Un accidentado comienzo tuvo este domingo el Gran Premio de Mónaco en la Fórmula 1. Tras la largada, Checo Pérez protagonizó una fuerte colisión con el danés Kevin Magnussen, llevándose el azteca la peor parte: su Red Bull quedó virtualmente destruído. Afortunadamente ambos pilotos salieron ilesos, pero la carrera se tuvo que detener con bandera roja y volvió a comenzar.