No cabe duda que el Masters 1000 de Cincinnati es uno de los torneos más importantes y prestigiosos del año, en no menor medida por el hecho que se trata de la última gran escala antes del cuarto y último Grand Slam de la temporada, el US Open. Por eso su parrilla de competidores siempre es de lujo, y este año sólo incluye a un chileno: Nicolás Jarry.
El número uno nacional tuvo su debut en el cuadro principal este lunes, con una sufrida victoria ante el ruso Roman Safiullin en tres sets. Pero El Príncipe no tendrá tiempo para relajarse, ya que para su próximo desafío la vara aumentará considerablemente de inmediato, con un rival en segunda ronda que saldrá del duelo entre otro ruso, Karen Khachanov (11°), o el ya legendario británico Andy Murray (36°). Y si pasa, otra figura proveniente de Rusia, Andrey Rublev (8°).
Y es que eso grafica un hecho impactante sobre esta edición 2023 del Masters 1000 de Cincinnati. Si bien estos nueve torneos suelen reunir a lo mejor de lo mejor del tenis, este año eso es una realidad: por primera vez en una década, todos los 20 primeros del ranking ATP se inscribieron para jugar.
Algo que pasa menos veces de lo que se cree, sobre todo por lesiones, este hecho no se daba desde Indian Wells 2013, la última vez que cada uno de los veinte mejores de la clasificación mundial se habían dado cita en el mismo torneo Masters 1000.
Esta vez, Cincinnati marca además el regreso después de dos años a Estados Unidos de Novak Djokovic, quien no podía entrar al país por no estar vacunado contra el Covid, restricción que ya fue levantada permitiéndole volver a Norteamérica.
Además del serbio, todas las otras figuras del circuito están presentes junto a Jarry, quien tiene como objetivo el asegurar su lugar como uno de los 32 cabezas de serie en el US Open que arranca en dos semanas más en Nueva York.