“Hablo seguido con Almirón, Álvarez, Miguel Ramírez, Salas"

El jefe técnico de las selecciones juveniles afirma que mantiene contacto con todos los entrenadores de Primera. “Con ellos tengo otras conversaciones” que con los técnicos de series menores.

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Nicolás Córdova, jefe técnico selecciones juveniles de Chile.Nicolás Córdova, jefe técnico selecciones juveniles de Chile.
Nicolás Córdova, jefe técnico selecciones juveniles de Chile."Estamos subestimando el desarrollo futbolístico de muchos países que antes pensábamos que no nos iban a pillar, pero que hoy nos han pasado", precisa el entrenador.
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Al referirse de los cambios físicos que experimenta un futbolista joven que parte a jugar al Viejo Continente, Nicolás Córdova sostiene que en Chile “no es que sepamos menos que en Europa. La diferencia es que allá el trabajo es sistemático".

-¿Qué déficits o precariedades debieron enfrentar para empezar a aplicar la metodología en las series juveniles? ¿Un tema de condición física, de canchas para entrenar, de recurso humano?

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Todo está ligado. Un dato básico: en Chile hay 1,7 canchas por club. Eso condiciona, por ejemplo, a que si tienes tantas categorías, tengas poco espacio para entrenar. Esta carencia inmediatamente merma la forma para una práctica, porque terminas trabajando en espacios reducidos. El fútbol se juega en una cancha de 110 por 75 metros, entonces hay espacios que cubrir hacia atrás y que atacar hacia adelante. Si entrenas en superficies de 40 por 40 o incluso 30 por 30 metros, no tienes espacios para entrenar y eso hace que el jugador adquiera hábitos muy difícil de sacarse: el extremo que va a jugar solo adentro, el volante que solo juega en el medio, los centrales que solo van hacia adelante y no marcan hacia atrás cuando pica el delantero, porque tienen una línea de la cancha y no más espacio para practicar. Entonces, es complejo porque por más que se quieran hacer cosas, no se puede.

¿Y respecto de la condición física de los jugadores menores?

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Le hemos dado mucho énfasis a los parámetros físicos, no porque cambien tus cualidades físicas, porque un jugador rápido lo será siempre. Ahora, yo lo quiero rápido en los últimos 15 minutos, y para que así sea el chico tiene que estar con una masa muscular, una masa adiposa, unos pliegues adecuados, si no, no podrá competir. Y en ese aspecto tenemos muchísimo déficit. Cuando llegan a las selecciones, se miden y se le envía la información al club. Y le decimos a los responsables: ‘Estimado, este es un jugador seleccionado tuyo. Lo vamos a seguir llamando, pero hazte cargo’. ¿Qué esta comiendo, dónde está comiendo, con quién está comiendo? ¿Cómo le vamos a cambiar sus hábitos? Acá le damos la alimentación requerida, desayuno, almuerzo, cena, meriendas, proteínas al término del entrenamiento, mediciones de la nutricionista cada vez que vienen; se les enseña lo que tienen que hacer, lo que deben comer. Los dividimos en tres grupos: los que deben aumentar masa muscular con ración extra de proteínas, los que tienen que mantenerse y los que tienen que bajar los pliegues, con menos carbohidratos y más ensaladas. Todo esto es para poder competir. Es una educación que yo sí echo de menos en los clubes. Y lo he hecho saber. ¿Cuántas veces hemos visto a ese chico debilucho que se va a Europa y a los cuatro meses vuelve a la Selección con otro aspecto físico? La pregunta es por qué pasa esto, si todos los que trabajamos en el fútbol sabemos cómo se hace. No es que sepamos menos que en Europa. La diferencia es que allá el trabajo es sistemático.

Nicolás Córdova, jefe técnico de las selecciones juveniles de Chile."A los clubes les interesa tener seleccionados. Hay gente que le interesa menos, y no pasa nada. Nosotros ponemos a disposición nuestro trabajo", afirma el entrenador de la Sub 20.

“Selecciones menores eran una isla”

-¿Cree que su mensaje tiene eco en todos los clubes por igual o tiene una barrera de entrada más permeable en los clubes acostumbrados a trabajar mejor sus divisiones inferiores?

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No quiero encasillar a clubes, porque al final los clubes son personas. Hay personas que están más dispuestas que otras. Tengo una relación maravillosa con el 70 por ciento de los jefes técnicos de los clubes. Tenemos un contacto fluido de intercambio. Cada vez que terminamos un microciclo, llamamos a todos los jefes técnicos de los equipos de los convocados e informamos del estado de sus jugadores. Ya se generó un ida y vuelta, porque la conveniencia es para los dos. A los clubes les interesa tener seleccionados. Hay gente que le interesa menos, y no pasa nada. Nosotros ponemos a disposición nuestro trabajo. Al que le interese, puede venir cuando quiera a los entrenamientos. Y han venido muchísimo.

-¿Indistintamente de todas partes?

De todas partes. Hicimos cinco microciclos regionales. Por ejemplo, la mitad del staff fue a Concepción. Armamos un grupo con los ocho jefes técnicos de la región. Cada uno envió cuatro jugadores de una categoría. Nos juntamos en Concepción, Huachipato facilitó las instalaciones y nosotros entrenamos tres días a sus jugadores para poder visionarlos. Fueron invitados todos los técnicos de Concepción al sur. Llegaron 60 entrenadores, todos estuvieron dentro de la cancha con nosotros, viendo lo que hacíamos, charla de entrenamiento, charla nutricional, del departamento de arqueros, del área física, para ver qué estamos haciendo, para dónde vamos. Hoy todos los estamentos técnicos del fútbol juvenil tiene nuestros entrenamientos, nuestros parámetros.

-¿Se ha notado alguna evolución desde que comenzó el trabajo?

Partamos con que las selecciones juveniles eran una isla, nadie sabía qué estaban haciendo. Nosotros estamos cambiando eso, porque la responsabilidad es muy grande, y no es sólo mía como jefe del cuerpo técnico de las selecciones juveniles. Yo voy a poner la cara en los Sudamericanos como jefe y entrenador, pero la responsabilidad es de todos los que trabajamos en el fútbol joven en Chile. Ha habido una notoria evolución, no voy a individualizar, pero hay clubes que han generado planes de desarrollo para ciertos jugadores, otros que nos han pedido autorización para copiar el método, cuando en realidad no tienen por qué pedir permiso. Es algo lento, claro que sí. Catar lleva 17 años haciendo esto -muchas cosas las he sacado de allá-, pero ya ganó dos Copas de Asia. Japón lleva 15 años, y está en todos los Mundiales y compite. Estados Unidos vino acá y en el primer partido nos doblegó; en el segundo partido hicimos ajustes y ganamos 2-1, pero con la soga al cuello. En Chile estamos subestimando el desarrollo futbolístico de muchos países que antes pensábamos que no nos iban a pillar, pero que hoy nos han pasado. Irán, Uzbekistán, Corea del Sur, Japón son países que tienen proyectos muy importantes.

Carencia de formadores

-¿Qué tan importante para el proceso es la receptividad que tengan de los técnicos de los primeros equipos de los clubes?

Con ellos tengo otras conversaciones. Hablo seguido con Almirón, Álvarez, Salas, Miguel Ramírez, con todos. Tengo claro que al inicio de los procesos de la Sub 20, es muy probable que los jugadores no estén en el primer equipo. En noviembre de 2023, no había más de dos Sub 20 seleccionados en el primer equipo. Este año, el 90 por ciento está. Entonces ahí la relación cambia. En función de eso, hemos entrenado de lunes a miércoles de la semana siguiente durante las fechas FIFA y aprovechamos de jugar también los amistosos. En 2025 repetirlo será impensable, porque los jugadores Sub 20 ya son parte del primer equipo. Pero eso es maravilloso. ¿Qué me conviene más: tener a Gabriel Pinto jugando las finales de ascenso de Limache o entrenando con nosotros? El otro día el arquero de Recoleta, Ignacio Sáez, jugó las semifinales de la Primera B en Talca contra Rangers, con 14 mil espectadores. Obvio que quiero que jueguen. El otro día teníamos tres partidos de fecha FIFA y desconvoqué a Ignacio Vásquez, de la U, porque me dijeron desde el club que era probable que jugara en la final de Copa Chile. Perfecto: cambio un partido amistoso contra Perú por una final por los puntos. ¿Qué es más valioso para el jugador? El proyecto a nivel individual son los jugadores, no es la Selección como tal. A nivel metodológico nosotros no entrenamos equipos, entrenamos jugadores, porque la mejora debe ser a nivel individual. Lo colectivo no puede ser mejor, si no tienes jugadores de alto nivel. Volvemos a las copas América que ganamos: ¿por qué Chile jugaba tan bien colectivamente? Teníamos uno mejor que otro. Alexis sabía que el pase le iba a ir al pie, porque Marcelo Díaz se la iba dar a Charles a la izquierda, para que se la diera a Sánchez en ventaja...

Nicolás Córdova se refirió a Arturo Vidal."Arturo es un tema muy complejo. Él muestra una faceta de su vida en redes sociales que no es la real. Ese tipo se entrena como nadie, se alimenta como se tiene que alimentar. El que sale en redes es un personaje".

-Convengamos que igual estamos hablando de jugadores excepcionales, que se salen de la norma histórica chilena. ¿Usted cree que se puede alcanzar ese nivel individual con esta metodología?

Sí y no. Sí, porque efectivamente ellos han llegado a un nivel excepcional, ¿pero hubieran sido así de no haber jugado un Mundial de la categoría juvenil? Tenemos la duda. ¿Vidal hubiese llegado a ser quién es si no fuera porque lo entrenaron Borghi, Bielsa, Ancelotti, Guardiola, Conte? Quien te educa es vital. Por eso el proceso formativo es determinante. Arturo es un tema muy complejo. Él muestra una faceta de su vida en redes sociales que no es la real. Ese tipo se entrena como nadie, se alimenta como se tiene que alimentar. El Vidal que yo conozco, el Vidal que vino a entrenar con la Sub 23, que se prepara para competir, es otro muchacho. Es otra persona. El que sale en redes es un personaje. Porque para jugar en esos niveles, con esa gente, es que no te alcanza si no te entrenas como debes. Ese chico jugó con 40 grados de fiebre contra Perú y metió dos goles (Chile 2- Perú 1, octubre de 2016), aunque a las 5 de la tarde estaba botado en la cama, le movían las sábanas y tiritaba. Ese tipo se levantó y fue a jugar. Eso tiene que ver también con una preparación mental, que a lo mejor lo tiene basal, pero todos esos jugadores terminaron siendo lo que son por las manos que los tocan durante el proceso.

-De cada maestro, un aprendizaje...

Por eso es tan importante que se entienda que en un proceso estén las personas justas para cada etapa. Un niño a los 13, 14, 15 años tiene que estar con los mejores formadores que se pueda tener, porque los están educando para ser futbolistas. Y en Chile eso no se logra entender del todo. Todos los técnicos hoy quieren dirigir en Primera División. Tenemos una carencia de formadores tremenda. Ahí tenemos un punto de conflicto grande para lo que viene.

-¿Tan grande como la falta de canchas o infraestructura?

Tanto... Digamos que se la pelean al quinto set.

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