Nadie lo vio venir. Aunque Golden State Warriors sigue sin mostrar su mejor cara y Stephen Curry se mantiene lesionado, el campeón defensor de la NBA llegaba con cinco triunfos seguidos para su duelo como local ante Detroit Pistons, uno de los peores equipos de la liga. Pero demostrando que en el deporte nada está escrito, los de Michigan terminaron sorprendiendo a todos, con un triple sobre la hora de Sadiq Bey que entró contra la chicharra para dejar muda a la afición en el Chase Center de San Francisco.