Día histórico en el Australian Open. Durante la cuarta jornada de este jueves, la Arena Rod Laver fue testigo del tie-break más largo jamás jugado en un partido femenino: 22-20. Superando por dos puntos la marca anterior, además marcó una de las grandes sorpresas de esta edición, con la rusa Anna Blinkova superando por 6-4, 4-6 y 7-6 a la tercera cabeza de serie, la kazaja Elena Rybakina, en dos horas y 46 minutos de dura batalla.