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“Después del tetracampeonato, Católica está a la par de cualquiera. Ahora tiene que dar el salto internacional, pero los dirigentes no lo entienden”

Sergio Fabián Vázquez mira con optimismo la campaña que pueda realizar el equipo cruzado esta temporada. Cree que volverá a estar en los primeros lugares, sin embargo critica la mirada directiva de la UC respecto de su ambición a nivel internacional.

Sergio Vázquez El ex zaguero de Universidad Católica está dedicado a negocios particulares, al footgolf y a la "malcrianza" de sus nietos.
  • “La Católica no compite, la Católica participa, que en fútbol son dos estados distintos, en el contexto internacional”.
  • “Muchos ex jugadores tienen ganas de dar una mano y no son considerados o no entienden sus buenas intenciones, porque los que deciden tienen temor a perder su butaca”.
  • “La que está llegando a Argentina es una nueva camada que se está armando y hay futbolistas chilenos interesantes (...) Nuestra liga tiene una intensidad de nivel mundial. Los jugadores chilenos necesitan vivirla, contagiarse y llevarla a Chile”.

Sergio Fabián Vázquez (59), antes de responder a la primera pregunta, envía saludos: “A toda la gente de Católica, que nunca me ha olvidado y siempre me manda buenas vibras”.

El ex defensa argentino asume que así como hay cercanía con el hincha, hay una distancia “respetuosa” con la actual dirigencia de Universidad Católica. Recelo que tiene mucho que ver con lo que él cree que el club debiera hacer a nivel deportivo. Una de esas cosas es trabajar con gente que pasó por la institución y que nunca ha tenido una oportunidad, por ejemplo, en la banca técnica. Y, remarca, no lo dice por él, sino que por varios compañeros que asegura serían un aporte para la UC.

-En Chile tu figura siempre será asociada a aquellos años luminosos de Universidad Católica y tu opinión sobre el club nunca ha sido elusiva. ¿Más allá de los ciclos de todo equipo, por qué crees que a la UC estos últimos años le está costando tanto volver a estar en los primeros lugares y ni hablar de luchar por el título?

Yo creo que la Católica va a volver a estar entre los primeros lugares este año. Hay un esfuerzo interno de parte de la dirigencia para tratar de llegar. Pero la cuota pendiente que tiene el club es estar a un alto nivel sudamericano, tratar de ponerlo arriba nuevamente, como fue en el ’93 cuando perdimos la final de la Copa Libertadores. Católica tiene que dar ese salto de calidad porque es un club enorme, es uno de los mejores de Sudamérica. La infraestructura es espectacular, y mejorará ahora con el estadio nuevo.

-La energía y los recursos por reconstruir el estadio igualmente han sido desgastantes.

Universidad Católica es un club que demanda mucho, pero pienso que los dirigentes tienen que empezar a hacer un esfuerzo bastante importante como para inculcarle a su gente que se puede estar ahí arriba, como lo hacen en River, en Botafogo y muchos clubes de Sudamérica que realmente van y compiten. La Católica no compite, la Católica participa, que en fútbol son dos estados distintos, más todavía en el contexto internacional. Vos participás cuando sabés que para clasificar tenés tres o seis partidos que jugar y por ahí sabés que es casi seguro que no vas a pasar de fase. Otra cosa es cuando compites, cuando tenés posibilidades de ir pasando ronda tras ronda, porque no sos menos que los demás. Y yo eso en Católica no lo veo. No veo ese esfuerzo dirigencial como para para que Católica esté arriba.

"Católica tiene que dar ese salto de calidad porque es un club enorme, es uno de los mejores de Sudamérica", dice Charly.
Sergio Vázquez con la camiseta 2022"Católica tiene que dar ese salto de calidad porque es un club enorme, es uno de los mejores de Sudamérica", dice Charly.

-Siempre has sido una persona frontal, no solo en Universidad Católica, lo fuiste en la Selección argentina cuando empezaba este ciclo y defendiste a Lionel Scaloni de las críticas. ¿Alguien en Católica te pasó alguna factura por haber planteado tus ideas?

No sé si me pasaron factura. Sí que las relaciones no son las mejores, está claro. Yo nunca hablé mal de nadie. Yo siempre digo qué es lo que me gustaría ver a nivel dirigencial en el club que me dio y al que le di tanto. Si a alguno le molesta, es problema de cada uno. Si alguno por ahí tiene miedo de lo que decimos los jugadores que tuvimos un paso muy bueno por el club, o si de pronto nos ven muy seguido y la gente se entusiasma y empieza a pedir ciertas cosas, es un tema de cada uno. A los dirigentes, a los manager o al que esté encargado del club, qué sé yo, no les gusta ¿viste?, son cosas que yo todavía no puedo entender.

-¿Lo dices por alguna situación en especial que haya ocurrido?

A ver, Pipo Gorosito es un gran técnico y nunca le dieron la oportunidad en la Católica, faltando técnicos en un montón de oportunidades. Entonces vos vas viendo situaciones que realmente no se entienden. La Vieja Reinoso, otro gran jugador, también técnico... Ricardo Lunari, gente que no está de la mejor forma emparentada con los dirigentes de estos momentos, que por ahí tienen miedo a no sé qué, muchos ex jugadores tienen ganas de dar una mano y no son considerados o no entienden sus buenas intenciones, porque los que deciden tienen temor a perder su butaca.

-¿A mediados de año Universidad Católica va a inaugurar su nuevo estadio? ¿Lo han contactado para invitarlo?

No, la verdad no. No me preocupa si me invitan o no. Es una cuestión de la dirigencia de turno y cada uno sabe lo que hace. A mí lo que me interesa es el club, por eso nunca escatimé en palabras si tengo que halagar o no a los dirigentes. Lo hago siempre con respeto, porque es una cuestión de respeto mutuo. Y pienso que los dirigentes tienen que, en lugar de estar pensando si uno habla o no habla, empezar a entender que la Católica es un club muy grande y lo tienen que elevar a esa potencia. Me parece que hay que darle la prioridad a los torneos internacionales, porque después de haber ganado el tetracampeonato, lo que ha demostrado Católica es que está a la par de cualquiera y ya todos sabemos que es un club grande en Chile. Ahora hay que dar el salto internacional, y los dirigentes me parece que no lo entienden. Para dar ese paso hay que invertir y erogar plata, hay que traer jugadores de jerarquía, hay que saber ir a buscar, entender qué es lo que se necesita, qué técnico te puede dar a nivel internacional. Y por ahí los dirigentes no lo están haciendo.

A la sombra de Acosta y Gorosito

-Compartiste con Acosta y con Gorosito, que se llevaban casi todo el interés mediático. ¿Cómo convivía un jugador de gran nivel como tú con ese fenómeno?

A mí no me molestaba, sinceramente. Al contrario, me ponía contento porque me hacían ganar. Pensar en uno mismo es ser ególatra. Siempre pensé a nivel grupal, para mí lo más importante es el equipo, juegue quien juegue. Dentro del campo de juego tenías que dar lo mejor y la verdad que nunca me molestó que Pipo ni que Beto se llevaran los micrófonos. Pipo me hizo hacer varios goles de cabeza, entonces ¿por qué me iba a enojar? Todas las luces se iban donde Beto y era el goleador indiscutido de Católica, aparte que era una bestia, adelante se peleaba con todo el mundo, chocaba con todos y hacía de a dos o tres goles por partido.

La foto histórica: celebrando el gol del triunfo  ante Universidad de Chile el '94.
Sergio VázquezLa foto histórica: celebrando el gol del triunfo ante Universidad de Chile el '94.

-Pero tu también tenías tus jinetas en el equipo.

Cuando llegué a Católica, venía de ser campeón de América el ’91 y después volví a serlo el ’93, cuando llegamos a la final de la Copa Libertadores. Cuando vinieron Pipo y Beto, hicimos un gran torneo que, lamentablemente, no pudimos coronar. Vos fijate que quedo en la historia del club por hacerle un gol a la Universidad de Chile jugando con nueve hombres, después del gran pase que me dio Pipo. Con él y con Beto teníamos distinta forma de pensar en algunas cosas, pero eso no era ni siquiera una molestia, sino que cada uno tenía su convicción de las cosas que quería. Hoy tengo una excelente relación con un montón de jugadores de aquella época. Siempre fui pro jugador, siempre me fui a pelear por los premios, me fui a pelear por el contrato de mis compañeros, me fui a pelear por un montón de asuntos. Ese era uno de los roles que asumía en el plantel con toda responsabilidad.

-Ya pasaron casi 30 años de ese título que se les escapó o, como dicen los hinchas cruzados, les fue despojado. ¿Qué sensaciones tiene cuando recuerda esa definición del campeonato? ¿Dolor, injusticia?

No, ni dolor ni injusticia. Eso pasó una vez que se terminó el campeonato, mientras estás jugando, te queda esa bronca de que te hayan despojado de algo. Pero también la culpa fue nuestra, porque nosotros lo dejamos escapar. Llevábamos cuatro puntos de ventaja y dejamos ir dos partidos que tendríamos que haber ganado y no lo supimos hacer. Entonces, las dos cosas. Da bronca que te cobren un penal inexistente en el último minuto, donde se vio lo que pasó. Pero ya no hablo más del tema, pasó hace muchísimos años. Cada uno sabe lo que hizo, cada uno sabe lo que vio.

La invasión chilena en Argentina

-Vamos a algo más actual. ¿Qué explicación encuentra en este boom de jugadores chilenos en la liga argentina?

La que está llegando a Argentina a jugar es una nueva camada que se está armando y hay jugadores interesantes. Los chicos de Huracán. Bueno, ni hablar de Paulo Díaz. Los de ahora tienen la posibilidad de demostrar de qué volumen es su calidad. Al medio chileno le va a venir bárbaro, porque el fútbol argentino es muy demandante y para la Selección Chilena será muy provechoso, porque la realidad de nuestra liga es que tiene una intensidad de nivel mundial. Los jugadores chilenos necesitan vivirla, contagiarse y llevarla a Chile. Estamos viendo el cambio de a poco, porque la anterior fue una camada espectacular. Creo que Chile tiene buenos jugadores, que lo único que les falta es amalgamar todo lo que saben a la hora de vestir la camiseta de su Selección.

-Hugo Tocalli decía hace un par de semanas que sentía que no había paciencia para esperar a la Selección Chilena. ¿Sientes que hay una demasiada ansiedad en la gente y en el medio chileno por la llegada del recambio generacional? ¿O que a esta camada se le exige más de lo que su nivel le puede dar?

Hay una realidad: el fútbol chileno no está en su mejor nivel. Veo que la gente en Chile está muy impaciente porque se acostumbró a la época dorada. También hay que considerar que Chile, antes de estos chicos de la era dorada, no era una Selección que saliera campeona de muchas cosas. La gente como que se envalentonó con esta gran generación, pero hoy hay que volver a arrancar y a los jugadores se les debe proteger. Eso es lo que hay que tener en cuenta, y por ahí la gente no lo entiende porque todavía está viviendo del recuerdo de los grandes jugadores que tuvo Chile.

Argentina, campeón de Copa América 1993. Arriba, Sergio Vázquez, Néstor Craviotto, Sergio Goycochea, Fernando Redondo, Ricardo Altamirano y Óscar Ruggeri. Abajo: Alejandro Mancuso, Alberto Acosta, Gabriel Batistuta, Leo Rodríguez y Claudio García.
Campeón con la albiceleste en el '93.Argentina, campeón de Copa América 1993. Arriba, Sergio Vázquez, Néstor Craviotto, Sergio Goycochea, Fernando Redondo, Ricardo Altamirano y Óscar Ruggeri. Abajo: Alejandro Mancuso, Alberto Acosta, Gabriel Batistuta, Leo Rodríguez y Claudio García.

-¿Cómo ve la situación de Ricardo Gareca? ¿Es el indicado para para llevar ese recambio?

El Flaco ya lo demostró en Perú, que también no sé cuánto tiempo hacía que no clasificaba para un Mundial. Gareca es un tipo paciente, no se desespera ante los malos resultados. Creo que la gente tiene que entender que es el técnico indicado porque enseña, estructura, entiende de la situación. Creo que el Flaco puede darle mucho a la Selección Chilena y espero que le tengan la paciencia.

Pellegrini, Salas y su once cruzado ideal

-Hablando de técnicos, ¿qué enseñanzas te dejó Manuel Pellegrini?

Es un técnico que sabe muchísimo a nivel futbolístico. En la época de Católica recién arrancaba, tal vez su trato persona a persona era algo que debía evolucionar, pero creo que con el tiempo ha mejorado. Hoy por hoy es un es un técnico que no se deja influir. A mí me dejó mucho de lo que tiene que ver con el tema futbolístico. Con nosotros, el ’94, Manuel ya nos hacía entrenar como después entrenaba el Barcelona de España, todo en espacio reducido, todo era con la pelota de por medio. Manuel ya estaba un poco adelantado en su búsqueda.

-¿Piensa que es inevitable que en algún momento Pellegrini dirija a la Selección Chilena?

Pero el problema es que me parece que él no quiere, porque ya se la han ofrecido y me parece que la ha rechazado. Él está muy bien en Europa. Se siente cómodo, sabe que lo respetan a nivel institucional, en todos los clubes donde estuvo. Eso es más fuerte de lo que todos pensamos como técnico de Selección. Creo que podría aportar un montón de cosas, pero la verdad no creo que abandone la tranquilidad que tiene en Europa.

-¿Cuál es el equipo ideal de compañeros con los que jugó?

Pato Toledo al arco, me encantaba cómo atajaba, un arquero de Selección que nos dio muchas alegrías. Después, por la derecha, el Mumo Tupper. De centrales, yo no me incluyo, el Negro López y el Pelado Lizama. Por la izquierda, Max Müller. Ahí tenés la línea de fondo. Después, en el medio, ahí sí que me enquilombo porque hay muchos grandes jugadores. Bueno, pero como es mi equipo, voy a hacer un descalabro: la Vieja Reinoso de contención; Lunari o el Gallego Vázquez, como volante mixto, y después... Pipo Gorosito, como 10 clásico. Arriba, el Beto Acosta de 9, con Lucas Tudor, y a los costados, Sebastián Rozental y el Chamuca Barrera. Si me sobra uno o dos, que lo vea el técnico...

-¿Cómo fue su rivalidad con Marcelo Salas?

Siempre tuvimos rivalidad con la U. Eran clásicos universitarios muy lindos, y en los ’90 más se afianzó la rivalidad. Con Marcelo siempre nos respetamos dentro del campo de juego. Nunca tuvimos un problema más allá del juego. Era bravo, era bravísimo, pero no nos pegamos sin pelota. Una vez me sacó del campo de juego con un planchazo, pero siempre tuvimos una rivalidad sana. Todo quedó en la cancha. Salas era un jugador leal y aparte, un gran jugador, con una polenta... Tenía una potencia impresionante, bueno, después lo demostró en otras canchas del mundo.

El ex defensa de Universidad Católica colabora con uno de sus hijos, quien está dedicado a la representación de futbolistas.
Sergio Vázquez junto a su hijo EzequielEl ex defensa de Universidad Católica colabora con uno de sus hijos, quien está dedicado a la representación de futbolistas.

El nono Charly

-¿A qué estás dedicado, en lo personal y laboral?

Sigo con mi empresa constructora, la tengo desde hace muchísimos años. Aparte de eso, estoy metido con el tema de jugadores, ayudo a mi hijo (Gastón Ezequiel), que es representante, le colaboro en todo lo que tiene que ver con mi visión y la gente que conozco del ambiente. A él le gusta mucho el tema del fútbol, entonces a mí me mantiene en contacto con el medio. Y después, soy jugador profesional de footgolf, un deporte muy lindo que está ganando adeptos. Soy además el técnico de la selección uruguaya de footgolf. Y en lo personal, lo más lindo que tengo es que disfruto con mis nietos todos los días que puedo, que es lo que realmente me da gusto.

-¿Cómo es Sergio Vázquez como abuelo?

La verdad, soy una mezcla de lo antiguo con lo actual. Soy un abuelo muy presente. Cuando me llaman para algo, para allá voy. Educo un poquito, pero malcrío mucho más ¿no? Tengo nietos grandes ya, de 17, 16 años. El más grande, Luca, juega al vóley, entonces lo acompaño en cada partido. A mi otro nieto que le gusta un poco el básquet, también. Y malcrío, porque bueno, está la típica que si tenés para esto y lo otro, y mientras pueda, doy... Además que con esto de internet, podés mandarles las cosas que necesitan con rapidez. Por estos días, cuando vuelva a Buenos Aires, me voy a ir a la costa con ellos una semana de vacaciones, el nono y los nietos, nadie más. Yo los disfruto, es lo que hoy más me gusta hacer.