Primero fue Carlos Alcaraz y ahora Novak Djokovic. El US Open se está transformando en un torneo de sorpresas y ha quedado rápidamente sin dos de sus máximos favoritos. El serbio, el máximo ganador de torneos de Grand Slam y que venía de obtener su primera medalla de oro olímpica, fue sorprendido por el australiano Alexei Popyrin, uno de los jugadores de moda en el circuito.
Y por más increíble que parezca, Djokovic señaló que podría considerarse su participación en Nueva York como positiva. Claro, de forma irónica: asegura que jugó tan mal en el torneo, que haber ganado dos partidos lo deja satisfecho.
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¿Qué pasó con Novak Djokovic en el US Open?
“Felicitaciones a él y a su equipo. Definitivamente jugó mejor y mereció ganar hoy”, dijo Djokovic en la conferencia de prensa tras el partido. “Por mi parte, honestamente, por cómo me sentí y por cómo jugué desde el comienzo de este torneo, la tercera ronda es un éxito. Quiero decir, he alcanzado uno de mis peores niveles, y con el servicio, el peor de lejos”.
“Recién salido de la cancha, tienes un sabor amargo en la boca y no te gusta perde (pero) desde una perspectiva más amplia, por supuesto que tengo que estar contento”, agregó.
Djokovic cometió 32 dobles faltas en sus tres partidos en el US Open, incluyendo 14 contra Popyrin, uno de los jugadores más en forma del momento y que venía de conseguir su primer gran título en el Masters 1000 de Canadá.
“Si juegas en una superficie rápida como esta sin el servicio, sin la capacidad de ganar puntos gratis allí, con un porcentaje muy bajo de primer servicio y muchas dobles faltas, no puedes ganar”, dijo Djokovic. “No se puede ganar así, especialmente contra jugadores que están en forma como Alexei, que saca fuerte y pone mucha presión en tu juego de servicio. Sí, fue un partido terrible de mi lado”.
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Djokovic tampoco esconde que el enorme esfuerzo hecho en París 2024 le pudo pasar la cuenta, más mental que físicamente. “Obviamente tuvo un efecto. Gasté mucha energía para ganar el oro, y llegué a Nueva York sin sentirme fresco mental y físicamente. Pero como es el US Open, lo intenté e hice lo mejor que pude. No tuve ningún problema físico. Simplemente me sentí sin energía y se notó en la forma en que jugué”.
“Desde el principio, desde el primer partido, no me encontré en absoluto en esta cancha. Es todo lo que puedo decir. La vida sigue. Intentaré recalibrarme y ver qué viene después”, agregó el tenista de 37 años, quien por primera vez desde 2017 cerrará la temporada sin ganar ningún torneo Grand Slam.
