uno hizo lo que pudo y lo que quiso, porque no tuvimos un seguimiento”.
  • “Por supuesto que quería defender mi posición y defender mi trabajo y todo (…) Pero no quería quedarme haciendo la plancha un año y medio porque cobraba bien, porque estaba en el club más grande de Chile y porque vivía en Santiago. Así que llegamos a un acuerdo con Colo Colo y se tomó la decisión de rescindir el contrato”.
  • “Soy un agradecido de Colo Colo y de la gente del club, y también de Chile. O sea, guardo cero rencor y es un club con el cual realmente me encariñé porque me tocó vivir la peor, la más difícil... Hoy me pone contento ver a Colo Colo jugando Copa Libertadores, saliendo campeón de Chile”.

Nicolás Blandi (35) abandona el riguroso silencio que ha guardado durante años de su paso por Colo Colo, para contar su historia. Reitera a lo largo de la entrevista que es su punto de vista. Y lo hace como parte de una sanación que acaso comenzó cuando abandonó Chile, luego de su frustrado paso por la tienda alba.

En un desacostumbrado ejercicio de introspección entre los futbolistas que pasaron por una fase negativa durante su trayectoria, Blandi analiza su existencia en aquellos intensos meses que vivió en Colo Colo.

-Han pasado cuatro años desde que estuviste en Colo Colo...

Sí, hace cuatro años que salí de Colo Colo y nunca había tenido la oportunidad de charlar sobre el tema, de contar mi versión, y también para que la gente de Colo Colo sepa desde mi lado cómo pasaron las cosas y lo que siento.

-Cuando llegaste a Colo Colo generaste una expectativa tremenda, porque venías de una muy buena campaña en San Lorenzo. Había otras ofertas paralelas rondando, ¿por qué elegiste Colo Colo?

En ese período había cambios en la directiva de San Lorenzo. Marcelo Tinelli había pasado a ser presidente y a mí me quedaban seis meses de contrato. En la etapa de pretemporada, empezamos a tener charlas para una posible renovación. Yo estaba cómodo, contento, era capitán, me había tocado vivir cosas hermosas años anteriores, pero me di cuenta que iba a ser complicado llegar a un acuerdo. No quería llegar a junio con esa presión o teniendo que tomar una decisión complicada de quedar libre, porque mi intención era dejarle algo al club. San Lorenzo había apostado por mí en años anteriores, había comprado la mitad del pase a Boca Juniors y dos o tres años después compró la otra mitad y yo aún me siento identificado y agradecido con el club. Fui donde Tinelli y le dije: ’Mirá, Marce, la cosa no va a caminar. Vendeme ahora, porque no me quiero ir libre’. Para junio tenía para firmar precontrato con un equipo de Brasil y con algún otro grande de Argentina. Pero no quería irme de San Lorenzo de esa manera. Le dije a Marcelo: ’Buscá la oferta que más te guste, y me voy y le dejo algo a San Lorenzo. Vamos a estar todos contentos y dejamos abierta una puerta para el futuro’. Tinelli lo entendió. Dentro de esos clubes interesados estaba Colo Colo. Y, obviamente, cuando hice el análisis dije ‘Colo Colo, el equipo más grande de Chile, el que más gente tiene, el más rico en historia, campeón de Libertadores y a vivir a Santiago... me voy.’

-¿Colo Colo además te obligaba a mantener una exigencia de alto rendimiento futbolístico como el que habías tenido en San Lorenzo?

Absolutamente, porque yo venía de estar diez años en Boca y después seis años en San Lorenzo. Quería esa exigencia, esa adrenalina, jugar con cancha llena, Copa Libertadores, en un equipo que ataca, que fuera al frente, digo bueno, jugar en Colo Colo la verdad era lo ideal. Cerraba por todos lados. San Lorenzo estaba contento con lo que le ofrecieron. Mi contrato estaba bien. No me costó mucho tomar la decisión. Me había llamado Mario Salas, me llamó Marcelo Espina, que era el director deportivo en ese momento. Había chicos argentinos en el grupo, estaban Pablo Mouche, que es muy amigo mío, Chago Insaurralde, con quien había jugado en Boca. Cuando lo analicé, todo era positivo.

El delantero argentino fue capitán en San Lorenzo. En la fotografía, cuando enfrentó a Deportes Temuco por Copa Sudamericana, en 2018.
Nicolás BlandiEl delantero argentino fue capitán en San Lorenzo. En la fotografía, cuando enfrentó a Deportes Temuco por Copa Sudamericana, en 2018.

“Entré con el pie derecho”

-Pero no te fue como esperabas en Colo Colo. ¿A casi a cuatro años, le encuentras un por qué?

Primero, obviamente que no me fue como yo esperaba y como la gente que me llevó y los hinchas esperaban. La expectativa era muy grande, muy alta. Y creo que, a su vez, colectivamente y a nivel institución, a Colo Colo no le fue como esperaba. Me tocó vivir un momento, sino el más complicado, porque no conozco en profundidad toda la historia del club, uno de los más... Esa es la parte mirando hacia adentro de lo que me preguntás.

-Porque internamente imagino que la estabas pasando realmente mal..

El futbolista es un profesional, pero a la vez es un ser humano como todos. Cuando llegué a Colo Colo lo hice con el pie derecho, porque me sumé a los dos días e inmediatamente jugamos una semifinal de Copa Chile con Católica y a los tres días jugamos una final de Copa Chile con Universidad de Chile y salimos campeones. Y a mí me tocó, sin casi haber entrenado, participar de los dos partidos y levantar un trofeo. Todo parecía que iba a ser genial. Empezaba la Copa Libertadores, empezaba el torneo de Chile. Las expectativas eran grandes, teníamos un plantel con muchos jugadores importantes y, de un momento a otro, se vino la pandemia. A mí en lo personal me tocó. En ese momento estaba con toda mi familia en Chile, habían viajado desde Buenos Aires en auto a verme, se tuvieron que volver en avión todos, porque si volvían por tierra los hacían quedarse en alguna provincia de Argentina haciendo cuarentena. Me quedé con la camioneta de mi papá y con mi auto en Chile sin saber hasta cuándo. Paralelamente, me separé de una relación que tenía de hacía diez años... me afectó un montón. Me quedé solo en Santiago. Tuve la suerte de que mi amigo Pablo Mouche me recibiera en su casa, algo por lo que le estaré agradecido toda la vida porque fue un momento complicado a nivel personal. Fueron un montón de cosas que me tocaron vivir y que no esperás que te pasen.

-¿Y además sin poder jugar fútbol por la pandemia?

Estábamos sin fútbol, sin relación con el club porque nos metieron a todos en el Seguro de Cesantía, que no permitió una relación laboral normal. Entonces, no había fútbol, yo no estaba con mi familia, me había separado recientemente. La pasé mal, me costó muchísimo. No quiero tampoco victimizarme, porque hay muchísima gente que la pasó mal en la pandemia y que tuvo grandes pérdidas, yo simplemente estoy contando mi historia.

“No quería quedarme haciendo la plancha un año”

-Después de la parte más compleja de la pandemia, ¿qué pasó contigo en Colo Colo?

La realidad es que hubo situaciones en el grupo que no estuvieron buenas, ¿viste? Diferencias dentro del grupo en las que no entraré en detalle porque no corresponde. Pero con este tema del seguro los salarios se vieron disminuidos, pasaron un montón de cosas ahí adentro que no estuvieron buenas. Además de que fuimos un equipo que durante cuatro o cinco meses se entrenó por su cuenta, cada uno hizo lo que pudo y lo que quiso, porque no tuvimos un seguimiento. Entonces cuando se reinició el torneo nos costó un montón. Empezamos a tener malos resultados, hubo cambio de técnico, porque se había ido Mario Salas y se había quedado Gualberto Jara. Los resultados no eran buenos. Vino Gustavo Quinteros, y en poco tiempo tuvimos tres entrenadores y cambiamos la forma de jugar, de entrenar. A mí me tocó atravesar por tres o cuatro lesiones en un momento de presión, porque Colo Colo, el más grande de Chile, estaba peleando el descenso, y con la expectativa que había generado mi llegada, por el esfuerzo de Colo Colo, por mi salario, por mis años anteriores en Argentina, yo quería estar, aunque fuera para ir al banco, no quería bajarme. En ese momento se decían un montón de cosas, que yo no quería jugar, que me hacía el lesionado, que me quería ir, cosas que no eran ciertas, todo lo contrario.

"En poco tiempo tuvimos tres entrenadores y cambiamos la forma de jugar, de entrenar. A mí me tocó atravesar por tres o cuatro lesiones en un momento de presión, porque Colo Colo, el más grande de Chile, estaba peleando el descenso".
Nicolás Blandi"En poco tiempo tuvimos tres entrenadores y cambiamos la forma de jugar, de entrenar. A mí me tocó atravesar por tres o cuatro lesiones en un momento de presión, porque Colo Colo, el más grande de Chile, estaba peleando el descenso".

-Sila presión venía por todos lados, ¿cuánto lo afectó en lo físico y mental?

Yo tenía problemas físicos y justamente por querer estar, terminé generando cosas peores, no poder rendir como yo hubiese querido, o no estar nunca al 100%, no estar nunca pleno. Cada vez se ponía peor, porque cada vez estábamos en una situación más apremiante. Fue pasando el tiempo, la cosa no se acomodaba, yo tenía todo arreglado para venir a jugar a Argentina. Me acuerdo que en ese momento hablaba mucho con Harold Mayne-Nicholls, una persona espectacular, y cuando volví a Argentina para jugar en Independiente, el préstamo de Colo Colo se cayó. Me había vuelto de Chile con todas las cosas y la operación se cayó a último momento. Tuve que volver a Chile. En ese momento, hablé con los dirigentes y les dije ‘quédense tranquilos, que yo me voy a poner bien’. La verdad es que quería una revancha, porque si hay algo que tengo que aclarar es que no responsabilizo a nadie de cómo salió todo. Soy un agradecido de Marcelo Espina, de Mario Salas, de Harold, de Aníbal Mosa, de toda la gente que apostó por mí, de la gente de Colo Colo por cómo me trató, porque más allá de que obviamente por redes sociales siempre vas a tener críticas, y más cuando las cosas no salen bien, siempre me sentí respetado y querido en la calle. Hasta el día de hoy los hinchas de Colo Colo con los que me cruzo, me saludan o me piden una foto. No tengo nada para decir de Colo Colo, ni de los hinchas, ni de los dirigentes. Lo entiendo como parte de la vida, como parte del fútbol, que a veces las cosas no salen como uno espera.

-Tras su retorno a Colo Colo, después del frustrado préstamo a un club de Argentina, ¿sintió algún cambio en el trato?

Intenté revertir la situación, hacer una buena pretemporada, pensar que esto se iba a encaminar. No se dio, no se dio de esa manera. Yo tampoco quería quedarme a correr un año y medio alrededor de la cancha y que Colo Colo me pagara únicamente porque tenía un buen sueldo. No era mi intención. Por supuesto que quería defender mi posición y defender mi trabajo y todo, como creo que haría cualquier jugador. Pero no quería quedarme haciendo la plancha un año y medio porque cobraba bien, porque estaba en el club más grande de Chile y porque vivía en Santiago. Así que llegamos a un acuerdo con Colo Colo y se tomó la decisión de rescindir el contrato... Y esa es la historia más o menos contada desde mi lugar. Quería hacer hincapié en esto, porque a veces en el fútbol es muy controversial decir ciertas cosas. Yo creo que el fútbol es el deporte más lindo del mundo, o sea, no hay nada igual, no hay nada más lindo que jugar al fútbol, que entrar a una cancha llena, que vivir el día a día, ir a entrenar todos los días, todas las cosas buenas que te da el fútbol, pero también... Ahora que se cumplió hace poco un aniversario más del fallecimiento de Tini (Marko) Saric, y está lo del Morro (Santiago) García. El otro día leía también una nota a Luciano Vietto (jugador de Racing) de que estuvo un montón de tiempo medio deprimido o con problemas... El futbolista ¿viste? es un ser humano.

-Que está cada vez más expuesto a la crítica pública...

A nosotros nos toca vivir situaciones personales que no las exponemos porque tampoco tenemos por qué hacerlo, y que la gente no sabe. A cualquiera se le puede decir ‘che, este tipo durante diez años fue periodista, empresario, dentista y lo hizo bárbaro. Y en algún lado no le fue bien, ¿qué le pasó? ¿En qué falló? La realidad es que nos pueden pasar cosas, ¿viste? Podés tener un mal momento personal, anímico, mental, sentimental, lo que sea. Y a veces en esa exigencia tan grande que tiene el fútbol, siempre parece que tenés que estar bien, que rendir al 100%, siempre tenés que estar perfecto. Y no somos robots, ¿viste? Somos seres humanos, nos pasan cosas. Yo un poco eso es lo que quería transmitir, no desde un lugar para victimizarse, porque no es eso, porque esta la gente que dice que problemas tiene el que no llega a fin de mes. Obviamente no estamos comparando situaciones...

“Me iba a dormir todos los días a las 7 de la tarde”

-¿Cuánto afectó en tu rendimiento el hecho de separarte?

Fue un poco el cúmulo de cosas. Hubo un tiempo largo en el que la pasé bastante mal. Me iba a dormir todos los días a las 7 de la tarde, ¿entendés? No hacía videollamada con mi mamá, con mi familia, porque no quería que me vieran. Cuando hablaba por teléfono, les decía ‘sí, estoy bien, todo bien’. Y yo sabía que no, y si mi vieja me veía por la cámara se iba a dar cuenta que no. Un día se puede maquillar, intentar que no se note, pero a la larga era complicado. No sé si era depresión, pero voy a la psicóloga hace un montón de años, desde que estaba en Boca, porque el club te brinda esa herramienta para los chicos que veníamos del interior y que nos vamos de nuestra casa. Desde esa época tengo el hábito de hacer un tratamiento. Me acuerdo que en pandemia, hablaba dos veces por semana con mi psicóloga, cuando normalmente lo hacés una vez cada dos semanas, dependiendo del momento. Me bañaba y cuando me secaba la cabeza, se me caía el pelo ¿entendés? No quería hablar, no quería hacer videollamada con nadie para que no me vieran así. No era feliz, no la pasaba bien. Estaba triste. Todas esas cosas influyen después en el rendimiento, en la vida de cada uno. A mí me costó un montón de tiempo volver a sentirme bien y volver a estar contento.

-¿Tu salida de Colo Colo por lo menos debió ser un alivio?

Cuando salí de Colo Colo tuve posibilidades de ir a jugar a otros mercados, tal vez seguir ganando plata. Pero lo único que quería era volver a Argentina, no importó cuánto me pagaran. Le dije a mi representante: ‘Vuelvo a Argentina, o sea, no me importa qué club, si ya cerraron los planteles. Me vuelvo al club que tenga un lugar y que esté en Argentina, lo más cerca de Buenos Aires posible’. Y bueno, así fue como llegué a Unión de Santa Fe en la cuarta fecha del torneo. Volví a estar cerca de mi familia, mis amigos y a sentirme mejor personalmente. Después, el fútbol obviamente es un trabajo, hay momentos mejores y peores. Todos lo sabemos. Son muy pocos los que mantienen durante 20 años un nivel superlativo y compiten al máximo nivel. El resto, la mayoría, todos los que somos normales o terrenales, vivimos lo mismo que vive cualquier ser humano en su vida y en su trabajo, y nos vamos acomodando.

Una imagen que no fue frecuente durante su paso por Chile: celebrando un gol. En este caso, el que le convirtió a Audax Italiano, en febrero de 2020.
Nicolás Blandi celebraUna imagen que no fue frecuente durante su paso por Chile: celebrando un gol. En este caso, el que le convirtió a Audax Italiano, en febrero de 2020.

“Sé que me perjudiqué al no hablar”

-¿Cuánto te afectó todas esas cosas que dijeron que no querías jugar, que vivías arriba de una camilla solo para cobrar?

Hay un montón de cosas que aprendemos a manejarla con el tiempo, porque obviamente estamos expuestos y ya pasan a ser normales dentro de la profesión. A mí realmente no me afecta demasiado lo que se dice, estuve siempre acostumbrado a estar en clubes grandes donde la exposición es muy importante y estamos acostumbrado a la crítica. Pero sí que me dolían dos cosas. Primero, saber que había muchas cosas que se decían que no eran verdad. Y lo segundo era que no fuera el momento de poder salir a hablar y aclarar ciertas cosas. Por eso también cuando me ofrecieron hacer esta nota, a mí me vino bien, porque yo tenía eso adentro de decir ‘necesito salir y dar mi versión, aclarar ciertas cosas’, porque eso sí me generaba en ese momento un malestar. Obviamente, a medida que fue pasando el tiempo, cada vez me molestaba menos, pero sentía la necesidad en algún momento por decir ’che, mirá, lo que pasa es esto’. ¿Sabés cuál es el tema que yo en ese momento sentía? Si yo salía a hablar, no iba a ayudar en nada a Colo Colo, porque yo me iba a poner por encima de una situación que era mucho más grave, que era que Colo Colo se estaba yendo al descenso, ¿entendés? Todo alrededor de Colo Colo era un problema. Todo lo que se buscaba de Colo Colo era un problema, que el Seguro de Cesantía, que las peleas dentro del plantel, que los cambios de entrenadores, que el rendimiento, que Colo Colo no ganaba, que venía la barra brava, que el descenso, que los problemas por los salarios que se pagaban, que no se pagaban, que los reclamos... Entonces me parecía hasta injusto con mis compañeros y con el cuerpo técnico salir a contradecir ciertas versiones porque sentía que iba a generar polémica, o sea, iba a seguir generando polémica alrededor de Colo Colo. A todos los problemas que ya estaban presentes en ese momento, yo le iba a agregar uno más. Esperaría mi momento de salir a aclarar, de contar mi versión, pero sinceramente no quería perjudicar a Colo Colo, quería tratar de ayudarlo, ya que no podía hacerlo desde adentro de la cancha, porque no me estaba tocando jugar o no estaba del todo bien.

-¿Y hoy. con el diario del lunes, y ya más maduro, habrías procedido igual?

Sí, sí, yo creo también que me perjudiqué, soy consciente de eso. Pero a lo largo de mi carrera siempre tuve la misma forma de manejarme en los clubes y con los grupos. Un montón de veces somos criticados o juzgados y yo soy autocrítico, a veces nos toca vivir cosas que no son justas con nosotros o que se cuentan solo una parte de la historia. La misma familia de uno a veces no entiende por qué no hablamos o no nos defendemos. Siempre que hablo con mi viejo le digo: ’Mirá, este periodista, este dirigente o parte de los hinchas pueden opinar equis cosas, pero para mí lo más importante y lo que no tiene vuelta atrás es lo que piensan los compañeros’. Solo la gente que está en el día a día sabe qué clase de personas sos, y si te ponés por delante de todo o si tratás de poner al grupo y lo colectivo, o a las instituciones, por delante tuyo. Soy consciente que nunca todo el mundo hablará bien de uno, es imposible. Porque también a la persona le toca conocerte en diferentes momentos. Yo sé que en cuanto a educación, a respeto, a profesionalismo y todo, era el mismo Nico Blandi en Boca que en San Lorenzo y que en Colo Colo, pero por ahí, a nivel personal, no era el mismo Nico Blandi en Colo Colo que cinco años antes. Yo no lo estaba pasando bien, no estaba contento todos los días y no tenía alegría ni tal vez las mismas ganas de compartir con la gente alrededor. Sé que tal vez me perjudiqué en no salir a hablar o a aclarar, y que permití que todas esas cosas que se decían crecieran un montón y que la gente que solamente tenía la posibilidad de escuchar una versión, se creyera eso por una cuestión lógica. Porque si vos escuchás durante un montón de tiempo la misma historia, hay un punto en que te la terminás creyendo. Pero bueno, hoy estoy tranquilo conmigo mismo de no haber dicho nada en el momento y de haber elegido este momento para contar la historia.

-Más vale tarde que nunca...

Y como te dije antes, más allá de que los resultados a nivel deportivo, tanto personal como colectivamente no hayan sido lo que todos esperábamos, soy un agradecido de Colo Colo y de la gente del club, y también de Chile. O sea, guardo cero rencor y es un club con el cual realmente me encariñé porque me tocó vivir la peor, la más difícil... Hoy me pone contento ver a Colo Colo jugando Copa Libertadores, saliendo campeón de Chile, que los chicos que están ahí puedan disfrutar de un club enorme, de un club espectacular que te da todo para poder trabajar y para poder crecer como profesional. La verdad me pone feliz ver que el club está en esa situación hoy (N. de la R. La entrevista fue hecha antes de los incidentes del 10 de abril). Me da mucha lástima no haber podido ser parte de eso, que no me haya tocado vivir cosas mucho más lindas y de haber hecho mucho más goles y haber ganado muchos más títulos. Porque esa es la idea con la que fui y la ilusión que tenía. Pero lo tomo como un aprendizaje, como una experiencia de vida. Por todo lo que me tocó vivir, siento que soy una persona completamente diferente antes y después de Colo Colo. Entonces simplemente agradezco.

Su nueva realidad en Barracas

-¿Cómo estás actualmente en Barracas Central, que te fichó sobre el final del mercado de pases?

Estoy bien, contento, disfrutando del fútbol. Estoy en un club lindo, donde la verdad que se puede trabajar cómodo, donde no hace falta nada. Hay buen clima, está ordenado, está prolijo, así que disfrutando mucho del día a día, de cada entrenamiento. Cuando uno va cumpliendo años y va creciendo, le empieza a dar valor a un montón de cosas que cuando sos más joven la vorágine del fútbol, no te deja valorarlas tanto. Hoy estoy más grande, más maduro y con un montón de situaciones vividas, así que trato de disfrutar al máximo cada momento, cada mate en el vestuario, cada entrenamiento, cada concentración, cada viaje a la cancha. Estoy poniéndome a punto, porque me tocó llegar cuando ya el torneo había empezado, para estar 100% competitivo.

-¿Qué vas valorando o qué vas disfrutando, que antes no veías?

Cosas tan simples, como una charla con un compañero, ya sea grande o chico, con el utilero, el kinesiólogo; tener la posibilidad de entrenar en una cancha linda o en un buen gimnasio; concentrar, pasar el tiempo haciendo lo que te gusta ¿viste? Haciendo lo que soñamos de chicos, lo que siempre quisimos hacer todos los futbolistas. Porque después entrás en una normalidad que naturaliza un montón de cosas que tal vez no son tanto y que cuando pasa el tiempo te empezás a dar cuenta que no vas a poder disfrutarla toda la vida, pues obviamente llega un punto donde eso se termina y te tenés que reinventar, hacer otra cosa. Y entonces es cuando decís:che, sé que me queda poco, ya sea un año, dos, tres o lo que sea, esto lo voy a disfrutar al máximo’. Cada entrenamiento, cada pelota que tocás, cada partido, cada vez que jugás en un estadio importante o en una cancha llena. El día a día. Son un montón de cosas que te enriquecen.