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Mitos y verdades de la final de Australia del Chino Ríos: ¿Perdió contra un jugador dopado?

En el comienzo de la mejor temporada de su carrera, Marcelo Ríos vivió dos semanas mágicas en Oceanía que lo llevaron por primera vez a la final de un Grand Slam. Lamentablemente, el checo Petr Korda lo vapuleó... meses antes de dar positivo por doping.

Petr Korda y Marcelo Ríos en la final del Australian Open 1998
  • A Korda se le detectó nandrolona, una hormona que en el deporte puede emplearse para aumentar masa muscular, aliviar dolores físicos y recuperarse rápido de lesiones.
  • El doping positivo del checo fue en Wimbledon, unos meses después de ganarle a Ríos en Melbourne, y aunque se le castigó con suspensión casi un año después, Korda en la práctica ya se había retirado del circuito de la ATP.

Para cuando comenzó la temporada 1998, Marcelo Ríos era una estrella del tenis mundial. Uno de los pocos números uno juveniles que respondieron de inmediato a las expectativas. En menos de tres años como profesional ya se había metido al top ten, era protagonista en los Grand Slams y había ganado su primer gran título, en el Súper 9 de Montecarlo 97 (hoy Masters 1000).

Bajo la conducción de Larry Stefanski, las expectativas con el Chino eran altas, y así lo confirmó en su torneo inicial del ’98, levantando la copa en Auckland. Una semana después, al otro lado del Mar de Tasmania, su próximo desafío era el primer Major del año, el Australian Open.

El Zurdo de Vitacura no llegaba a Melbourne Park como uno de los principales favoritos, pero sí como uno de los candidatos a hacer ruido. A fin de cuentas, era 8 del mundo y el año anterior había hecho cuartos de final en Australia, misma ronda que alcanzó en el US Open de unos meses antes.

Otro jugador que arribaba con un perfil similar era un checo, Petr Korda. El “Pájaro Loco” vivía un renacer en su carrera a los 30 años y también había ganado su primer torneo de la temporada, en Doha, por lo que llegaba con ritmo y confianza. Incluso su ranking (N°7) era casi idéntico al del chileno. Ambos, además, jugaban con la izquierda.

Quiso el destino -y la caída de varios favoritos- que ambos fueran avanzando rondas y se terminaran encontrando en la final, para sorpresa de la mayoría. Así, la medianoche del domingo 1 de febrero de 1998, todo el país se preparó para ver en vivo al Chino en su partido más importante hasta entonces, pero la ilusión duró poco. En menos de una hora y media, Korda arrasó por un triple 6-2, festejando con su clásico “salto de tijeras” que hizo más grande su humillación.

Y su clásica celebración, haciendo "tijeras" en el aire.
Petr KordaY su clásica celebración, haciendo "tijeras" en el aire.

Pero esa sensación se convirtió meses después en indignación, cuando se supo que el checo había dado positivo por doping. No en Australia, sino que en el Wimbledon del mismo año, originando de inmediato la duda: ¿Perdió Marcelo Ríos ante un rival que hizo trampa?

La increíble “resurrección” de Petr Korda

Cuando Petr Korda ganó el Australian Open, lo hizo como parte de una espectacular resurrección en el circuito. Uno de los tantos sucesores de Ivan Lendl que surgieron en Checoslovaquia a fines de los ’80, fue estrella juvenil y se metió rápido entre los mejores tenistas del mundo. Conocido por su pelo “mechas de clavo”, una izquierda exquisita y ser competitivo tanto en singles como en dobles, en 1992 llegó a la final de Roland Garros y alcanzó el quinto puesto del ranking ATP. Sin embargo, también se ganó la fama de no responder en las grandes instancias y poco a poco su carrera se fue desvaneciendo.

En 1995 salió del top 50. Cerca de los 30 años, una edad en la que en esa época la palabra retiro empezaba a ser una posibilidad para los tenistas, pocos anticipaban que podría volver a los primeros planos. De hecho, un año antes de encontrarse en la final de Australia, el mismo Chino lo superó con comodidad en tres sets en la primera ronda de Melbourne.

Pero lo logró. Sus resultados fueron mejorando notablemente esa temporada, dio el batacazo en el US Open eliminando al indiscutido número uno Pete Sampras y logró ganar su primer gran título, en el Súper 9 de Stuttgart, donde ahora sí venció al chileno en cuartos de final.

Su título en Melbourne fue recibido como la consagración de un gran talento, y se convirtió en hijo pródigo del público australiano.

Ganó de forma sorpresiva el Australian Open en 1998.
Petr KordaGanó de forma sorpresiva el Australian Open en 1998.

Esa sería, sin embargo, la última oportunidad en que tendría todo el apoyo de los fanáticos. Los próximos meses de aquel ’98 fueron en caída y, pese a tener la chance de ser número uno en cuatro torneos seguidos, falló en cada uno de ellos. En uno de estos, el Chino pudo cobrarse revancha, derrotándolo con facilidad en Indian Wells, uno de los dos campeonatos (junto con Miami) que luego le permitieron ser el primer sudamericano en llegar a la cima de la clasificación mundial. Hasta hubo “devuelta de mano” del chileno, con voltereta incluida tras ganar.

Esa mala racha siguió el resto de la temporada, hasta que llegó la bomba en diciembre: Korda había dado positivo por nandrolona, una hormona que se usa para fines médicos en casos de osteoporosis o malnutrición, pero que en el deporte puede emplearse para aumentar masa muscular, aliviar dolores físicos y recuperarse rápido de lesiones. No por ende, es uno de los esteroides prohibidos más frecuentes en ciclistas y atletas que han sido descubiertos.

“¿Qué droga te has metido hoy, Petr?”

En un situación muy similar a la que ocurrió con Jannik Sinner, la ofensa solo se conoció una vez se había decidido el castigo: pérdida de los puntos y el premio ganado en Wimbledon 1998, donde llegó a cuartos de final. Pero Korda podría seguir compitiendo.

¿Por qué? El Comité de Apelaciones de la ITF (Federación Internacional de Tenis) comprendió los argumentos del checo, quien aseguró que la sustancia ingresó a su sistema de forma accidental. “Circunstancias excepcionales”, fue la nomenclatura legal del fallo.

“Quiero declarar enfáticamente que no hago trampa con drogas y nunca buscaría obtener una ventaja competitiva de ese tipo sobre mis colegas”, señaló en ese momento. Sin embargo, al ojo público su imagen ya había cambiado.

“¿Cómo puedes decir que tomaste esteroides accidentalmente?”, apuntó Pat Cash, el excampeón australiano de Wimbledon.

Los cuestionamientos se agravaban porque, solo unos meses antes del Caso Korda, un español del montón llamado Ignacio Truyol fue suspendido por un año, también por nandrolona. La gran diferencia es que su falta ocurrió en un torneo Challenger, que no entra en la competencia de la ITF como los Grand Slams, sino que de la Asociación de Tenistas Profesionales.

Truyol, el primer tenista castigado por esteroides en la historia, alegó que ingirió la hormona regenerativa por indicación médica para tratarse una lesión en la espalda, pero la ATP no escuchó sus argumentos y, efectivamente, terminó con su carrera. Korda, en cambio, se preparaba para defender su título en Melbourne, donde paradójicamente Ríos no podría estar por lesión.

“No he hecho nada, ¿por qué me tendría que esconder? Me puedo parar cara a cara frente a los jugadores. No tengo problema en plantarme ante nadie”, indicó en la previa, pero los mismos hinchas que doce meses antes lo vitoreaban ahora le hicieron la vida imposible, en los tres partidos que alcanzó a jugar. “¿Qué droga te has metido hoy, Petr?”, le gritaban desde las tribunas, mientras él trataba de hacer caso omiso a los dardos.

Ya había quedado como un tramposo, y la milagrosa resurrección de su carrera ahora tenía un enorme asterisco.

Korda en su momento de gloria. Duraría poco.
Petr Korda y Marcelo RíosKorda en su momento de gloria. Duraría poco.

El tiro de gracia llegó justo cuando competía en Australia, ya que la ITF apeló a su propia decisión, y decidió volver a revisar el caso. Esta vez, no hubo compasión y en septiembre de 1999 le dio un año de castigo. ¿Justicia divina? Tal vez, pero para muchos llegó demasiado tarde: Korda no jugaba desde junio y con apenas seis triunfos en el año, para todos los efectos ya se había retirado, aunque sin anunciarlo oficialmente.

Lo que pudo ser si Marcelo Ríos ganaba el Australian Open

Legalmente, el caso Korda había terminado, pero deportivamente no. La duda que circulaba en el mundo del tenis era una sola: ¿Hace cuánto se estaba dopando y tenía el esteroide en su sistema cuando ganó en Australia?

“Todos creíamos que sí”, señala a En Cancha Prime un extenista y hoy entrenador, quien era parte del circuito a fines de los ’90. “La cantidad de droga que se le encontró en el sistema era ridícula. Nunca salió a la luz, pero los niveles en su sangre se salían de todas las escalas y, por ende, era muy difícil que solo lo hubiese usado en Wimbledon”.

Marcelo Ríos, con todas sus particularidades, nunca se refirió en profundidad al tema, pese a que en los papeles Korda lo privó de ganar el mayor título de su carrera. Probablemente, el hecho de dos meses después haber llegado al número uno del mundo palió el golpe.

Pero el tiempo es un agente misterioso, y 17 años después, el Chino anunció que pediría el título de Australia por secretaría. “Marcelo cree que ese partido lo correspondía y nos pidió a nosotros que realizáramos una petición a la ITF para reabrir el caso”, señalaron desde la Federación Chilena de Tenis en 2015.

Pidió el título de Australia por "secretaría"
Marcelo RíosPidió el título de Australia por "secretaría"

Pero el reclamo no prosperó, y los cambios en la directiva de la FTCh no permitieron que siguiera todos los trámites correspondientes.

Obviamente, creer que esta apelación podría ser exitosa es casi una utopía, algo así como los deseos de los argentinos por que se reconozca retroactivamente a Guillermo Vilas como número uno del mundo.

Además, si Ríos podía pedir el título, ¿qué le impediría hacer lo mismo al eslovaco Karol Kucera, la víctima de Korda en semifinales y que hizo el torneo de su vida eliminando a Pete Sampras en cuartos de final? ¿O incluso el español Albert Portas, al que había vencido en primera ronda?

Una consecuencia directa para el legado del Chino Ríos es que, a la fecha, sigue siendo el único número uno del mundo ya retirado que no ha sido inducido en el Salón de la Fama del Tenis. El argumento es siempre el mismo: no haber ganado un Grand Slam. Salvo por ese Australia 98, nunca pudo llegar ni siquiera a una semifinal en uno de los cuatro grandes.

Los puntos que no pudo ganar por perder esa final también le impidieron terminar la temporada como número uno del mundo, un honor reservado solo para los mejores de la historia; Pete Sampras lo aventajó por 245 unidades al final del año, un margen que habría superado en caso de ser campeón en Melbourne. Eso, sin contar que su estadía en la cima del ranking ATP podría haber sido más larga que las seis semanas que contabilizó, cantidad con la que solo supera los todavía más cortos reinados de Carlos Moyá (2) y Patrick Rafter (1).

La nueva vida de Korda: padre de tres estrellas deportivas

En 2004, Korda tuvo la “osadía” de venir a Chile, para participar en la gira de despedida del número uno chileno, pese a que se llevaban bastante mal, y no solo por lo que ocurrió aquella tarde en Melbourne.

En la gira de despedida del Chino en 2004
Petr KordaEn la gira de despedida del Chino en 2004

“Jugué mejor que él, tenía más experiencia. Probablemente pagó el precio por ser la primera vez en una final de un Grand Slam”, señaló hace unos años sobre esa final. Y curiosamente, pese a lo que se pudiera pensar, hoy es Petr y no el Chino quien sigue muy presente en el panorama deportivo.

El último contacto de Marcelo Ríos con el mundo del tenis fue como entrenador del chino Juncheng Shang, hoy 50° del mundo. Radicado en Estados Unidos, también dejó de colaborar como ayudante de Nicolás Massú en Copa Davis.

Por el contrario, pese al polémico y triste final de su carrera, Petr Korda no anda escondido ni mucho menos. Y los responsables son sus tres exitosos hijos deportistas (Nelly, Jessica y Sebastian), todos con nacionalidad estadounidense, ya que pasó buena parte de su vida post retiro en Norteamérica... en Bradenton, Florida, la misma ciudad donde vive el Zurdo de Vitacura.

Nelly (26) es hoy por hoy la mejor golfista del mundo, ganadora de dos Majors y campeona olímpica en Tokio 2020. Jessica (31) nunca llegó a esas alturas, aunque sí obtuvo un par de títulos en el LPGA antes de poner su carrera en paréntesis por una rebelde lesión en la espalda.

Con su medalla de oro olímpica, representando a Estados Unidos.
Nelly KordaCon su medalla de oro olímpica, representando a Estados Unidos.

Y Sebastian (24) lleva varias temporadas como animador del circuito ATP, con dos títulos profesionales. Demostrando que la vida es cíclica, “Seb” ganó el Australian Open Junior en 2018, con su padre en las mismas tribunas donde casi 20 años antes lo abucheaban. “Veo mucho ese partido, probablemente una vez al mes”, reconoció entonces el heredero de los Korda, en referencia a la final de su padre el ’98 ante el Chino. Su festejo incluso fue el mismo de Petr, dando un saltito con las piernas en movimiento de tijera.

Con Sebastian, Korda volvió al circuito, acompañándolo en los grandes torneos como su entrenador y, aunque el murmullo siempre surgía cuando aparecía en un estadio o en las pantallas de TV, tal parece que el fantasma de su doping ya quedó en el pasado.

Celebró su título en el Australian Open Junior con el mismo festejo de su padre, 20 años antes.
Sebastian KordaCelebró su título en el Australian Open Junior con el mismo festejo de su padre, 20 años antes.

Justo o injusto, eso cada uno tendrá que decidirlo, pero aquí va un último detalle en toda esta paradójica historia: Korda no ha podido ‘desligarse’ de Chile. Stefano Gazzana, el fisioterapeuta de Seb, es chileno. Y al tenista incluso le inculcó el cariño por la U, camiseta con la cual ha posado en sus redes sociales.