Dulces sueños tuvieron los fanáticos de WWE luego de un WrestleMania calificado como uno de los mejores de la historia, pero poco tiempo hubo para descansar pues este lunes estuvo marcado por una serie de noticias relacionadas a la compañía y que están vinculadas a Vince McMahon.
Y es que el otrora controlador absoluto de la empresa de wrestling más exitosa de la historia lleva una retirada sostenida de la escena luego de que decidiera vender parte del paquete accionario a Endeavor, controladora de UFC.
Pese a ese movimiento, McMahon continuaba siendo parte de la mesa directiva y con poder de decisión delegado en Paul Levesque, conocido en el mundo de la lucha libre como Triple H y quien hoy es el director creativo.
Una figura que acomodaba al magnate pero que se esfumó luego de una serie de investigaciones en su contra por ítems de alto calibre como abuso sexual, facilitación de material pornográfico y extorsión, entre otros cargos. Un escenario que lo impulsó a dejar su cargo en la empresa y ahora lo llevó a otra medida que sorprende al mundo del wrestling.
Vince McMahon va desapareciendo del mapa de WWE
Y es que las críticas, taquilla y consumo mundial que generó WrestleMania XL, desarrollado este 6 y 7 de abril en Philadelphia, parece haber sido la última señal para Vince McMahon y la buena salud que goza WWE desde su partida.
Esto se reflejó en que, según distintos portales especializados en la industria, el ex propietario absoluto habría vendido al nuevo controlador más de 3 millones de acciones a McMahon, tasadas en casi 300 millones de dólares.
Con este movimiento, el creador de este imperio habría bajado del 18% de propiedad a solo un 5%, señal inequívoca que si vien el legado de Vince se mantendrá, su nombre empieza a ser sinónimo de pasado en los pasillos de WWE.