En diálogo con el programa Leyendas de DirecTV, Nicolás Massú recordó un partido contra Andy Roddick en 2003 como uno de los mejores triunfos que obtuvo en su carrera. Además, repasó sus grandes victorias en Atenas y se refirió a su presente como entrenador del austriaco Dominic Thiem.
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Dejando de lado los Juegos Olímpicos, el "Vampiro reconoce que ese duelo ante el estadounidense en el ATP de Madrid, es uno de los que más recuerda: "Hay un partido en el que jugué casi perfecto y que me salió todo. Fue cuando en 2003 enfrenté en Madrid a Andy Roddick, era dos del mundo y venía de ganar cuatro torneos seguidos, y de hecho ese año terminó número uno del mundo. Entonces, en una cancha de carpeta, una superficie donde él jugaba su mejor tenis, ganarle fue importante".
En cuanto al torneo que más disfrutó, señaló: "Buenos Aires por ser el primero y de la manera que fue, porque parte de mi familia estuvo conmigo. Ganar tu primer torneo es una sensación única. Kitzbühel fue inolvidable también con dos partidos en un día".
Acerca de sus preseas doradas en Atenas, afirmó: "Ganar las dos medallas de oro en Atenas fue un sueño hecho realidad. Soy el único tenista con dos medallas de oro en los mismos Juegos Olímpicos, cuando lo pienso realmente veo que es una locura".
Por último, se refirió a su presente junto a su pupilo Dominic Thiem: "Tengo una relación muy buena con Dominic. Es una gran persona y un gran talento. Compite con los tres mejores jugadores de la historia, pero cuando eres número tres del mundo debes aspirar a lo más alto".
"Thiem puede alcanzar el número uno, trabaja para eso. Debemos ir paso a paso. Es un tenista joven aún", remató.