El triunfo de Donald Trump en la elección de Presidente de Estados Unidos se comenzará a sentir en todos los segmentos y uno de los más amenazados será el de la industria automotriz, considerando las declaraciones y la visión que tiene el reelecto mandatario.
Para Trump, una prioridad es la industria local, por lo que potenciará todo lo que sea construido en Estados Unidos, en desmedro de las importaciones de autos que pudiesen llegar desde China o México.
Las propuestas de Trump
Durante la campaña por la presidencia, Donald Trump no escondió su deseo de que los fabricantes instalen y desarrollen sus vehículos en Estados Unidos.
Es más, en una jornada de campaña electoral en Georgia hace poco más de un mes, el republicano comentó “quiero que las compañías automotrices alemanas se conviertan en compañías automotrices estadounidenses”.
Las palabras de Trump apuntaban a que, si llegaba a ser presidente, cualquier fabricante de automóviles extranjero que aumentará la producción en Estados Unidos, tendría impuestos y costos de energía más bajos, además de “aranceles muy sustanciales” para vehículos no fabricados en el país.
Uno de los fabricantes que salió al paso antes de que se conociera la victoria de Trump fue Honda, firma que importa aproximadamente 160 mil autos de México a Estados Unidos cada año.
Según el vicepresidente ejecutivo de Honda, Shinji Aoyama, “si se les aplicaran aranceles, eso tendría un gran impacto. No sólo Honda, sino también General Motors, Ford y otros fabricantes de automóviles japoneses”.
Otro aspecto que podría cambiar respecto del camino que había tomado el saliente presidente Joe Biden es el relacionado con los vehículos eléctricos.
Durante la campaña, Trump prometió reducir los subsidios a los vehículos eléctricos, una inversión clave de Biden para fomentar esta tecnología.
“Hemos visto lo que sucedió en Alemania cuando se eliminaron los subsidios: las ventas de vehículos eléctricos se desplomaron”, comentó sobre este tema McElroy, presidente de Blue Sky Productions, que creó Autoline Network, que proporciona noticias y análisis de la industria automotriz, agregando que”creo que podríamos ver lo mismo aquí [en Estados Unidos], lo que afectaría no solo a las marcas alemanas, sino a cualquiera que se dedique a los vehículos eléctricos”.
Sobre el avance de la industria china, Trump también mostró una postura fuerte, precisando que pretende ajustar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) con el objetivo de restringir la comercialización de autos chino en territorio estadounidense.
“Notificaré formalmente a México y Canadá mi intención de invocar la cláusula de renegociación a los seis años del acuerdo”, dijo hace unas semanas Trump en el Detroit Economic Club.
Trump comentó en la plataforma que los fabricantes chinos están construyendo plantas en México y aprovechando las condiciones del T-MEC para introducir buena cantidad de vehículos a Estados Unidos, por lo que un ajuste en el tratado de libre comercio y la integración de nuevas condiciones en la política fiscal son necesarios para revertir la situación.