Nicolás Jarry sorteó este sábado un debut complejo en el Masters 1000 de Roma. Además de la mala racha que acarreaba en esta gira de arcilla, debía enfrentarse a un tenista local en ascenso como Matteo Arnaldi, sin embargo, el chileno supo hacer frente al juego de su rival y a la presión del público italiano para imponerse por 6-3 y 7-6.
Siempre con respeto, Jarry explotó tras conseguir el último punto del tie-break y se comunicó de inmediato con su banco, seguramente consciente de lo importante de su victoria en el Foro Itálico.