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“El equipo que tiene Boca Juniors no está armado para lo que le pueda dar Carlos Palacios”

Omar Labruna, el ex entrenador de Colo Colo y actual comentarista de TyC Sports, adelanta el escenario de los chilenos que jugarán el campeonato argentino.

Omar Labruna El ex DT de Colo Colo y comentarista de fútbol hizo una realista proyección de la temporada 2025 para algunos chilenos que juegan en Argentina. (Martin Thomas/Photosport/Martin Thomas/Photosport)
  • “No creo que Gallardo quiera desprenderse de Paulo Díaz, pero quizás River como club, sí”
  • “Talleres, en poco tiempo más, va a colocar a Barticciotto en Europa”
  • “Muchísimos en Colo Colo aún se acuerdan de mí por la frase ‘se terminó la moda’”

Omar Labruna (67) conoce las exigencias de estar en clubes grandes del continente. Fue ayudante de Ramón Díaz en River Plate, dirigió a Colo Colo y pasó por Deportivo Cali. Desde su actual tribuna, como panelista de TyC Sports, analiza lo que se le viene a Carlos Palacios en Boca Juniors y a otros chilenos en el complejo y exigente fútbol trasandino.

-¿Qué perspectivas cambian cuando se analiza el fútbol como comentarista y no como técnico?

En TyC Sports fui entrando de a poco en ritmo de estar con periodistas prestigiosos y de experiencia. El periodismo opina de lo que se ve en la cancha, y yo puedo incursionar en un partido, pero también en lo que se vive en un vestuario. En ese aspecto, siento que tengo una pequeña ventaja, como para poder opinar con fundamentos lógicos.

-¿Puedes detallar cuál es el plus de haber estado dentro de un vestuario?

La vivencia. Más en mi caso que pienso como entrenador, que uno lleva su idea al aspecto individual primero, y luego a un análisis colectivo. Algunas veces me pongo en el lugar de un entrenador, qué indicación pudo haber dado, cómo se dirige a un jugador, los post partido, las previas, desde ese lugar siento que uno tiene la ventaja sobre el periodista, que estudió para otra cosa.

-¿Cuando se es entrenador, usted cree que se entiende la labor periodística de la crítica?

Es parte del juego. La crítica depende mucho de la circunstancia. Hay contingencias en las que el entrenador tiene que adecuarse y eso no se analiza. Muchas veces, cuando arrancás una temporada es más sencillo, porque armás el plantel de la forma en que querés jugar; y cuando tomás un plantel ya armado a mitad de campeonato, tenés que sacar una cantidad de puntos determinada y no hay tiempo para hacer más. Los buenos equipos son los que tienen una identidad, que por lo general es la idea que quiere el entrenador. Hay técnicos que tienen una fisonomía de juego, una filosofía, y vos ves que el equipo al poco tiempo ya encuentra el juego.

Como ayudante técnico en River Plate ganó varios títulos. Labruna quiso volver a estar en un club grande cuando dejó Audax para irse a Colo Colo.
Omar Labruna y Ramón Díaz Como ayudante técnico en River Plate ganó varios títulos. Labruna quiso volver a estar en un club grande cuando dejó Audax para irse a Colo Colo.

Su paso por Chile comenzó en Audax Italiano, un club tradicional pero no con las pretensiones de uno grande. ¿Qué recuerda de esa experiencia?

En Audax estuve más de dos años (2010-12). Una institución que en ese momento estaba en una etapa de crecimiento. Me contrató la familia Antillo y tuve la suerte de tener 30 días para trabajar antes de jugar, porque llegué antes de que comenzara el Mundial de Sudáfrica. Agarré el equipo en el puesto 14 y terminamos terceros. La ANFP me distinguió como el técnico del año. En el equipo ideal pusimos 5 o 6 jugadores. Ese Audax reflejó mi manera de ver el fútbol, era muy ofensivo y muy fuerte de local. La campaña en Audax me permitió pasar a Colo Colo.

“Puse de mi dinero para llegar a Colo Colo”

-¿Conducir Colo Colo es como dirigir a uno de los grandes en Argentina?

Colo Colo es el equipo más importante de Chile. Tiene hinchas en todo el país. Jugás siempre a estadio lleno, hay un fanatismo muy grande. Yo me pude haber quedado mucho tiempo más en Audax, pero cuando se me presentó la posibilidad de ir, dije ‘es la oportunidad’. Yo quería estar, tanto, que puse dinero de mi bolsillo, porque me quedaba más de un año de contrato con Audax y ellos no me querían dejar partir. Tuve que pagar junto a Colo Colo una cláusula, y eso el hincha también me lo reconoció en su momento. Después de haber estado varios años en River junto a Ramón Díaz y también como jugador, quería volver a vivir la experiencia. Llegar a Colo Colo era tener la opción de estar en otro equipo más grande de un país.

-¿Cómo se sintió al dirigirlo?

Cuando llegué, las cosas no iban muy bien, así que fuimos de a poco armando un equipo, encontrando el estilo de juego que quería. Dirigir un equipo grande nunca me incomodó, porque yo tenía la vivencia de River. A otro quizás le habría costado... Si se hubiera jugado como en Argentina, habría salido campeón, pero entramos al reducido (playoffs) y, lamentablemente, en semifinales nos eliminó Unión Española. Pero pudimos ganarle los clásicos a Católica, y a la Universidad de Chile de Jorge Sampaoli, en un Monumental que explotaba. Después de ese triunfo, se me dio por decir una frase que se quedó pegada entre los colocolinos: “La moda se terminó”. Lo dije porque la U era un equipo que jugaban muy bien y que con Sampaoli había tenido una etapa gloriosa.

-¿“La moda se terminó” fue algo que tenías pensado decir?

No, me salió en el momento. Mis primeros seis partidos en Colo Colo fueron difíciles, porque jugábamos casi sin público, porque el estadio estaba semi clausurado, y los resultados no fueron buenos. Hasta que pusimos al equipo en forma, junto al profe Jorge Fleitas, y agarramos una racha. Ese clásico nos tomó en un buen momento, aunque Colo Colo llevaba una seguidilla de partidos en que no podía ganarle a la U. Y cuando terminó, yo, con toda la euforia, entrando al camarín y frente a toda la prensa, les dije: ‘huevones, la moda se terminó’. Con esa frase quedé muy identificado con el hincha, porque más allá de ver a un entrenador, lo interpretaron como que yo llevaba la camiseta del equipo muy puesta.

"Mis primeros seis partidos en Colo Colo fueron difíciles, porque jugábamos casi sin público, porque el estadio estaba semi clausurado, y los resultados no fueron buenos", recuerda.
Omar Labruna en el Monumental"Mis primeros seis partidos en Colo Colo fueron difíciles, porque jugábamos casi sin público, porque el estadio estaba semi clausurado, y los resultados no fueron buenos", recuerda.

-¿Colo Colo y la U son dos clubes que en Chile se diferencian demasiado del resto?

Sí, claro que hay diferencias. Colo Colo y Universidad de Chile son dos instituciones con muchos seguidores y una muy buena infraestructura para entrenar. Pero Colo Colo es diferente. Es el más grande, sin discusión, y sin querer desmerecer a la U o a Católica. Las exigencias son inmensas, el hincha te apoya, pero quiere que el equipo gane. Aparte que transmita ganas, que juegue y que meta los 90 minutos. De local, la gente presiona y tenés que parar un equipo ofensivo. Yo eso lo llevo adentro y a mis jugadores en las charlas técnicas les hablaba dos o tres aspectos de los rivales, y el resto era centrarnos en nuestras capacidades. Estar al mando de un club grande es muy motivante. Para mí, después de River, Colo Colo fue el equipo más grande que dirigí. Y eso que en Colombia estuve en el Deportivo Cali, en Argentina estuve también Huracán, Belgrano de Córdoba, con hinchadas poderosas.

“Almirón supo darle libertad a Vidal”

¿Qué viste en el Colo Colo de Jorge Almirón y su rendimiento en Copa Libertadores? Al menos de afuera se vio un equipo más duro y metedor que vistoso, con algunos jugadores como Vidal y Palacios que le daban una pincelada de calidad.

Vi un equipo muy sólido. Almirón es un técnico al que le gustan los equipos balanceados, que salen jugando desde atrás, partiendo con su arquero que juega prácticamente al borde del área. No era un equipo que atacara permanentemente con los laterales, sino que mantenía un equilibrio, y que, más allá de la seguidilla de triunfos al final, fue un justo ganador del torneo. Contra River hizo una buena performance, tanto en Santiago como en Buenos Aires. Acá en Argentina no vino a meterse atrás, jugó de igual a igual en Núñez.

-¿Qué te pareció la vigencia de Arturo Vidal? Cierto que no es el mismo de hace años, ¿te sigue siendo un jugador de otra categoría?

Vidal es un jugador que ya está grande, es el que pone la pausa, la experiencia. En esos dos partidos lo vi en una buena actitud física, porque en Argentina ya se pensaba que su largo recorrido podía hacerle mella. Mantiene un buen despliegue, además que son de ese tipo de jugadores que han jugado en diferentes posiciones y Almirón tuvo la visión de darle libertad y hacerlo sentir cómodo. Vidal es, además, un jugador que habla mucho con el árbitro, que dirige mucho el juego, que habla con los rivales, que se banca la presión.

-En River Plate hace unos meses llegó Pezzella y acaba de arribar Martínez Quarta, ¿sientes que terminó el ciclo de Paulo Díaz, después de haber demostrado con creces que tiene calidad para jugar en el club?

River tiene muchos compromisos en el año, copas, campeonatos, ligas, siempre tiene que haber dos buenos jugadores por puesto. Marcelo Gallardo debe querer tener una sana competencia interna. Paulo Díaz tuvo en general un muy buen desempeño, con algunos altibajos; creo que su puesto es el de central, entonces no pienso que lo quieran usar de lateral, porque no tiene las características que requiere River para esa función, más allá de que en San Lorenzo alguna vez lo hizo. En algún momento se dijo que él estaba buscando dar un salto, más bien pensando en su bienestar económico. No creo, sinceramente, que Gallardo quiera desprenderse de él, pero si llega una buena oferta económica, quizás River como club sí quiera hacerlo.

"Marcelo Gallardo debe querer tener una sana competencia interna. Paulo Díaz tuvo en general un muy buen desempeño, con algunos altibajos", opina Labruna.
Paulo Díaz junto a su actual entrenador"Marcelo Gallardo debe querer tener una sana competencia interna. Paulo Díaz tuvo en general un muy buen desempeño, con algunos altibajos", opina Labruna.

-¿Qué te parece la contratación de Gonzalo Tapia? ¿Lo ves jugando en un River Plate que este año tiene desafíos urgentes a nivel local e internacional?

La verdad es que lo he visto poquísimo, además de saber que juega de extremo. Primero tiene que llegar a adaptarse a River, que no es fácil. El tiempo que demore, dependerá de él. Luego, para esa función se requiere tener buen pie, ser fuerte en el uno contra uno, que no todos lo son, y después, saber jugar en conjunto, no es solamente correr y meter, como en otros clubes.

“Palacios aún está verde”

-El que ya está viviendo un período de adaptación es Carlos Palacios en Boca Juniors. Con la diferencia que Boca tiene otras características y que Palacios sabe lo que es jugar en otro grande, como Colo Colo. Aunque lo de Boca puede ser muy exigente en cuanto al ritmo. ¿Cómo lo visualizas a Palacios?

Llegar a Argentina desde Chile trae implícito adaptarse a un juego de mayor intensidad. Pero, últimamente, han llegado chilenos que han demostrado tener muy buen nivel, como es el caso de (Rodrigo) Echeverría en Huracán, y el mismo (Williams) Alarcón. Palacios parece ser un excelente jugador, para ubicarse detrás del 9, y jugar suelto. Boca tiene necesidades muy importantes, porque se desmanteló un mediocampo que venía de la época de (Diego) Martínez, se fueron Pol Fernández y (Cristian) Medina, dos piezas importantes. Palacios tiene algo de desfachatez y atrevimiento que Boca tiene que entender, y el error que ha cometido con muchos jugadores es que Boca piensa que los futbolistas que llegan se van a adaptar rápido. Si la gente del club cree que Palacios va a aportar en lo inmediato, hoy no lo veo. Es cierto que tiene la vivencia de Colo Colo, ya hablamos de la exigencia que supone jugar en Chile con esa camiseta. Pero al chico lo veo todavía verde para Boca. Va a necesitar que Gago le reacomode un mediocampo que le facilite el trabajo. Para mí no es Palacios el hombre que tome las riendas del equipo, por sus características no me parece que sea un distribuidor o un eje. Es un jugador más picante, que pisa el área y le gusta llegar al gol. Pero para que eso se cumpla, Boca tiene que traer otros jugadores.

-Con Edinson Cavani sucedió algo similar, tardó para que apareciera.

Palacios es un jugador joven, con buenas condiciones, pero necesita gente que lo pueda asistir, que lo pueda conocer; no es el armador de un equipo, es más un finalizador, que pueda ir por las bandas, un segundo 9. Más allá de que a Gago le gustan los equipos que busquen, que vayan al frente, desde mi perspectiva, al chileno hay que darle libertad, pero el equipo que hoy tiene Boca no está armado para lo que le pueda dar Palacios.

"Acá no le van a dar tiempo para recibir ni girar. Eso es lo que más le va a costar, porque ponerse en lo físico, todos lo hacen", afirma el ex entrenador albo.
Carlos Palacios en Boca Juniors"Acá no le van a dar tiempo para recibir ni girar. Eso es lo que más le va a costar, porque ponerse en lo físico, todos lo hacen", afirma el ex entrenador albo.

-Sin contar que a Boca nadie le regala nada.

Todos los clubes en Argentina esperan la fecha para enfrentar a River o a Boca. Acá a Palacios no le van a dar tiempo para recibir ni girar. Eso es lo que más le va a costar, porque ponerse en lo físico, todos lo hacen. Por eso insisto en que Boca tiene que fortificar su mediocampo, que le inicien la jugada, que le hagan el pase entre líneas para que pueda lastimar.

-¿Mantienes contacto con la gente de Chile?

Con Aníbal Mosa, que ya estaba como dirigente cuando dirigí en Colo Colo. Hace poco estuve en Chile para el partido de las estrellas entre Colo Colo y River Plate. Ahí me encontré con Fierro, Mena, Paredes, y varios periodistas; ojo, que yo estuve cuatro años en Chile, para estar ese período dirigiendo en otro país, te tiene que ir muy bien. Y más con el público chileno, que cuando a los argentinos nos va bien, nos valoran, pero cuando no, nos dan duro. Con Marcelo Barticciotto tengo una buena relación, porque Bruno jugaba con mi hijo Marcos cuando tenían 11 o 12 años, en las infantiles de Universidad Católica. Dejé buenos amigos y buenos recuerdos en mi estadía en Chile.

-¿A Bruno Barticciotto ya le veías condiciones a esas edad?

Bruno es un muy buen jugador, potente, que ha crecido mucho. La primera etapa tuvo algunas lesiones, propias del cambio del fútbol chileno al argentino, que no te da tiempo para controlar, que es más agresivo para marcar. Pero después se adaptó muy bien, marcó diez goles en la temporada, pasó por la Selección Chilena. Creo que Talleres, un club que sabe invertir, en un tiempo más lo va a colocar en Europa. Es un delantero picante, que sabe tirarse atrás. Claro que era muy diferente a cuando jugaba con mi hijo, tenía 12 años y era flaquito, rapidito, pero ahora está consolidado y totalmente adaptado.