Alemania siempre se ha visto como un ejemplo de economía. La denominada “locomotora de Europa” empujó a un continente con innovación, liderazgo y altos estándares de calidad laboral. Sin embargo, en el último tiempo una grave crisis ha afectado al sector automotor, llevándolo a su momento más álgido desde la II Guerra Mundial.
Empresas como Volkswagen, Bosch y extranjeras como Ford anunciaron gigantes recortes de empleos, poniendo en jaque a una economía que siempre se vio fuerte, pero que actualmente no parece encontrar el rumbo frente a la competencia.
Un problema mayúsculo
Según un estudio de la Asociación Alemana de la Industria Automovilística (VDA), en 2035 habrá 186.000 personas menos empleadas en la industria automovilística alemana que en 2019 si continúa la tendencia de los últimos cuatro años, durante los cuales ya se han destruido 46.000 puestos de trabajo. Pero la tendencia no solo continúa, sino que se está acelerando rápidamente.
Un ejemplo de esta situación se vivió hace unos días, cuando Ford anunció planes para el recorte de 4.000 puestos de trabajo en Europa, principalmente en el Reino Unido y Alemania.
“La compañía ha sufrido pérdidas significativas en los últimos años”, dijo Ford en un comunicado, señalando que entre las razones se encuentra “el cambio de la industria hacia los vehículos electrificados y a la nueva competencia”.
Ford indicó que la mayoría de los recortes de empleo se producirían en Alemania. Además, la empresa adelantó que reduciría las horas de trabajo de los empleados en su planta de Colonia, Alemania, donde fabrica los vehículos eléctricos Capri y Explorer.
“Ford lleva más de 100 años presente en Europa. Estamos orgullosos de nuestra nueva gama de productos para Europa y estamos comprometidos con la construcción de un negocio próspero en Europa para las generaciones venideras”, afirmó Dave Johnston, vicepresidente europeo de Transformación y Alianzas de Ford. “Es fundamental adoptar medidas difíciles pero decisivas para garantizar la competitividad futura de Ford en Europa”.
Junto a la marca del óvalo, otra empresa alemana que anunció importantes recortes es Bosch. La compañía de tecnología y servicios dijo que planea reducir la plantilla de su división automotriz en hasta 5.500 empleos en los próximos años.
La compañía mencionó el estancamiento de las ventas globales de automóviles, una capacidad excesiva de fabricación en la industria automotriz en comparación con las perspectivas de ventas y una transición más lenta de lo esperado hacia los vehículos eléctricos controlados por software.
“La industria automotriz tiene importantes sobrecapacidades”, dijo la empresa en un comunicado. “Además, el mercado de tecnologías futuras no se desarrolla como se esperaba originalmente... En este momento, los fabricantes de automóviles posponen o abandonan muchos proyectos en esta área de negocio”.
Todo esto se suma a las preocupantes noticias de hace un par de semanas, donde Volkswagen anunció que por primera vez en su historia cerrará tres fábricas en Alemania, lo que hará perder miles de puestos de trabajo y reducirá los salarios un 10%.
Según difundió la empresa, el consejo de administración del grupo elaboró un plan de ahorro de unos 4.000 millones de euros y para alcanzar ese objetivo se cerrarán al menos tres de las diez plantas que el grupo posee en Alemania, a lo que se sumará el cierre de la fábrica que tiene en Bruselas, Bélgica, donde construye el Audi Q8 e-tron.
Como se ve, un panorama bastante complejo, que las marcas buscarán salvar con ajustes y estrategias más agresivas.