“Me dolió; no fue la forma ni el momento de salir de la U”

Natalia Campos es una pieza fundamental en el rompecabezas del fútbol femenino de Chile. Enumerar sus logros da para largo: más de una década como seleccionada nacional, referente primero en La UC y luego en La U, experiencia internacional, en el Fundación Albacete de España. Mundialista, olímpica…

La carrera de la futbolista de 33 años de edad ha ido de la mano con los hitos más importantes en la historia del Futfem nacional y basta con un solo detalle para graficar hasta dónde llega su influencia, por ejemplo, en La Roja: entre el 11 de noviembre de 2009 y el 10 de octubre de 2022 solamente ella y Christiane Endler defendieron el pórtico de la Selección en partidos clase A FIFA.

Es, justamente, su sociedad histórica con Tiane, la mejor futbolista chilena de todos los tiempos, la que forjó una verdadera dinastía en La Roja. Pero, ojo, Campos no se trataba solo de la escudera de Tiane; entrenaron a la par, crecieron a la par, una exigió a la otra y, cada vez que le tocó jugar, respondió con creces. Un dato para los langusinos: a Campos le patearon cinco penales durante su estancia en la Selección y atajó tres, uno de ellos nada menos que a la australiana Sam Kerr, una de las mejores futbolistas del planeta.

Hoy, Natalia Campos está feliz. Luego de superar un 2024 en extremo difícil, en que tuvo que sortear una larga recuperación tras una operación en el cerebro y, en lo deportivo, la salida de Universidad de Chile tras cuatro temporadas, la guardavallas afronta un nuevo desafío. Unión Española, que se armó con todo para la temporada 2025 es la nueva casa de la deportista, quien recibió en exclusiva a En Cancha Prime, para desglosar la actividad del fútbol practicado por mujeres en Chile.

Las Hispanas fueron una de las escuadras destacadas en el mercado de fichajes, al asegurar los concursos de futbolistas consagradas del medio nacional. Aparte de Campos, llegaron a Independencia jugadoras del calibre de Daniela Pardo, Ámbar Soruco o Bárbara Muñoz, para confirmar que van en serio en esta temporada. “Hemos hecho un buen trabajo, desde el área física, desde la táctica, para ver el sistema de juego y para conocernos, ya que hay varias caras nuevas en la Unión”, dice la portera.

Algo que comenzó en 2023, con el ascenso a Primera División y que fue ratificado en la campaña pasada, en que las de Santa Laura fueron una de las sorpresas gratas del torneo. “Unión viene demostrando. Un equipo que claramente se encuentra en pleno ascenso, bastante regular, entonces una de inmediato dice ‘aquí hay algo’. Definitivamente, me llamaba la atención. A la U casi nos elimina el año pasado. Pasaron de la B a pelear en los playoffs”.

-¿Cómo se gestó tu llegada a Unión Española?

-Una se da cuenta de que hay algo detrás, un trabajo serio. Una vez que supe que iba a ser banca en la U y no iba a jugar en todo el año, llamé a Andrés Aguayo (DT de Unión, quien dirigió a Campos en la Selección como ayudante técnico de José Letelier), conversamos y listo. Fue un proyecto que me llamó la atención, porque siempre venía subiendo escalones...

-Pero, de todos modos, tu salida de la U fue sumamente inesperada ¿Te dolió?

-Me dolió mucho. No era la forma en que quería salir y no sé tampoco si era el momento. Nunca esperé, con todo el trabajo que hago, que en el Campeonato Chileno me dijeran ‘vas a la banca, no eres mi arquera, no te tengo considerada’.

-¿Y así de claro te lo dijo el entrenador?

-Sí. Yo tenía el contrato listo con Manuel Mayo; de hecho todavía tengo el contrato ahí en mi computador. Llamé a Cristóbal (Jiménez, DT de la U) para felicitarlo, desearle lo mejor para el año y ver cómo era el proyecto y ahí me comenta eso. Le di las gracias por la sinceridad, porque muchas veces otros entrenadores no son honestos y te dicen ‘tranquila, que vas a jugar’ y al final no pasa. No me quedan 10 años jugando y pasar una temporada en la banca me desmotivaba. El chileno no es un campeonato como para pasarlo como suplente, por todo lo que dedico y he dedicado al fútbol, así que salí a buscar proyectos y me encontré con lo de Unión, un trabajo serio y en que se ponen metas de aquí a cinco años …

-La imagen que proyecta la U para esta temporada es que se apretó el cinturón respecto de la rama femenina. Se fueron jugadoras importantes, como Fernanda Araya, Gisela Pino, tu caso; llega un DT de las divisiones inferiores ¿Es tan así?

-Sí, porque a mí me lo comentaron, así que lo sabía. Este año habría menos presupuesto en la U. No sé por qué ni cuáles serán los problemas que estarán teniendo en la interna, pero es algo que se sabía. Me dijeron que no iban a traer a nadie de afuera, porque se quedaban sin presupuesto. Se suponía que no iban a traer a Abigail Chávez (arquera argentina) de vuelta, porque venía de afuera, tenían que pagarle pasajes, sueldo, estadía; yo tenía entendido eso. Pensaba que estaba lista, era jugadora de la U. No me importaba mucho el tema del presupuesto, que los sueldos quedaran ahí. Para mí, no era un tema, pero a los dos o tres días, me informan que la que iba a jugar era Abi, porque era lo que quería Cristóbal. Quiero terminar mi carrera jugando y, ahora, en Unión, estoy súper contenta con eso.

Son 14 partidos clase A FIFA los que disputó Natalia Campos en La Roja, un lugar al que siempre anhela regresar. Un currículum más que respetable, que incluye cuatro copas América (2010, 2014, 2018 y 2022) y, por supuesto, el Mundial y los Juegos Olímpicos, entre otros. “Me ha tocado estar afuera de la Selección en el último tiempo, por el tema de la lesión en la mano, luego por lo de la operación en la cabeza. Pero, viéndolo de afuera, me pregunto qué está pasando: auspiciadores que se han retirado, como Coca Cola, que estaba desde 1962. El equipo pasó de tener muchos auspiciadores a mucho menos. Pasa por un tema financiero, creo yo. Estamos con poca plata, que la ANFP está quebrada, y una sabe que cuando hay problemas de presupuesto, las primeras cortadas vamos a ser nosotras, es el diagnóstico de Campos.

“Se ha ido dejando de lado la gestión deportiva. No se está trabajando o no están llegando las personas adecuadas para trabajar en planificación de ciclos, partidos amistosos. Pongo como ejemplo lo que hacíamos nosotras: había una planificación anual, en que las futbolistas del medio local entrenaban en Quilín de lunes a miércoles y, luego, el jueves volvían a los clubes. Así llegamos al Mundial. Eso se perdió. Puedes hacerlo con menos presupuesto; quizás no siempre vas a jugar con equipos top 10 de la FIFA, como lo hicimos nosotras, pero se necesita gestión y ahí ya no sé quién está a cargo y quién lo maneja”.

-¿Por qué Chile no fue al Mundial de 2023 y por qué cayó tanto en la Copa América, del vicecampeonato a clasificar apenas en un repechaje, en apenas un par de años?

-Siento que a la Selección le hacía bien tener esos ciclos completos, nos conocíamos más y se perdió mucho cuando se cambió esa forma de trabajar. Era como estar en el club y se juntaron tres generaciones muy buenas, como la del Mundial de 2008 (Christiane Endler, Daniela Zamora, Daniela Pardo, Karen Araya), la del Sub 17 de Trinidad y Tobago (Yanara Aedo, Camila Sáez, María José Urrutia, Rocío Soto) y luego llegamos algún par de refuerzos que estábamos ahí flotando. Todo venía de una buena base de trabajo. Esas generaciones entendíamos mucho de fútbol, porque tuvimos muy buena formación, con entrenadores como Marta Tejedor y Ronnie Radonich. Luego, llegó José Letelier, con mucho éxito, tras ganar una Copa Libertadores, 10 campeonatos en Chile con Colo Colo, a mecanizar movimientos y a sacarle trote a este grupo.

-En el ambiente y como es tradicional, comenzaron los cuestionamientos al técnico… ¿Fue José Letelier el culpable por no clasificar al Mundial?

-No creo. Él no tuvo la culpa exclusivamente. Todas las culpas son compartidas. Por otro lado, fue un proceso muy largo y, de repente, esos procesos se van desgastando. Empieza a haber roces. No creo que la culpa haya sido exclusivamente de él. Letelier es el único que ha logrado cosas importantes en Chile, entonces no puede ser tan malo. Simplemente, se trató de procesos que se gastan. Es parte del ciclo. Fue un proceso muy bueno, muy lindo con el Profe Lete y que todas nos llevaremos en el corazón. Obviamente, una nunca está 100 por ciento de acuerdo con los entrenadores, pero es parte del fútbol…

-Pero hubo incluso desde el plantel palabras públicas que no fueron muy favorables hacia Letelier. Se proyectaba, al menos, una sensación de que las jugadoras no estaban contentas con él…

-Puede ser, porque de repente una veía jugadoras que no estaban rindiendo bien u otras que estaban en la banca que podían hacerlo mejor. Algunas que no estaban siendo llamadas. Hay esos cuestionamientos. Eso igual genera roces y una especie de olla de presión en el equipo, porque una les exige a las compañeras. Yo, siendo banca por ejemplo, le exigía a Tiane. Ella tenía que rendir al máximo, porque tanto yo o la Anto (Antonia Canales) o Ryann (Torrero) estábamos detrás listas para jugar. Lo mismo pasaba en la cancha, si tú veías que tal o cual jugadora no estaba rindiendo… Al final, se le echaba la culpa al capitán del barco, porque él fue el que trajo a los marineros, pero no todo fue culpa de Letelier. Al final, las cosas no se dan nomás.

-¿Había perdido el respeto del camarín Letelier?

-Eso nunca. Nunca fue un camarín conflictivo o un mal camarín. Claro que no todas podíamos ser amigas, pero sí fue un camarín respetuoso. Nunca vi, por ejemplo, jugadoras atacándose, que es algo que sí viví en otros lados, pero en la Selección no pasó. Estábamos todas remando para el mismo lado. No era un vestuario que se le escapó de las manos a Letelier. Simplemente, se trató de un desgaste…

-¿Y era Luis Mena el indicado para asumir?

-A Mena no lo conozco personalmente. Creo que nos hemos saludado un par de veces, pero nada más allá de eso. En la interna, al menos, me dicen que el camarín está muy bien, muy sano. Sobre el rendimiento, no he visto mucho, porque muchos partidos se juegan a puertas cerradas…

El análisis de Natalia Campos sobre el manejo que hace la Federación de Fútbol de Chile del fútbol femenino, tanto a nivel de selecciones como de clubes, es claro: “No vas a conseguir éxito si no inviertes. Las cosas nunca llegan gratis y eso lo ha demostrado el fútbol femenino. Cuando se invirtió en administraciones anteriores, se observaron jugadoras de todos lados, se hicieron microciclos, llegamos a un Mundial a unos Juegos Olímpicos. Si esperas lograr todo eso sin invertir, te vas a quedar…

-Y eso siempre va a depender de la dirigencia que esté a cargo…

-No hay otra fórmula. ¿Se convirtió en un negocio? Entonces, trátalo como un negocio, tienes que invertir. Todos los que han estudiado negocios lo saben: nunca vas a ganar el primer año, pero es la única forma para que la gente vaya al estadio. Ahora, el Campeonato Nacional no lo van a transmitir, entonces, ¿cómo van a llegar a la gente? Se hizo y se demostró antes que podía ser factible, pero aquí estamos de nuevo, jugando amistosos de escaso nivel, no se hacen microciclos, no hay transmisión del campeonato nacional…

-¿Pero y de quién es la culpa de eso?

-Luis Mena podría hacer una huelga de hambre en frente de la ANFP y no pasaría nada. Debería ocurrir lo que se viene hablando desde hace mucho tiempo: la separación de la Federación de la ANFP, porque al final todo lo decide el Consejo de Presidentes y ellos velan solamente por sus equipos. Si la Selección quiere crecer, tiene que independizarse de la ANFP. No pueden estar los presidentes de clubes tomando este tipo de decisiones. Tiene que haber gente trabajando para la Selección y no para los clubes. Ellos se preocupan de sus instituciones y está perfecto, pero tiene que haber también alguien enfocado en las selecciones nacionales de manera exclusiva. Es una liga y esa liga está a cargo de todo.

-Christiane Endler dijo que, en las condiciones actuales en que está la Selección, no volverá. ¿A qué se refiere, específicamente? ¿Lo compartes?

-Una jugadora como Christiane, que está en un equipo como el Olympique de Lyon, necesita que los viajes sean eficientes y eficaces para regresar a su club de la mejor manera. Ya no tenemos 20 años, entonces la entiendo perfectamente que todo eso cansa. No sé cómo serán los trabajos de preparación de arqueras, porque también tú tienes que estar entrenando por 10 días a un buen nivel, para después volver a un equipo como ese. Si yo jugara en el Lyon, que lo gana todo siempre, y voy a viajar por 10 días a mi país, espero que ese trabajo sea igual de bueno y tengo que llegar a jugar amistosos que me pongan a prueba y me exijan. Que se juegue al nivel que corresponda, no jugar partidos en superficies sintéticas; es como jugar en canchas con medidas que no corresponden. No voy a venir a arriesgar una lesión en pasto artificial. La entiendo totalmente, porque ella está a otro nivel. Si no me darás condiciones para tener la paz mental para jugar, tampoco vengo.

-No debe existir registros en una Selección Chilena, ni de hombres ni de mujeres, en toda la historia, en que haya ocurrido lo que pasó para la final de Santiago 2023, en que se llegó al partido decisivo sin porteras y tuvo que ponerse al arco una jugadora de campo. ¿Qué crees que pasó ahí?

-Lo encuentro increíble. Era algo que veníamos conversando desde la Copa América de 2022, es decir, incluso antes de que se conocieran los clasificados a los Panamericanos. La Fecha FIFA no calzaba, ¿qué van a hacer las de afuera? Un año antes, ya sabíamos lo que iba a pasar. Si por bases eran solo dos arqueras, decíamos que una tenía que ser del medio local… Si el campeonato se sale de la Fecha FIFA, mala suerte, te puedes meter en líos tremendos, pagar multas.

-¿Pero habrá desconocimiento de la dirigencia de cómo funciona el fútbol? Es difícil de creer…

-Se pueden elaborar mil hipótesis. Puede ser que haya habido una reflexión del tipo “Nah, es fútbol femenino, qué importa, cómo no las van a dejar quedarse”… También puede ser algo como lo que pasó con los hombres, de la Selección Argentina si no me equivoco, cuando estaba todo el tema del COVID, viajaron igual a una convocatoria y después pagaron la multa, entonces la dirigencia de la ANFP pudo haber pensado “Igual, las cabras pagan la multa y ya está”, pero convengamos que los hombres están forrados. Si ellos quieren hacer eso y después pagar una multa de 50 mil dólares, es el vuelto del pan… Pero en el caso de nosotras, esa misma multa no la pago, no tengo plata. También pueden haber pensado “Son mujeres, una llamadita por aquí y una llamadita por allá, cómo no se van a quedar a una Selección, las niñitas”. ¡Obvio que no, pues, si son jugadoras profesionales que tienen que cumplir un contrato! Al final, fue impresentable. No sé en qué habrán estado pensando en ese momento.