Novak Djokovic. Roger Federer. Rafael Nadal. Tres nombres que estarán para siempre unidos en la historia del tenis, como los jugadores más exitosos de todos los tiempos. Sin embargo, ¿cómo se llevaban realmente?
No es un secreto que mientras el suizo y el español partieron como rivales pero terminaron siendo grandes amigos, la relación con el serbio nunca fue la más fluída, aunque el respeto siempre fue mutuo entre todos.
En la previa del Australian Open, donde Djokovic tratará de ganar por 11a vez y así estirar su ventaja en títulos de Grand Slam (tiene 24), el actual número 7 del mundo abrió su corazón como pocas veces para contar cómo fue su conviivencia con los otros dos tercios del “Big Three”, quienes ya están reitrados del circuito.
Djokovic y su relación con Federer y Nadal: “Al principio no me aceptaron”
“La rivalidad que tuvimos será eterna, creo. Es algo que deja una marca y un legado inolvidable, algo que durará para siempre. Estoy muy orgulloso de formar parte de este grupo. Mis rivalidades con ambos me han curtido como nada más lo ha hecho a lo largo de toda mi carrera”, señaló Novak Djokovic en diálogo con GQ.
“A nivel privado siempre ha habido altibajos, la verdad. Siempre intenté ser respetuoso y amigable fuera de la pista, pero no recibí aceptación al principio, porque yo salía a la pista diciendo y mostrando que iba a ganar”, reconoció. “Creo que a ninguno de los dos les gustó eso en los primeros años, sobre todo porque la mayoría de los jugadores salía a jugar contra ellos, no a ganarles. Por esa postura de tanta confianza, quizás ellos se distanciaron. Y está bien, lo acepté“.
“Entendí el mensaje: éramos rivales y nada más. Si somos honestos, es muy difícil ser amigo de alguien en el circuito. Si estás compitiendo todo el rato por el número uno, dos y tres del mundo... es difícil esperar cenas y viajes familiares juntos”, agregó.
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Djokovic, eso sí, señala que con el tiempo, y la madurez de todos, la convivencia con sus grandes rivales ha mejorado, aunque todavía podría ser más afectiva y cercana.
“Las últimas veces que he estado con Roger hemos hablado de la familia, de estar fuera. Deseo conectar con ambos mucho más, en un nivel mucho más profundo. De verdad. No sé si ellos comparten el mismo deseo, pero yo sí. Depende de a dónde nos guíe la vida a todos. Vivimos en lugares diferentes, pero creo que el tenis nos puede juntar en algún momento”.
