Novak Djokovic está listo para ganar por 11a vez el Australian Open. En su torneo favorito, el número uno del mundo y para muchos mejor tenista de la historia partió con algunas dudas, cediendo un set en sus dos primeros partidos, pero como suele hacerlo, una vez que avanzan las etapas va mostrando su mejor nivel. Así quedó demostrado esta madrugada en su duelo por octavos de final ante el francés Adrian Mannarino.
Tal fue el dominio del serbio que ganó las dos mangas iniciales por 6-0 y 6-0 y con el público en la Arena Rod Laver con ganas de ver más tenis, dieron una sonora ovación al galo cuando por fin fue capaz de ganar un juego, un momento que se tomó con humor, ante la superioridad de Djokovic, quien terminaría cerrando el partido por 6-3.