Una mezcla de alegría y alivio. Así festejó Nicolás Jarry su notable triunfo de hoy en la primera ronda del Masters 1000 de Madrid, venciendo con contundencia al alemán Daniel Altmaier en dos sets.
Mostrando un gran tenis, el chileno rompíó así su racha de cinco derrotas consecutivas y más de dos meses sin ganar, desde el pasado ATP de Río de Janeiro en febrero. Por eso su celebración tras el match point que le dio el paso a segunda ronda, incluso golpeando la red con el puño, como una señal de que su mal momento podría haber quedado en el pasado.