El miércoles, la tiradora de foso olímpico Adriana Ruano hizo historia en París 2024, al ganar la medalla de oro en la especialidad. Una presea inédita en la historia de ese país y que también se celebra por estos lados, pues el sicólogo de la deportista es el chileno Ricardo González.
¿Es oro para Chile? Evidentemente, no. Sin embargo, el profesional hizo una carrera impecable en nuestro país, con los primeros equipos del fútbol masculino y femenino de la Universidad de Concepción, Fernández Vial, también en el básquetbol y en hockey del Biobío.
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Ricardo González, el chileno que festejó un oro olímpico en París 2024
Mientras viajaba en vehículo entre Châteauroux y París, el profesional respondió el llamado para conversar en exclusiva con En Cancha sobre el inmenso logro deportivo de su pupila.
No deja de llamar la atención el camino que recorrido por González, quien está en el primerísimo primer plano del deporte olímpico en la actualidad. “Esto empezó cuando hice mi Master en la Universidad Autónoma de Madrid en 2011/2012. Nos explicaban los profes que el estudio nació con el cupo olímpico de Barcelona 92, cuando los españoles deciden ir por todo por medallas olímpicas y la estrategia fue especializar a las ciencias del deporte, entre ellas a la sicología deportiva. Tuve docentes que nos hablaban de los Juegos Olímpicos y se me abrió el sueño olímpico”.
-Es decir, fue algo que se fue formando en tí...
-Son fechas que marcan mucho. Desde Sidney 2000, con la Selección de Zamorano. Qué decir Atenas 2004, con Massú y González. Y me nació el interés de ir a los Juegos. Mientras estudiaba, coincidió con Londres y, luego, en Río viajé, porque me interesaba mucho estar en un evento de esa índole.
-¿Cómo se hizo el vínculo con Adriana Ruano?
-En pandemia empecé a trabajar de manera remota con atletas que se preparaban para Tokio 2020. Con Bárbara Dichiara, específicamente, de Las Leonas del hockey argentino. Ahí hice el nexo con Adriana, a través de una compañera del Master que era de Guatemala. Yo estaba haciendo un diplomado, en docencia, y la invité a ella a un módulo. Allí me comentó que se estaba preparando para Tokio y comenzamos el trabajo.
-¿Cuál es tu trabajo específico con una deportista de alto rendimiento?
-En el corto plazo, la preparación para París 2024. Trabajamos primeramente para Santiago 2023, donde la conozco en terreno; desde la observación de la conducta deportiva, el acompañamiento en la precompetencia y, en ese caso, consigue el oro y la clasificación a los Juegos Olímpicos. De allí hasta ahora, que se sienta en su máximo nivel. Lo que uno busca es que el deportista se sienta bien en todas sus áreas: técnicamente, que lo ve con su entrenador, Pedro Martín Farisa, y la parte mental, que la ve conmigo. Ella llegó de buena forma a estos juegos, rompiendo su récord deportivo, que eran 118, cuando se metió a la final de la Copa del Mundo, en Doha, Qatar (mayo) y de ahí en adelante, mantuvo una regularidad, entre las 18 mejores del mundo.
-Y la competencia en París fue dura...
-Era ambicioso pensar que podía estar entre las ocho mejores. Ya acá en París, se le ve con una autoconfianza importante. Estaba muy convencida que podía ganar una presea y comienza de muy buena forma: la primera ronda hace un 25/25, en la segunda y la siguiente 24/25. Estuvo muy estrecho; si en Tokio el corte fue de 120, acá fue de 121. En la final, demostró las sensaciones positivas de autoeficacia, autodeterminación, el poder gestionar pensamientos, emociones, nivel de activación ópitimo. El trabajo de tres años y medio viéndolo reflejado ahí, en su máxima expresión. La vi en su peak de rendimiento.
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¿Y los chilenos?
Ricardo González trabaja en el alto rendimiento con deportistas de todas las latitudes. Aparte de Adriana Ruano, bajo su asesoramiento están hockistas de las Leonas, además de la ex volante de Universidad de Concepción Camila Gómez Ares (seleccionada argentina que jugó el Mundial de Australia/Nueva Zelandia), la peruana Daniela Borda en París 2024 (tiro skeet), Paula Valencia (también guatemalteca, pentatlón moderno) y Neeru Dhanda (India, foso olímpico).
¿Y con deportistas chilenos? El sicólogo explica: “No quiero decir que no he trabajado con chilenos. Evidentemente estoy abierto si se da el interés. Nadie es profeta en su tierra ¡Ja! Pero sí he trabajado con deportistas seleccionados a nivel formativos. Algunos jugadores y jugadoras de Hockey, de fútbol. A nivel de Team Chile nunca he recibido el llamado, pero tampoco lo he buscado. Con deportistas internacionales he cumplido el objetivo. Estuve en Tokio de manera virtual y ahora acá en París de manera presencial con Adriana y con Daniela Borda”.
-¿Cómo evalúas el trabajo en la sicología deportiva en el Team Chile?
-Es que no estoy en el Team Chile, entonces, no puedo hablar. Sería caer en algo que no manejo. Lo único que me he enterado a través de colegas es que el Team Chile viajó sin sicólogos deportivos, quedaron con algunas atenciones de forma remota... Claro, yo que estuve de esa manera en Tokio, puedo decir: sí, se puede hacer, pero definitivamente no es lo mismo. Es muchísimo más enriquecedor y potente estar ahí, porque tienes a la atleta, la ves, la observas; al final, no es solo hacer trabajo en cuanto a las variables, es observar los rasgos, las conductas, en este caso, poder descifrar el lenguaje corporal. Ese trabajo se hace en terreno...