“Lo único que sostiene con vida al fútbol chileno se llama canal de televisión”

Alejandro Torres es uno de los autores de “El salvataje del fútbol profesional chileno: una historia reservada”, el libro que revela las operaciones financieras y los ejercicios contables de los clubes durante este siglo. Una lectura obligada si se quiere entender gran parte de la crisis de la actividad como industria.

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El Canal del FútbolEl gran salvavidas financiero del fútbol profesional. De no existir, el 90 por ciento de los clubes estaría quebrado.
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  • “Colo Colo tenía una deuda fiscal de 9 mil 700 millones de pesos en su balance del 2010. El 2023 es de 12 mil millones a valor actual”.
  • “El fútbol es una actividad económica que no es relevante para el fiscalizador. Un dato: todos los clubes no alcanzan a ser ni una Pyme para el SII, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) o la Tesorería”.
  • “La situación de los clubes está desmejorada, por decirlo de una manera, y la que se encarga de agrupar y regular a los clubes y de organizar los campeonatos, la ANFP, está peor; entonces no hay ningún control”.

A Alejandro Torres Mussatto le gustan los números tanto como el fútbol. Quizás un poco más. Pero es hincha de Cobreloa y un estudioso de la industria y sus actores, los clubes, a partir de su profesión de contador auditor -también es profesor de Finanzas en la U. de Valparaíso y está terminando una tesis doctoral en España-. Junto al abogado José Luis Alliende Leiva escribieron “El salvataje del fútbol profesional chileno: una historia reservada”, un libro que se lanzó acaso con demasiada modestia, pero cuyo contenido debiera alarmar, si no aterrar, a todo seguidor de algún equipo profesional chileno.

-¿Cuál es el estado financiero del fútbol chileno? Como para empezar a conversar...

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Quebrado, pero no quebrado. Quebrado, porque los números indican que así es insostenible. Y no quebrado, porque hay una inyección de recursos que se llama canal de televisión (TNT Sports). Eso es lo único que sostiene con vida al fútbol chileno. Pero después de 20 años de la instauración de la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), incluso antes, la situación que se vive es exactamente la misma. Según las cifras publicadas por la prensa de aquellos tiempos, el déficit de la ANFP es prácticamente el mismo a valor actual. O sea, no hemos avanzado nada.

-Pero se ha avanzado por lo menos en pagar los sueldos a fin de mes. Antes de las SAD, en muchos clubes se pagaba tarde, mal y a veces nunca, y los juicios laborales eran pan de cada día. ¿Ese aspecto no ha mejorado o normalizado?

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Ahí hay algo que es más mitología. Cuando se revisa la historia y la ley propiamente tal, la primera finalidad era profesionalizar la gestión. Eso no se ha cumplido, como tampoco se ha solucionado la deuda tributaria. Incluso, en algunos casos aumentó. Hay algo que en el ambiente se respira como que se mejoró, que es el pago de las remuneraciones. ¿Se ha mejorado el pago? Sí, pero los riesgos siguen estando.

Alejandro Torres, coautor de "El salvataje del fútbol profesional chileno""Después de 20 años de la instauración de las SAD, la situación que se vive es exactamente la misma".

-¿De que se empiecen a incumplir los pagos de remuneraciones oportunamente?

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En el libro “El salvataje...” abordamos dos registros que tiene la Dirección del Trabajo: multas y mora presunta. En mora presunta, hay 3 mil casos que en el último año se presume que no se está pagando la cotización provisional, seguro cesantía, salud, etc. Ojo, que un futbolista puede tener muchos casos si nunca se le pagaron las imposiciones mensualmente. ¿Por qué tantos casos? Muchísimas veces porque se terminó el contrato y no se dio aviso a la Dirección de Trabajo. Entonces, cuando se dice que se ha pagado todas las remuneraciones y las imposiciones, respondo sí, pero hay tres mil casos de mora presunta, que me hacen pensar que hay un riesgo. De hecho, estos 3 mil casos fueron anteriores a que se realizaran las auditorías a Barnechea, que concluyeron que no había pago de imposiciones en el 100% de los casos. Lo que se regularizó con las SAD fue el pago de las remuneraciones. Pero cuidado: las remuneraciones también incluyen la previsión, porque si hay pago de remuneraciones y no de la previsión, se está cayendo no solo en mora, sino que en un perjuicio.

-El aspecto que nunca se resolvió globalmente fue el de la deuda tributaria histórica, en términos de que los clubes la pagaran.

La deuda histórica abarcaba los aspectos previsionales y los tributarios. La ley SAD se enfocó solamente en solucionar la deuda tributaria.

-¿Y qué pasó con la deuda previsional?

Hay una interpretación de un DFL de ese momento que establecía que esa deuda finalmente no se podía solucionar porque no estaba claramente establecida en los contratos. Lo que sí estaba, en términos financieros, era lo tributario. Si se analiza la discusión de las SAD, la conclusión fue ‘si no podemos recuperar todo, vamos por la deuda tributaria’. De hecho, en las declaraciones de los parlamentarios de la época, se reconocía que se estaba autorizando un sistema que era discriminatorio para un chileno cualquiera, y que se estaba favoreciendo a los clubes.

AC BarnecheaEl club sancionado por no pagar las imposiciones oportunamente, es una demostración de una gestión desastrosa.

“El fútbol chileno es una competencia monopólica”

-Queda claro que los clubes del fútbol profesional fueron ‘empresas’ privilegiadas. ¿La industria del fútbol fue favorecida legalmente?

Pero que no quepa la menor duda. Nosotros hacemos la analogía con lo que ocurrió con los bancos, en la crisis de 1980, y la deuda subordinada. Pero esa crisis es externa, no fue por un mal manejo de gestión financiera. Y sí, se salvaron unos bancos, pero otros, no. En cambio, en el fútbol se salvaron todos los clubes, y se siguen salvando todos.

-¿Por qué afirma que ‘se siguen salvando’?

Porque en Chile se salvan a los clubes y no estoy dejando competir a otros que lleguen con nuevos capitales y que tengan la solvencia financiera. Es una competencia monopólica. De hecho, el Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) ya ha sancionado un par de veces a la propia ANFP. Cuando puso la barrera de entrada a los clubes que ascendían, el caso de Deportes Valdivia, por ejemplo. Ahí se les dijo que estaban haciendo una competencia monopólica y colocando una barrera de entrada artificial. Esa fue la primera señal.

-El espíritu de este Consejo de Presidentes sigue siendo proteccionista.

El Consejo de Presidentes sigue cerrado. Incluso hay clubes que son profesionales que no tienen ni voz ni voto, como es el caso de la Segunda División. Ese paraguas tan cerrado, hace que evidentemente no exista una competencia. Y al no haber competencia, no hay un mejoramiento general del manejo financiero de todos los clubes del fútbol profesional.

La deuda tributaria no baja; al contrario, sube

-Volvamos a la deuda histórica tributaria. ¿La génesis está clara, pero el desarrollo y desenlace son nebulosos?

El desarrollo es interesante, porque la Tesorería General de la República cambió de criterio varias veces. No es algo inédito, pero sí curioso. En junio de 2021, al no poder pedir la deuda por cada RUT, solicitamos que nos entregaran los totales. La Tesorería respondió que la deuda morosa sumaba mil millones de pesos. Dos años después, pedimos una actualización y nos negaron la información. Curioso, ¿no? Fuimos de amparo al Consejo para la Transparencia, que nos dio la razón y la Tesorería entregó el dato. Pero la deuda ya era de 4 mil millones, mil millones y fracción eran de Barnechea. O sea, los riesgos que veíamos el 2024, ya venían hace mucho tiempo y no se hizo nada. Estoy seguro que si audito ahora a todos los clubes, me encontraré con sorpresas.

-¿Pero se supone que se les hace un seguimiento a los clubes deudores?

Cuando insistimos en la petición de información a Tesorería, vimos que había convenios tributarios que están caducados porque son clubes que ya no existen. Si no les pudieron cobrar a los clubes que están operando, es muy poco probable que les cobren a los que ya no tienen RUT vigente. Esta situación tributaria especial establecía una condición que era lógica: ‘les doy esta posibilidad, pero no me deban más impuestos’. Aún así hay algunos clubes que están con los convenios caducados, siguen en juicio ejecutivo y la Tesorería no se pronuncia respecto a qué hizo o qué podía hacer.

-¿De cuáles clubes estamos hablando?

Tesorería señaló en esa fecha que existían 16 juicios ejecutivos, diez de ellos a clubes con RUT vigente: Melipilla, Temuco, Barnechea, Valdivia, Limache, Colchagua, Ñublense, Fernández Vial, Magallanes y Santiago Morning. Los otros seis eran en contra de clubes no vigentes: Lota, Concepción, Linares, Provincial Osorno, Naval y Deportivo Temuco. Cuando la Tesorería sigue un juicio ejecutivo es porque está ciento por ciento segura de que se adeudan impuestos. Mi interpretación es que los clubes que tienen reactivados los juicios ejecutivos, no deberían beneficiarse de ese convenio que tenía condiciones tan ventajosas.

-¿Qué pasa con las deudas históricas de los dos grandes, Colo Colo y la U?

En los casos de Azul Azul y Blanco y Negro (ByN), nos saltó la alerta porque en sus memorias indicaban que hubo una condonación, que se estableció en una resolución conjunta de 2005 entre el SII y la Tesorería. Solicitamos la información, pero la negaron. Fuimos al Consejo de Transparencia y, de nuevo, nos dio la razón. Pero ByN y Azul Azul se negaron a entregarla. Acudimos a la Corte de Apelaciones y, sorpresa, la Tesorería también se hizo parte, pero para proteger a los clubes.

Alejandro Torres, magister en Finanzas.Los expulsados jueces de la Suprema, Sergio Muñoz y Ángela Vivanco, votaron en contra de que se accediera a los montos condonados de las deudas de ByN y Azul Azul.

-La Tesorería es un órgano fiscalizador, ¿por qué debiese involucrarse si no le afectaba?

Mi presunción es que aquella resolución de 2005 podría fijar un criterio general que le podría traer problemas con casos de otras actividades productivas, no del fútbol. Se podría abrir una ventana que a lo mejor le era incómoda. Pero sigo la historia. La Corte de Apelaciones nos dio la razón, porque además los antecedentes que buscábamos estaban mencionados en las memorias de los clubes, no era un soplo o un dato lanzado al aire. ByN y Azul Azul acudieron a la Corte Suprema en 2023 y, lamentablemente, en la famosa Tercera Sala perdimos por 3 a 2, con votos de los jueces Sergio Muñoz, Ángela Vivanco (N. de la R.: ambos hoy expulsados del Poder Judicial) y de un abogado integrante. Acto seguido, Azul Azul emitió el “bono Bulla”, para pagar la deuda tributaria. Justo, vaya coincidencia...

-Ahí se terminó toda la investigación...

Queríamos encontrar las razones de la deuda completa, cuánto se había condonado, cuánto era el capital, cuánto eran los intereses, cuánto era la multa, cuánto el reajuste, etc. Pero Azul Azul lo ‘solucionó’ emitiendo el bono Bulla, pagó su deuda tributaria, y nada más que hacer. Sobre ByN, no tenemos todos los antecedentes, pero los números arrojaron cifras estratosféricas de condonación, a las que nadie les prestó atención en su debido momento, que fueron establecidas incluso antes del escándalo del caso Johnson.

Colo Colo y Cobreloa, líderes en la tabla de deudores tributarios

-Sí pudieron establecer una cifra consolidada de la deuda tributaria de todos los clubes.

Sí. A junio del 2023, que es el momento del análisis, la deuda era de 44 mil millones de pesos a valor actual, de los cuales se condonaron 18 mil millones, casi el 40 por ciento. Dejando una deuda a pagar de 25 mil millones de deuda neta para los clubes.

-¿Qué pasó con la millonaria deuda vigente de ByN, luego de la condonación que nunca se supo por cuánto fue?

Con el dólar a mil pesos, es fácil hacer el cálculo. ByN debe 29 mil millones de pesos, es decir, 29 millones de dólares. Le siguen Cobreloa, con casi 8 millones de dólares de deuda. Ellos eran los dos deudores tributarios más fuertes. Los demás son Antofagasta, Everton, Wanderers, Coquimbo Unido, Santiago Morning, Universidad de Concepción, y otros más con montos bajos.

-Los clubes están hoy día pagando la deuda histórica a partir de los ingresos. ¿Cuánto delo que perciben destinan al pago de la deuda, aproximadamente?

No se especifica, porque en el resultado anual no hay cómo saber que este pago, o este costo, es parte de la deuda fiscal. Cuando se instauraron las SAD, no se estableció un plazo para pagar la deuda, sí una cláusula para amortizarla con ingresos o utilidades. Como los clubes nunca tienen utilidades, están pagando lo que estipuló la cláusula: el 3 por ciento, en función de los ingresos. ¡Imagínese pagar mil millones con el 3% de los ingresos..! Quizás cuándo van a terminar de pagar. Lo que sabemos es que la deuda fiscal está establecida como deuda en el balance, pero que en lugar de amortizarse, como es el caso de Colo Colo, va aumentando. O sea, la pueden estar pagando, pero a lo mejor va aumentando, porque eso también genera intereses multi reajuste. El 3 por ciento no está siendo suficiente para la actualización de la deuda, al menos.

-¿En todos los clubes deudores aumenta lo que debían históricamente?

Cuando sacamos esa foto en la investigación, algunos sí tenían solucionado, más allá del bono emitido por Universidad de Chile. Unión Española había pagado la deuda, por ejemplo. Pero no Colo Colo ni tampoco Cobreloa. Lo de Cobreloa es sorprendente, porque en 2022 aparece con una deuda de 5 mil 600 millones de pesos y al año siguiente, en sus estados financieros, la deuda aparece con menos de la mitad, 2 mil 300 millones, sin ninguna explicación. No hay una nota que diga que se pagó, nada.

-¿Por qué estos clubes, con esos niveles de deuda, no quiebran?

Toda industria que estuviera en esta situación, para empezar pierde los clientes, etc. y muere. Aquí los salva los ingresos de la televisión. Pero aun así, la plata que reciben al año no les es suficiente. O sea, esto requiere nuevamente de un convenio de largo plazo.

Colo Colo y Cobreloa, los grandes deudores tributariosEntre los dos clubes adeudan 27 millones de dólares a las arcas estatales.

-Si hipotéticamente no se siguen endeudando, la deuda quedaría servida en décadas, según este ritmo de pago...

El punto es que con la actual estructura, la deuda no ha ido disminuyendo. Cuando hicimos análisis y llevamos esto de nuevo a valor actual, Colo Colo tenía una deuda fiscal de 9 mil 700 millones en su balance del 2010. El 2023 es de 12 mil millones a valor actual. Entonces, el mecanismo es muy ventajoso para Colo Colo, que además no está cumpliendo el espíritu de la ley. Al revisar la historia de la ley de SAD, esta condición ventajosa se generó para recuperar la gran mayoría de los impuestos que adeudaban los clubes. Por eso los senadores estaban de acuerdo. Incluso recuerdo que había muchos senadores que eran del mismo club al que que querían ‘salvar’, y ni siquiera hicieron amago de inhabilitarse o abstenerse al votar la ley. El Senado, en esa época, estaba compuesto por muchos hinchas de la U, por ejemplo.

-¿Pero estaban ‘salvando’ a Colo Colo?

Colo Colo ya estaba en una situación un poco más mejorada luego de su quiebra y quedaba fuera del peligro de desaparecer. Pero la U había quebrado posterior a la ley que se tramitaba. Y por eso hubo una voluntad de legislar pocas veces vista. Al año siguiente de la ley SAD de 2005, se le pusieron dos sumas urgencias para modificarla, porque los clubes no se estaban incorporando al sistema. Se les aumentó el plazo, y la otra indicación fue para incorporar al club que estaba en problemas de quiebra: Universidad de Chile. Un dato ilustrativo: la actual modificación de la SAD, en el que se tramitó el cambio de comisión, llevaba como ocho años esperando. ¿Curioso, no? O sea, cuando la cosa va al despeñadero, se legisla rápido, y cuando hay que alargarlo en el tiempo, se puede esperar por casi una década.

-¿Cómo se entiende que la Tesorería sea tan drástica, ejecutiva y eficiente con el contribuyente promedio y no con los clubes de fútbol?

Porque el fútbol es una actividad que nos interesa a nosotros, porque nos gusta, pero económicamente no es relevante. Un dato: todos los clubes no alcanzan a ser ni una Pyme para el SII, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) o la Tesorería. Lo que pasa es que es una actividad que tiene importancia porque la cubren los medios, pero económicamente no maneja grandes cifras. Cualquier acción en el mercado de capitales se transa mil o dos mil veces más que las acciones de los clubes. Otro ejemplo: el patrimonio de Cencosud es 500 veces más grande que el de Colo Colo, que teóricamente tiene el mayor valor. Ante eso, la fiscalización, que es limitada, se centra en organismos o empresas de mayor tamaño. De hecho, todo esto que está pasando con Sartor no es por Azul Azul o la U, es por el efecto en el mercado de capitales. La CMF actuó rápido porque se está afectando el mercado completo, no es por el mercado del fútbol. El fútbol es un negocio especial, por algo entran personas naturales a clubes que están quebrados, con pérdidas, a invertir en algo que los puede llevar al despeñadero. La actividad entrega mucha visibilidad, pero económicamente es poco relevante.

-¿Usted considera que los clubes se aprovechan de esa irrelevancia, al igual que la ANFP?

Los clubes lo saben, por supuesto. La ANFP es otro capítulo. La situación de los clubes está desmejorada, por decirlo de una manera, y la que se encarga de agrupar y regular a los clubes y de organizar los campeonatos, la ANFP, está peor; entonces no hay ningún control. Las cifras indican que el actual estado de la ANFP es similar al de la antigua Asociación Central de Fútbol. Pero ahora es más grave, en el sentido de que hay ingresos nuevos, la televisión, la publicidad, por dar algunos. Pero cuidado, la desvalorización viene de hace mucho tiempo y el dinero que andaba dando vueltas era producto de un momento histórico de la Selección. Esos montos ya no van a estar cuando se negocien nuevos contratos. Y lo otro que me parece sorprendente es que los clubes sigan peleados con su socio estratégico, el que más recursos aporta. Si metiste a tu socio en tribunales por partidos no disputados... mejor cerrar la cortina, porque no hay nada más que hacer.

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