Wimbledon está a la vuelta de la esquina. El tercer Grand Slam de la temporada se juega desde el 3 al 13 del mismo mes y de momento solo tendrá la presencia de un chileno: Nicolás Jarry, quien incluso será cabeza de serie por primera vez. Sin embargo, crecen las chances que sea el único luego que este sábado la organización decidiera no otorgarle a Cristian Garin una de las invitaciones que todavía tenía pendientes por asignar.
Garin, 125° del ránking ATP, no alcanzó a acceder de forma directa al cuadro principal y apostó todas sus fichas a recibir un wild card. ¿Su gran aval? Haber llegado hasta los cuartos de final de la edición anterior.
Sin embargo, luego de designarse las primeras seis (en su mayoría para jugadores locales) hoy Wimbledon anunció las últimas dos invitaciones, bastante cuestionables: el joven francés Arthur Fils (62°) y el austríaco Sebastian Ofner (81°), ninguno con más credenciales ni trayectoria que Garin.
El chileno ya tiene decidido que en este escenario no irá a disputar la clasificación como sí lo harán sus compatriotas Alejandro Tabilo y Tomás Barrios, y optará por disputar el Challenger de Milán, como una forma de integrarse de forma paulatina al circuito tras la lesión que lo dejó fuera de Roland Garros.
La última chance de Cristian Garin
Pero al ariqueño aun le queda una chance; luego de la deserción el viernes del ruso Karen Khachanov, está a apenas dos bajas más de ganarse un espacio en el cuadro principal, lo que sin duda tendría un aire de revancha para Garin, tras el portazo que le dio Wimbledon pese a su condición de cuartofinalista.
Con varios jugadores entre algodones -como el italiano Jannik Sinner o el australiano Nick Kyrgios, justamente su verdugo el año pasado en Londres- además de toda una semana más de competencia antes de Wimbledon, las chances existen para que el chileno de todas formas pueda jugar en el pasto sagrado del All England Lawn Tennis Club. Pero sin duda que la pista se pone cada día más difícil.