Este miércoles solo le ha dado buenas noticias a Nicolás Jarry en el Masters 1000 de Shanghai. El día de su cumpleaños N° 28, derrotó al argentino Diego Schwartzman para alcanzar por primera vez en su carrera los cuartos de final de un torneo de esta categoría. Y los pronósticos indicaban que en la ronda de los ocho mejores su oponente sería nada menos que el máximo favorito del torneo, Carlos Alcaraz, pero el español perdió sorpresivamente, abriéndole una gran ventana de oportunidad al tenista chileno.
El verdugo del vigente campeón de Wimbledon y número dos del mundo fue el veterano búlgaro Grigor Dimitrov (19°), quien jugó un partidazo para vencerlo en tres sets, por 5-7, 6-2 y 6-4 en poco más de dos horas de juego.
De esta forma, en pocas horas Jarry pasó de estar focalizado en medirse ante el presente y futuro del tenis mundial, contra el que perdió las dos veces que jugó este año, a enfrentar en cuartos de final a un rival obviamente peligroso, pero contra el cual nunca perdió en dos confrontaciones.
De hecho, una de las dos victorias del Príncipe fue significativa: en la final del ATP de Ginebra, su segundo título de la temporada.
Se abre así una una enorme oportunidad para Nicolás Jarry, quien ahora tendrá una chance mucho más concreta de clasificar a semifinales, lo que casi con total seguridad le permitirá ingresar al top 20 del ranking ATP. Además, se transformaría en el cuarto chileno en llegar a esa instancia en un torneo Masters 1000, algo que solo había conseguido el Trío Dorado del tenis nacional: Marcelo Ríos, Fernando González y Nicolás Massú.
