El All-Star de la NBA tuvo este sábado una competencia inédita. Frente a frente, los dos mejores lanzadores masculino y femenino del mundo: Stephen Curry de Golden State Warriors y Sabrina Ionescu de las New York Liberty de la WNBA.
¿El resultado? Aunque Ionescu se vió muy bien y a ratos amenazó como imponerse (su zona de triple era más corta, tal como en los partidos de la liga femenina), finalmente fue Curry quien ratificó con clase que, a la hora de lanzar de a tres, nunca ha habido nadie mejor que él en la historia, sin importar la época... ni el género.