Una imagen increíble, aunque no insólita, se vivió la noche de este domingo en el Masters 1000 de Indian Wells. En el duelo por tercera ronda entre el alemán Alexander Zverev y el neerlandés Tallon Griekspoor, el germano logró llevarse una sufrida primera manga en tie-break, no sin antes tener que salvar dos bolas de set. Una chance que su rival sabía era valiosa, tal como lo demostró su frustración al concluir el desempate: no golpeó su raqueta ni una, dos o tres veces... sino que ocho veces, destruyéndola completamente.
Obviamente el juez de silla le dio una advertencia por conducta antideportiva y, unos minutos después, terminó perdiendo el partido por 7-6 y 6-3. Zverev ahora se medirá en octavos de final al australiano Alex de Minaur.