El Chile Open sufrió el duro golpe de ver cómo los cuatro tenistas locales quedaron eliminados rápidamente. Sin ese “gancho” las rondas finales tendrán un marcado acento argentino, poniendo a prueba la capacidad del evento para atraer público a San Carlos de Apoquindo y concitar el interés mediático de los fanáticos.
Sin embargo, la organización ya piensa en el futuro del torneo, que en 2020 volvió a realizarse en nuestro país tras un breve receso de cinco años .
Organizado por la familia Fillol, la fecha en el calendario que ocupa el ATP de Santiago pertenece a la empresa Octagon, y fue su vicepresidente, el extenista peruano Jorge Salkeld, el que tiró luces sobre lo que se viene para el campeonato.
Posible cambio de superficie
Ha sido el gran tema que ronda alrededor del Chile Open: dejar de lado la arcilla que ha caracterizado al torneo de sus comienzos, y pasar a jugar en cancha de cemento.
La gran justificación para el cambio es poder atraer a más jugadores de primer nivel, considerando que luego vienen dos torneos Masters 1000 sobre asfalto: Indian Wells y Miami.
“Lo que estamos pidiendo nosotros hace tiempo, al igual que Río, es cambiar a dura, y ahí está esa discusión, donde algunos jugadores de tierra quieren que se mantenga en tierra. La ATP dice que hay que proteger más el juego tenístico de tierra, porque ya la dura ha ido comiendo terreno. Entonces, hay filosofías, que son lindas, pero la realidad es que la mayoría de los jugadores top quieren prepararse en dura”, señaló Salkeld en diálogo con La Tercera.
Subir a categoría ATP 500
Otro problema que enfrenta el Chile Open es que está ubicado en la misma semana que dos torneos ATP 500: Dubai y Acapulco. Por ende, las chances de conseguir una mega estrella son limitadas, considerando que el ATP de Santiago es categoría 250, con menos puntos para el ranking y menos premios.
“La ATP ha hecho una excepción en dejarnos operar en esa semana, porque normalmente cuando hay dos 500 no hay un 250 en esa semana, (porque) operamos bien, porque el torneo es simpático, porque ayuda a la gira de tierra, para hacerla un poco más larga”, señala Salkeld.
Alguna vez se habló de postular a un upgrade a ATP 500, pero eso ya está descartado. “No estuvimos muy cerca”, reconoce el directivo.
Por eso, el hacerlo más atractivo pasando de arcilla a cemento es parte clave en el futuro del torneo. “Le decimos a la ATP que no estamos compitiendo con las mismas armas”, explica.
¿Cuánto tiempo más estará en Chile?
Entre 2015 y 2019, la fecha en el calendario ATP que hoy ocupa el Chile Open se fue a Quito, antes de regresar a nuestro país. ¿Corre riesgo de volver a irse a otro país en Sudamérica o incluso de desaparecer, como le ocurrió este año al ATP de Córdoba?
“Acá lo tenemos a largo plazo aquí”, enfatiza Salkeld. “Tuvimos reunión con los directivos de la ATP, explicándoles lo bien que va el torneo y cómo ha progresado. Ellos ya lo sabían porque vienen anualmente y lo ven crecer”.
“Creo que lo único que nosotros necesitamos es tener dos jugadores nuevos. Que vengan los que vengan porque son buenos jugadores, les gusta venir, están encantados”, agrega. “Es un torneo lindo para venir, ciudad linda, todo muy lindo. Pero creo que si pudiéramos traer dos caras nuevas cada año sería excelente”.
¿Seguirá en Santiago o puede haber cambio de ciudad?
Cuando Chile recuperó el torneo en 1993, sus primeras ediciones fueron en Santa Rosa de Las Condes, antes de mudarse a San Carlos de Apoquindo. Una vez cambió la fecha y se pasó de final de año a la época veraniega, en 2001 se mudó a Viña del Mar, donde estuvo hasta 2014 (salvo las ediciones 2010 y 2011, que se jugaron en Chicureo y Las Condes).
Ahora, desde que regresó a la parrilla, no se ha movido del complejo deportivo de la UC. ¿Se considera un cambio de ciudad? Por el momento, en Octagon están felices con que siga siendo el ATP de Santiago.
“Antiguamente este torneo se jugaba al principio de febrero, eso lo obligaba a estar en un balneario de verano, porque en Santiago no hay mucha gente en febrero. Ahora logramos meterlo en la última semana de febrero, que eso es excelente para el mercado de Santiago”, explica Salkeld. “Las marcas ya están, la gente regresando, se están preparando para la escuela, que ya comienza la semana siguiente. O sea, a ese nivel, esta semana que estamos ahora, es excelente para Santiago, la gente tiene ganas todavía de venir, seguir el tenis y todo”.
