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Qué fue de... Leonardo Monje

Defendió a 16 equipos a lo largo de su carrera. En todos, dejó una estela de goles. Hoy, Leonardo Monje parece haber encontrado su lugar en el mundo tras abandonar la actividad, en una búsqueda que no estuvo exenta de momentos difíciles.

Leonardo Monje. Así luce el exdelantero en la actualidad.

Fuerte, alto, potente: ese era el prototipo de delantero que se buscaba en el fútbol chileno a finales de los ’90. Leonardo Monje, con su 1.65 metros de estatura, desafiaba el molde. Su juego, una mezcla entre picardía, gambeta y oportunismo, era un tesoro que se extraña en los pastos nacionales.

Universidad Católica fue su cuna futbolística y su primera estación en el profesionalismo. En la temporada 1999, debutó ante Cobreloa en San Carlos de Apoquindo, un momento que marcaría su vida para siempre.

“Fue un sueño cumplido debutar en un equipo tan grande como la Católica, el club que me formó. Había logrado lo que siempre quise y lo que varios compañeros soñaban conseguir”, confiesa en conversación con En Cancha Prime.

Durante su etapa en la UC compartió equipo en divisiones inferiores junto a Milovan Mirosevic, Roberto Bishara, Cristián Basaure, Juan José Ribera, Gonzalo Villagra, Cristián Álvarez e Iván Álvarez.
Leonardo Monje.Durante su etapa en la UC compartió equipo en divisiones inferiores junto a Milovan Mirosevic, Roberto Bishara, Cristián Basaure, Juan José Ribera, Gonzalo Villagra, Cristián Álvarez e Iván Álvarez.

Sin embargo, los minutos de juego en la precordillera se hicieron esperar. Después de tres temporadas con escasa participación, Monje emprendió un viaje en 2001 que lo llevaría a defender los colores de una impresionante cantidad de equipos.

La larga travesía de La Pulga Atómica

Entre 2001 y 2004, Monje vistió en condición de préstamo un total de 6 camisetas: Everton, Santiago Morning, Palestino, Deportes Antofagasta, Audax Italiano y Magallanes. La adaptación, un desafío constante en sus primeros años de carrera.

“Siento un profundo respeto por los clubes a los que fui a préstamo, pero ellos no me daban lo que me daba Católica. Allá tenía asistente social, tenía nutricionista, teníamos sicólogo, teníamos de todo. Era un mundo distinto donde había que ser fuerte de cabeza”, expresa.

Su espacio lo encontró en el sur. En el Apertura 2006, llegó a Deportes Puerto Montt. Tras un semestre brillante, se sumó a Universidad de Concepción en el Clausura. 30 goles en 36 partidos durante el año y el título de goleador del torneo, superando a Matías Fernández, Marcelo Salas, Humberto Suazo y Carlos Villanueva.

Su primera gran campaña fue en Universidad de Concepción.
Leonardo Monje.Su primera gran campaña fue en Universidad de Concepción.

“Ese año fue soñado por decirlo de alguna forma, ahí fue cuando mi carrera despegó. Fue fundamental el respaldo que te da el técnico. Yo venía inspirado, con mucha confianza y empecé a hacer goles”, detalla.

La Selección Chilena lo llamó a sus filas. Debutó en un amistoso ante Paraguay en Sausalito, con Nelson Acosta en el banco. A los 25 años, había dado otro paso adelante. La Pulga Atómica, como lo apodaban, comenzaba a agigantarse.

En 2006 tuvo la oportunidad de defender los colores de La Roja.
Leonardo Monje.En 2006 tuvo la oportunidad de defender los colores de La Roja.

Su nombre se convirtió en sinónimo de gol en el fútbol chileno. Tras su paso por el Campanil, jugó en Deportes Concepción, Huachipato y Unión Española. Era un habitual en la cima de la tabla de goleadores, pero la estadía en los equipos siempre era breve.

Hacía goles en todos los torneos y cuando el año terminaba, tenía cuatro o cinco clubes de Primera División que me querían. Ahí aceptaba y, afortunadamente, seguía haciendo goles. Fueron cuatro o cinco años donde pude explotar”, recuerda.

Uno de los clubes donde obtuvo mayor reconocimiento fue en Unión Española.
Leonardo Monje.Uno de los clubes donde obtuvo mayor reconocimiento fue en Unión Española.

Finalizada la temporada 2011, y con otro peak de rendimiento, un llamado desde Argentina cambiaría su destino. “Yo tenía la intención de seguir en Unión Española, pero en el verano fui convocado a la Selección Chilena por (Claudio) Borghi, y justo apareció una propuesta del Rosario Central de Juan Antonio Pizzi. Le conté al Bichi y en 20 minutos me convenció”, recuerda.

La experiencia en una de las temporadas más especiales y difíciles de la Primera B Nacional de Argentina, jamás la olvidará. “Me recibieron muy bien. En la B estaban además clubes poderosos, River Plate, Instituto de Paulo Dybala. En Rosario jugábamos con 45 mil personas todos los partidos. Perdimos el ascenso en las últimas fechas, pero fue otra experiencia soñada. Yo creo que salgo a caminar a Rosario y me conocen más que en Santiago".

Rosario Central fue su principal experiencia en el extranjero, donde disputó el ascenso con River Plate.
Leonardo Monje.Rosario Central fue su principal experiencia en el extranjero, donde disputó el ascenso con River Plate.

De vuelta en Chile, jugó en Deportes Iquique, tuvo un breve paso por Guatemala y regresó a Universidad de Concepción. Con 33 años y en la recta final de su carrera, fichó por Coquimbo Unido.

No quería jugar en Primera B, estaba terminando mi carrera y Víctor Hugo Castañeda me convenció. No me arrepiento en lo absoluto, me enamoré del club y ahora mis hijos son hinchas de Coquimbo”, reconoce.

Tras cuatro temporadas en el puerto, colgó los botines a los 36 años, con 16 equipos en su currículum.

“Toda mi familia me intentó convencer para que no me retirara, pero estaba cansado, no tenía energías para seguir. Peleamos el descenso, yo siendo capitán, eso te desgasta más y opté por ponerle fin a mi carrera en ese lindo club”, admite.

Con Coquimbo Unido en la Primera B vivió sus últimas temporadas como profesional.
Leonardo Monje.Con Coquimbo Unido en la Primera B vivió sus últimas temporadas como profesional.

¿Qué fue de la vida de Leonardo Monje?

Tras el retiro, Monje se enfrentó a una vida desconocida. “Yo le aconsejaría a los futbolistas que se preparen. Nosotros vivimos en una burbuja, pero cuando te retiras sales al mundo real, y si no estás preparado la puedes pasar muy mal”, advierte.

“Los primeros meses trabajé con mi representante. No seguí porque no me gustó, no me sentía cómodo en esa faceta”, revela.

La pérdida del estatus de futbolista fue una situación que le costó asimilar. “Lo supe llevar, pero el que no está preparado lo pasa terrible. Cuando te enfrentas a la vida real es muy fuerte. Si no fuiste ordenado económicamente, la pasas mal, y en otras cosas de la vida cotidiana, también. El problema es que al futbolista lo endiosan”, comenta Monje.

“Es natural, te tratan distinto, salir al mundo cuando no te conoce nadie, cuando desaparecen los amigos, cuando ya no sales en los diarios o en la tele, chocar con toda esa realidad, es muy fuerte. El mundo real, que es donde transitan todos los seres humanos, es un golpe importante para los futbolistas”, reflexiona.

Su experiencia como representante lo alejó del fútbol. “Descansé un par de años y compré unos locales de minimarket y botillería”.

El delantero administra junto a su esposa diferentes locales.
Leonardo Monje.El delantero administra junto a su esposa diferentes locales.

La distancia con la actividad también lo afectó. “Sinceramente, la pasé muy mal. Desde que tengo uso de razón juego al fútbol, mi familia respira fútbol, y alejarte es muy difícil”.

Pero el destino le tenía reservado un reencuentro con su pasión. Esteban Paredes, su compañero en Santiago Morning en 2002, y un amigo entrañable, lo traería de vuelta al ruedo.

“En 2023, me llegó la oportunidad de volver al fútbol y fundar una escuela en Huechuraba junto a mi gran amigo Esteban Paredes y Hernán Torres. Es una Escuela de Perfeccionamiento y Desarrollo llamada EP7”.

La Pulga Atómica comanda una escuela junto a Esteban Paredes.
Leonardo Monje.La Pulga Atómica comanda una escuela junto a Esteban Paredes.

En su trabajo con niños, descubrió una vocación que desconocía. “Ahí me encontré con el tema de la formación, me encanté con la función de entregar experiencia y vivencias a los futbolistas del futuro”.

Y como si todo fuera parte de un ciclo, hace dos semanas selló su regreso a Santiago Morning para hacerse cargo de la categoría Sub 16 de los Microbuseros, junto a Cristián Febre y Justo Farrán.

Durante su primera semana de trabajo en Santiago Morning.
Leonardo Monje.Durante su primera semana de trabajo en Santiago Morning.

Hoy, 23 años después de su primera experiencia con los Bohemios, regresa con una tarea diferente y una responsabilidad mayor.

“Estaba alejado del fútbol, pero este desafío me motiva y me reencanta, es una misión linda formar futbolistas que pueden ser un aporte al futuro del deporte de nuestro país”.

Leonardo Monje no se plantea ser entrenador de un plantel profesional. Afirma que su lugar está en la formación, allí donde encontró su vocación post retiro, y en que se siente tan cómodo como cuando se escabullía entre las defensas del fútbol chileno para dejar su marca registrada.