El domingo 8 de agosto, finalizó una nueva edición de los Juegos Olímpicos, donde el Team Chile regresó sin medallas desde Tokio. Una de las grandes cartas de presea para nuestro país fue Arley Méndez, quien tras una frustrada participación, dejó preocupantes declaraciones e incluso anunció un sorpresivo y abrupto retiro. Pero Méndez no fue el único. La estrella mundial de la gimnasia artística, Simone Biles, puso en boga un tema que poco a poco toma mayor relevancia pública; la salud mental, que claramente afecta tanto a personas comunes y corrientes como también a deportistas de alto rendimiento.
Si bien el tema de la salud mental es algo muchas veces tabú, en el mundo del deporte y el alto rendimiento esto es casi impensado, según señalan desde EducaSwitch, organismo promotor de la educación emocional. La renuncia de la joya múltiple medallista en Rio 2016, abrió la puerta a una discusión que se ha dejado de lado y da cuenta de la necesidad de trabajar la educación emocional en diversos ámbitos de la formación humana.
Entrenar sin bienestar
Un estudio realizado por The British Journal of Sport Medicine señaló que un 34% de los atletas activos padece de ansiedad o depresión y que de estos un 19% sufren de alcoholismo. Una cifra dura considerando a que muchas veces esta preparación comienza desde edades muy tempranas en la infancia y que podrían tener consecuencias permanentes en el futuro de las personas
Cristián Almarza, director del programa de educación emocional EducaSwitch, señaló que: "Falta un acompañamiento mucho más sensible, mucho más humano y mucho más empático. Deberíamos ojalá, que más que un resultado específico y una medalla, haya un proceso de disfrute de los avances del día a día, de semana a semana".
No todo lo que brilla es oro
Si bien esta temática pocas veces es abordada por el mundo deportivo, es necesario comprender que esta situación afecta a varios deportistas en el mundo. Solo por mencionar casos relacionados a Tokio 2020 podemos destacar a Naomi Osaka en el Tenis, quien se retiró de Roland Garros por motivos de salud psicológica, y la figura del skateboard Tony Hawk, quién renunció por el mismo motivo a la opción de competir profesionalmente.
En el caso de Chile tenemos a Arley Méndez, quien autosaboteó su participación en la competencia de halterofilia porque no pudo más con la presión que significaba este estilo de vida. El mismo pesista afirmó haber consumido marihuana a propósito, con el fin de recibir la sanción y no ir a la cita de los anillos, noticia que caló hondo y dejó sorprendido al presidente del COCh, Miguel Mujica.
"Las declaraciones de Arley Méndez nos dejan muy sorprendidos, buscar a propósito un doping positivo no es correcto", señaló el mandamás del Comité Olímpico, añadiendo que: "En estos Juegos Olímpicos hemos visto varios ejemplos que nos recuerdan que los deportistas son seres humanos y no siempre pueden rendir al cien por ciento".
Ante esta situación, en EducaSwitch fueron críticos: "Lo que ocurrió con Arley en los Juegos Olímpicos no es muy diferente a lo que pasa en los colegios hoy en día, donde no existe un espacio para trabajar la salud mental de los estudiantes ni de los integrantes de la comunidad educativa y donde solo se espera un resultado".
En esa misma línea, agregaron que: "Si bien las reacciones no fueron las correctas, la primera respuesta como sociedad frente a cualquier caso similar debería ser preocuparnos de la persona, porque más allá del deporte es un ser humano con sentimientos y emociones. En ese sentido, como sociedad tenemos un desafío con desarrollar la empatía", sostuvo Almarza.
Los Juegos Olímpicos de Tokio abrieron el debate sobre la importancia que tiene la salud mental en el deporte y la necesidad de trabajar la educación emocional con los atletas, quienes se ven expuestos a estas duras condiciones desde muy pequeños.
Lamentablemente, el bienestar emocional se va sin una medalla de Tokio 2020, pero abre la oportunidad de visualizar la importancia que tiene la educación emocional en las personas. Algo que debe trabajarse desde la niñez hasta la adultez.