Hace algunas horas, Tyson Fury, múltiples veces campeón del mundo de los pesos pesados, anunció su retiro del boxeo profesional a través de sus redes sociales. El británico de 36 años ostenta un récord de 34-1-2, siendo su última pelea una derrota contra Oleksander Usyk.
“Hola a todos. Seré dulce y claro. Me gustaría anunciar mi retiro del boxeo”, dijo Fury en un video en su cuenta de Instagram. Pero eso no fue todo ya que hizo una alusión a un famoso bandido británico con un mensaje entre líneas: Fury cree que le robaron la pelea contra Usyk.
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Es importante recordar que el británico solo ha perdido dos peleas en toda su carrera, ambas el año pasado contra el ucraniano por decisión de los jueces.
Múltiples retiros y una carrera con altibajos
No es la primera vez que el Rey Gitano dice que se retirará. La primera vez que lo anunció fue en 2013, luego de que se suspendiera por segunda vez su pelea contra David Haye. El británico reapareció tres meses después en su victoria contra Joey Abell.
En 2016 se retiró luego de que rechazara la pelea contra Wladimir Klitschko para priorizar su salud mental. A las pocas horas se arrepintió. Sin embargo, ese mismo año se le revocó su licencia de boxeador por un consumo de cocaína que él mismo admitió, renunciando a todos sus títulos.
En 2017, aún con la licencia revocada, dijo que su carrera había llegado a su fin. Pero poco tiempo después llegó a un acuerdo con el UK Anti-Doping, recuperando su licencia profesional y un año después regresó venciendo a Sefer Seferi.
La última vez fue en 2022. En aquella ocasión informó de su retiro a mediados de año, luego de ganar a su compatriota Dillian Whyte. A finales de ese mismo año, Fury reapareció y venció a Dereck Chisora.
Por todo lo anterior es que el anuncio del Rey Gitano genera dudas. Lo que no genera dudas es el tremendo legado que dejará el británico a la historia del boxeo si ahora es definitivo que colgará los guantes.
