Como una ráfaga. Así fue el final del tercer set en la final de Roland Garros. Justo cuando parecía que Carlos Alcaraz sacaría una ventaja importante y servía para llevarse la manga, Alexander Zverev reaccionó a tiempo para quebarle el saque no una, sino dos veces de forma consecutiva, para así imponerse por 7-5 y quedar a un paso de conquistar el primer Grand Slam de su carrera.