El 3 y 4 de febrero de 2024 la Copa Davis vuelve a terreno chileno, porque el equipo capitaneado por Nicolás Massú se medirá ante su similar de Perú, por los playoffs del Grupo Mundial.
La serie es de vital importancia, porque el país que resulte ganador jugará en las Finales, fase en la que estuvo el equipo nacional en la temporada 2023, cuando jugó ante Suecia, Canadá e Italia, este último flamante campeón del evento.
La idea primaria de Massú era jugar en el estadio Nacional y en cancha dura, para así complicar al número 1 peruano, Juan Pablo Varillas, pero se encontró con una serie de problemas, ligados a la entrada del recinto por parte de la Corporación Santiago 2023, por lo que se había aceptado que se juegue en Ñuñoa y en arcilla.
Ganó Massú
Pese a lo anterior, el ex entrenador de Dominic Thiem siguió insistiendo, y la Federación de Tenis de Chile logró lo que quería el Vampiro, por lo que Sergio Elías, su presidente, contó a radio ADN que podrán montar una cancha de cemento.
Los trabajos en el Court Central Anita Lizana tienen que empezar pronto, porque montar una superficie con los requisitos de la ITF tarda cerca de un mes, es decir, las obras deben arrancar ya.
Pese a que Elías confirmó el Nacional como sede, se mantiene aún un Plan B, que es armar una cancha dura en la Medialuna Monumental de Rancagua, e incluso un Plan C, que es jugar en Ñuñoa, pero en arcilla, lo que por ahora está aún no está del todo descartado.