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La aventura más desgraciada de Jorge Sampaoli en Francia

El entrenador argentino Jorge Sampaoli no pudo convencer, emocionar ni ganar lo suficiente para sobrevivir poco más de dos meses en la Liga francesa. Su deseo de mantenerse vigente en el Rennes lo llevó incluso a renunciar a varios de sus principios en el manejo grupal y mediático. Nada de eso le resultó.

Una campaña lamentable Jorge Sampaoli tuvo un paso para el olvido en Rennes, con el quizás selló un segundo regreso a la Ligue 1.

Jorge Sampaoli es el nuevo entrenador del Stade Rennes”. La noche del lunes 11 de noviembre de 2024 marcaba sus últimos minutos cuando el club presidido por Arnaud Pouille dio por concluido una noticia que de misterio ya no tenía nada. El técnico argentino fue visto en el Roazhon Park observando una nueva derrota de los rojinegros ante el Toulouse del chileno Gabriel Suazo (0-2) y el estancamiento del equipo en la posición 13 de la tabla, un punto sobre los playoff del descenso. El exseleccionador de Chile había ingresado al estadio ya con un acuerdo firmado con el mandamás del Rennes y el director deportivo Frederic Massara.

Los objetivos de su regreso a Francia -dirigió al Olympique de Marsella en 2021-2022- eran olvidar su convulsionada salida del Flamengo, que concluyó llena de polémica en septiembre de 2023, y resucitar a un Rennes que caminaba sin destino en la Ligue 1. Con 64 años a cuestas y dos proyectos truncados prontamente por los resultados (Sevilla, octubre 2022-marzo 2023; Flamengo, abril-septiembre de 2023), “el técnico de carácter fogoso”, como remarcaba la prensa local, buscaba revancha.

La inducción que le hizo Pouille en la web oficial del Rennes refleja el nivel de expectativa sobre su arribo. “Jorge es un entrenador reconocido en el panorama internacional por su profesionalismo y su humanismo. Tiene un fuerte apego a sus jugadores, a sus compañeros, es un hombre leal y comprometido. Durante nuestras conversaciones, apreciamos inmediatamente su amor por el juego y su deseo de defender un proyecto colectivo. Toda la dirección deportiva comparte el análisis de Jorge sobre lo que debemos poner en marcha: gusto por el trabajo, exigencia en el esfuerzo, lealtad, respeto a los hombres y a la institución”.

Jorge Sampaoli en el Roahzon Park. Sería la primera vez y casi única que se le vería con su cabeza descubierta.
La primera aparición públicaJorge Sampaoli en el Roahzon Park. Sería la primera vez y casi única que se le vería con su cabeza descubierta.

La primera exigencia de Sampaoli a la que cedió el Rennes fue llegar con su staff básico: Diogo Meschine, Pablo Fernández y Marcos Fernández. Los dos primeros tenían currículums conocidos por los seguidores del fútbol galo. El brasileño Meschine había trabajado en Marsella y Sevilla con el argentino y operaba como el asistente de campo que dirige las prácticas y colabora en la composición del equipo. Del preparador físico Pablo Fernández todos recordaban sus arrebatos: en agosto de 2021, golpeó a un aficionado del local Niza que había ingresado a la cancha en una visita del OM, siendo castigado hasta final de temporada, y en Brasil repitió la dosis de golpes con Pedro, figura del Flamengo, lo que le costó la salida, pese a la defensa de su jefe. El otro Fernández es hijo de Pablo, un poco menos explosivo que su progenitor.

Encantador y obsesivo

El contrato de Sampaoli con el club bretón comenzaba el 11 de noviembre y se extendía hasta el final de la liga 2025/26. Pero Sampaoli llevaba diez días mapeando al equipo y a sus jugadores. La prensa elucubraba: “Trabajador obsesivo, hábil en el manejo de las emociones, el argentino es un táctico más pragmático y menos loco de lo que parece. Aficionado a los entrenamientos cortos pero intensos, a veces repartidos entre varios grupos de jugadores, el argentino es visceralmente apasionado de lo que hace”.

Los resultados en el OM lo acompañaron -en 2021 fue 5º y en 2022 terminó 2º-, primero gracias a su solidez defensiva y luego, a su eficiencia ofensiva. En aquella época, Sampaoli fue objeto de elogios de toda la crítica especializada por los sistemas tácticos adaptables, un 3-5-2 preferente pero no fijo, y la presencia de varios jugadores utilizados en roles híbridos o innovadores. La sobrepoblación de jugadores detrás del balón en la fase ofensiva, el famoso fútbol posicional, hicieron al argentino ganarse una admiración del medio galo.

Antes de dirigir su primer entrenamiento en Rennes, las referencias de los comentaristas sobre su paso por el Olympique de Marsella evocaron el plan de instalación en el fútbol francés. “Al principio todo era fuego y llamas, en un supuesto desequilibrio. Pero luego cambió de planes, empezó a jugar más al ‘balonmano’... No siempre fue muy bonito, pero dio sus frutos. En Rennes será bastante pragmático con el equipo que tiene y obtendrá resultados, ¡aunque le lleve un poco de tiempo!”, pronosticaban los medios partidarios.

En las entrañas del club, era el manejo de grupo lo que interesaba sobremanera. “Parece un entrenador mucho más cercano a sus jugadores de lo que lo era Julien Stéphan (el DT saliente). Para ayudar a reconstruir un vestuario que hasta ahora está disperso y recuperar algo de esa confianza que se ha evaporado por completo, esto va a ser necesario”.

Y las reseñas de Sampaoli en un pasado lejano se repitieron en los medios de la ciudad francesa, capital de la región de Bretaña. “La conexión emocional es fundamental. Prefiero las palabras a las imágenes para transmitir mi mensaje. Porque la imagen es engañosa. Puedo detenerlo y mostrar lo que quiera. Pero tenemos que ser emocionalmente desencadenantes. Y lo genero a través del habla. Puedes poner un ejército de hombrecitos en la pizarra y moverlos, pero los jugadores son seres humanos”.

La dialéctica del candilense

Martes 12 de noviembre. Sampaoli aparece en gloria y majestad en el estadio del Rennes. Ofrece una conferencia que deja maravillada a la audiencia por ese lenguaje florido y prometedor, tan conocido en Chile y otros lados cuando aún no se sienta en el banquillo.

Después de seis meses en Flamengo y una salida tormentosa, Sampaoli volvía a un club que solo le exigía mejorar la campaña.
Buscando la revanchaDespués de seis meses en Flamengo y una salida tormentosa, Sampaoli volvía a un club que solo le exigía mejorar la campaña.

“Acepté, porque es un club grande, lo que me da la oportunidad de liderar un proyecto y dar pasos adelante. Y porque se trataba de construir algo en un país donde pasé un año y medio, en otro club, y que me gusta mucho. Intentaremos tener un equipo mucho más organizado, conseguir un funcionamiento colectivo que nos permita desarrollar una identidad propia, con una cultura de juego”, fue la primera respuesta de Sampaoli a un encuentro que duró casi una hora.

El argentino empezó a desplegar su arsenal de frases: “En tiempos de crisis hay que dar en el blanco”, “Tengo que ayudar a que este sufrimiento se transforme en confianza”, “A veces mi comportamiento es excesivo, ¡pero esos son mis genes competitivos!”, “Creo que mis ambiciones son a veces irrealizables, inalcanzables para los clubes”.

La conferencia dejó a todos conformes. Y expectantes. Rennes, un club que siempre se ha caracterizado por un estilo de moderación, incluso en su forma de jugar, necesitaba lo que el propio Sampaoli describió como “un electroshock”, que fuera capaz de emocionar. “No quiero que este club cambie porque yo venga, sino porque la ciudad, la gente lo merece”, cerró el técnico ante el aplauso de varios funcionarios que escuchaban sus palabras.

El primer no europeo en la banca

La presencia de Sampaoli generó un verdadero furor en la ciudad de 200 mil habitantes, sobre todo porque el anterior entrenador, Julien Stéphan, pese a que tenía historia al mando del equipo, se había divorciado de la hinchada. El candilense entró con un fuerte apoyo mediático, y su popularidad nunca más estaría tan encumbrada que antes de dirigir: una encuesta del medio ouest-france.fr le dio el 67% de satisfacción con su llegada.

24 de noviembre. El debut en Lille estuvo precedido de una fecha FIFA que le permitió trabajar con algo de tiempo (12 días), aunque enfrentó numerosas salidas de jugadores a la selección. Una derrota por la cuenta mínima frente a un rival que cumple un buen papel en la Ligue 1 y en la Champions, no lo hace retroceder ni un centímetro. “Mi prioridad es hacer que el equipo vuelva a ser competitivo. Veremos las ambiciones en una segunda fase, pero hay mucho progreso por hacer”. El buen trabajo defensivo es opacado por el resultado y la pésima performance ofensiva, una de las peores de la temporada.

Jorge Sampaoli trabajó doce días antes de su primer compromiso oficial. Le tocó empezar con uno de los fuertes de la Ligue 1.
Debut en Lille con una derrota.Jorge Sampaoli trabajó doce días antes de su primer compromiso oficial. Le tocó empezar con uno de los fuertes de la Ligue 1.

“Voy despacio, algunos jugadores llegaron tarde (por la fecha FIFA). Para mí lo más importante es inculcar una cultura, no importa si somos cinco atrás, cuatro atrás, 5-4-1, 4-4-2. La Ligue 1 ha cambiado mucho. Necesito que el equipo tenga una organización bajo control, la transición de los equipos en Francia es muy fuerte, muy rápida”, comentaba el argentino.

30 de noviembre. El estreno en casa no puede ser mejor. Una goleada de proporciones al Saint Ettiene (5-0) hace ebullir a la hinchada, aunque alguna prensa no se deja engañar por la diferencia. El argumento es que la visita quedó con un jugador menos a los 37′, cuando aún iban empatados.

El Rennes de Sampaoli no logra despegar en la cancha. La posterior caída ante Nantes (0-1, 8 de diciembre) trae aparejada la expulsión del entrenador por airados reclamos. El traspié es combatido por una estrategia comunicacional. Esta vez, son miembros del staff los que defienden el trabajo del ex seleccionador chileno. “Jorge se convirtió en un entrenador famoso desde el momento en que provocaba pequeñas revoluciones adonde iba”, señala Pablo Fernández. “No creo que Rennes sea diferente. Jorge siempre tiene el objetivo de revolucionar, es parte de su identidad. Y creo que lo hará aquí también”.

El frenético paso de Sampaoli por Sudamérica, Sevilla o Marsella contrasta con el apacible Rennes. La calma que rodea al club representa un choque cultural con el estilo del técnico, que preocupa a un sector de los seguidores. Pero el PF Fernández insiste en que el camino está trazado. “La mejor revolución posible es que su equipo pueda jugar a su estilo lo más rápido posible y que todos los jugadores se identifiquen con este proyecto. Que jueguen con energía, con pasión, para contaminar todo lo que los rodea. Ese es el objetivo: que la gente se identifique con el equipo y se entusiasme del mismo modo que los jugadores”, concluye el preparador físico.

El año 2024 se cierra con dos resultados favorables. Triunfo en casa ante un disminuido Angers (2-0) y un 4-1 ante el Girondins de Bordeaux, un equipo de la Tercera división gala, por los 64.vos de la Copa de Francia, aportan alivio a una carga que se avizora pesada por la envergadura de los rivales en la Ligue 1. Sampaoli no se mide con ciertos conceptos duros para sus jugadores, e insiste que a su plantilla le falta calidad. Comentarios que para muchos se oponen a generar un buen ambiente en el camarín.

“El papel del DT está sobrevalorado”

El Rennes ocupa la 12a. ubicación en un mes de enero que será clave para alejarse de la zona de play-off (está a 4 puntos) y aproximarse al top 6 (7 puntos) que ambiciona para ingresar a un torneo europeo.

3 de enero. Rennes viaja hasta Niza y se regresa con un 3-2 en contra. Errores individuales mayúsculos de dos jugadores de confianza -el arquero capitán Mandanda y el defensor Faye- predominan en la memoria colectiva por sobre alguna mejoría en el juego, que surte de una especie de optimismo al equipo, especialmente desde que el portero Brice Samba y el volante marfileño Seko Fofana fichan en la ventana de pases abierta desde el 1 de enero.

Pero serán los acontecimientos posteriores los que diseñarán el deterioro de la relación de Sampaoli con sus dirigidos y el agote de la paciencia de los dirigentes y de la hinchada con la conducción del técnico.

11 de enero. Una semana después de la estrecha caída en Niza, en el Roazhon Park, Rennes no está a la altura y pierde 2-1 con el Olympique de Marsella. Sampaoli debe enfrentar agudas críticas a decisiones tácticas consideradas demasiado defensivas. “El papel del entrenador está sobrevalorado: dependemos enormemente de aquellos que son capaces de marcar la diferencia. Si lo hubieran hecho desde el principio del campeonato, probablemente yo no estaría aquí y el Rennes no estaría en esta situación”, afirma el entrenador, cuando los periodistas huelen que al DT se le están acabando las explicaciones.

Rennes pierde con Olympique de Marsella y Sampaoli no puede levantar a un equipo que no muestra mejoría.
Nueva caída que dueleRennes pierde con Olympique de Marsella y Sampaoli no puede levantar a un equipo que no muestra mejoría.

Siguen las malas noticias. El técnico no podrá estar en el banco el miércoles 15 de enero en Troyes, por los octavos de final de la Copa de Francia, luego de recibir una amarilla en Niza por abandonar la zona delineada. Será su segundo castigo y los periodistas se frotan las manos, porque la vez anterior -contra Angers- Sampaoli protagonizó algunas escenas públicas que provocaron risotadas en plena tribuna, al estar de pie viendo el partido junto a su analista de vídeo, César Arghirudis, y gritando su enfado o vociferando instrucciones a sus jugadores.

La debacle total

15 de enero. Troyes está a 480 km de Rennes. Futbolísticamente, las distancias entre uno y otro igual son manifiestas. El rival es un equipo de la medianía de la tabla, pero de la Ligue 2. El elenco bretón es ampliamente favorito para avanzar a los cuartos de la Copa, sin embargo su presentación es vergonzosa.

El argentino da espectáculo junto al analista de video. Cumplió un castigo, y desde la gradería perdió la paciencia con los jugadores, en pleno sector de prensa.
El chascarro en la tribuna.El argentino da espectáculo junto al analista de video. Cumplió un castigo, y desde la gradería perdió la paciencia con los jugadores, en pleno sector de prensa.

Pese al mayor porcentaje de posesión (68%) y a duplicar la cantidad de pases que Troyes, Rennes queda eliminado. El local anota en el único remate al arco que recibió en el partido. Sampaoli lo mira desde la graderías del Stade de l’Aube y no tiene explicaciones contundentes. Los hinchas lo destrozan por redes sociales por ubicar al mediocampista Fofana en el lado izquierdo del ataque, un “despropósito” que se repetirá posteriormente y que más parece un encaprichamiento del entrenador.

“El problema no está en la defensa, en general encuentro mejorable su funcionamiento, sino en la dificultad para desequilibrar al rival”, apunta el técnico. Su asistente en el banco, Diogo Meschine, apela a otros factores: “Si escuchamos a los aficionados, a los periodistas, necesitamos hacer muchos cambios... Creo que ahora mismo el equipo necesita mucho cariño, ¡no un electroshock!”.

El argentino ingresa a una fase de crisis con su grupo y los dardos le llegan desde todos los rincones. El presidente Pouille respalda a Sampaoli en la marginación de algunos a las citaciones, pero entiende que su liderazgo ante el grupo se ha debilitado. Un sector de la prensa que sigue al Rennes habla de “un compromiso sospechoso” por parte de los jugadores.

La tensión llega a los niveles que alcanzó cuando Rennes perdió 4-0 en Auxerre, el 3 de noviembre, y el entrenador de entonces cuestionó la fidelidad de los futbolistas con el club. Pouille dirige sus palabras a que sean ellos los que asuman su responsabilidad, pero en ningún caso exime a Sampaoli. El técnico suma ocho partidos, cinco derrotas y tres victorias. A esta altura, solo salvan al argentino su trayectoria y la poca intervención que tuvo en el armado del plantel, aunque ése era un dato de la causa cuando firmó el contrato. La única esperanza que va quedando para mejorar la campaña es que lleguen algunos otros refuerzos en la ventana de pases que vence el 3 de febrero.

Rennes cae frente al Troyes, equipo de la Tercera división francesa, y queda eliminado de la Copa de Francia.
El inicio del fin de SampaoliRennes cae frente al Troyes, equipo de la Tercera división francesa, y queda eliminado de la Copa de Francia.

18 de enero. Rennes pierde ante el Stade Brest, en un partido que la crítica lo evalúa como “decente”. Pero el oponente pasa por un mejor momento futbolístico y el equipo del argentino se desmorona ante la ventaja de dos goles que solo es acortada hacia el final. Es la cuarta caída al hilo y en La Piverdière, sede del club bretón, los esfuerzos están en conformar el plantel final que se tendrá cuando se cierre la ventana de pases.

“¿Cómo lucirá el equipo el 3 de febrero? Esta es la gran pregunta, mucho más que la del futuro de Sampaoli”, coinciden los medios. Pero la respuesta no la tiene el entrenador, de quien ya se especula que su incomodidad alcanzó niveles inquietantes. “El personal está trabajando para mejorar la situación, mantenemos la confianza para que las cosas puedan progresar”, confiesa el director deportivo Frederic Massara.

Inédita reunión con los hinchas

El partido del 25 de enero parece ser el deadline que se le fija a Sampaoli, aunque nadie lo quiere confirmar. Sin embargo, una decisión del propio entrenador reafirma su estado de desorientación.

Cuatro días antes del match decisivo ante el Mónaco como visitantes, la cabeza directiva y técnica del club decide reunirse con un grupo representativo de aficionados. Pouille, Massara y Sampaoli reciben en La Piverdière a los hinchas del Rennes. El encuentro no es casual. Mientras se registraba la derrota frente al Stade Brest, desde la galería Mordelles del Roazhon Park se lanzaron numerosos mensajes de protesta hacia los estamentos más altos de la institución. El pitazo final coincidió con duros epítetos contra el técnico, jugadores y dirigentes. En un club poco acostumbrado a salirse de madre, los insultos a viva voz afectaron el ánimo profundamente.

“Yo fui quien lo sugirió”, confesó Sampaoli en la rueda de prensa previa al desplazamiento a Mónaco. “Necesitábamos escuchar los sentimientos de los aficionados. Creo que juntos saldremos de esta situación, es la única manera de lograrlo. Ya no estamos en el tiempo de los reproches, sino en el de la unión. Cada uno tiene que hacer su parte, el equipo tiene que sentirse realmente apoyado. El escudo debe estar por encima de todo, debemos estar juntos”, fueron las palabras del técnico.

Pero en las oficinas administrativas del Rennes, la decisión estaba adoptada. Si no se volvía con los 3 puntos, Sampaoli no seguiría.

25 de enero. El mensaje de Sampaoli no penetra en los jugadores. Escasos de confianza, los conceptos de juego no son adquiridos por el colectivo. Nuevamente con grandes errores individuales, el desfavorable 2-3 termina con un Sampaoli lleno de ironía sentado frente a los reporteros. “Deberíamos jugar con más jugadores atrás... Entrenamos con un sistema diferente esta semana, el problema no es sin el balón, sino cuando lo tienes y lo pierdes intentando hacer la jugada”.

El millonario le corta la cabeza

Los rumores del despido recorren todos los pasillos de la sede el Rennes, pero nadie lo ratifica. Sampaoli retoma las prácticas el lunes 27, y pocas horas después el club oficializa el fichaje del delantero japonés Kyogo Furuhashi.

El jueves 30 de enero, Arnaud Pouille cede a las presiones-instrucciones de la junta directiva, comandada por Alban Gréget, quien sigue las órdenes del propietario, el empresario multimillonario François-Henri Pinault. Sampaoli debe irse, imposible sostenerlo hasta el fin de semana cuando enfrente al Racing de Estrasburgo. El estado deportivo del Rennes no da para más: en posiciones de descenso y sin muchas señales de progreso, con un camarín desmotivado y herido por las críticas.

Ningún modelo táctico le dio resultado y su poder convicción en el camarín tampoco rindió. El argentino cumplió una campaña casi lamentable.
Sampaoli no logra darle vuelta al equipo.Ningún modelo táctico le dio resultado y su poder convicción en el camarín tampoco rindió. El argentino cumplió una campaña casi lamentable.

Jorge Sampaoli y sus tres colaboradores más cercanos (Meschine y los Fernández) vaciaron sus casilleros la tarde del jueves, mientras el club terminaba de negociar los términos de la rescisión de sus contratos. Al argentino se le pagará hasta el último euro, que no son pocos.

“Esta semana Jorge quería entrenar hasta dirigir contra el Estrasburgo. Pero cuando nos sentamos y hablamos, las condiciones simplemente ya no eran las adecuadas, en términos de energía. Hay resultados que hablan por sí solos”, justificó Pouille, quien quedó solo un poco menos debilitado que Sampaoli. “Hace dos meses, Jorge encarnó una forma de electricidad y queríamos crear este fenómeno de electroshock. Está claro que no ocurrió”.

Diez partidos, 79 días. Esa fue la duración de la aventura entre Jorge Sampaoli y el Rennes. Siete derrotas y una nueva frustración en una carrera donde los capítulos cada vez parecen durar menos y la emoción no abunda. Aunque la leyenda del tatuaje en sus brazos, “No escucho y sigo adelante”, permanezca inalterable.