A pesar de las precauciones existentes en las estaciones de servicio, cada año se registran numerosos casos de conductores que, por descuido o confusión, cargan gasolina a un vehículo diésel o viceversa. Aunque ambos errores pueden causar daños considerables, las consecuencias son distintas en cada caso.
Al cargar con gasolina un auto diésel, o diésel a un gasolina, lo más importante es no encender el vehículo y, mucho menos, intentar moverlo. Esto evita que el combustible incorrecto ingrese al sistema de alimentación, lo que podría causar daños graves a sus componentes.
Para conocer los problemas que pueden ocurrir, Bosch, empresa alemana con más de 100 años de experiencia en el mercado, explica los principales riesgos de esta confusión y qué hacer en cada caso.
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¿Qué ocurre si se incorpora gasolina a un motor diésel?
Los motores diésel poseen capacidades técnicas que exigen al máximo las características de los combustibles. Las altas temperaturas, las presiones extremas y el cumplimiento de estrictos estándares de emisiones son parte de estos desafíos. Estas condiciones pueden generar diversos efectos, entre ellos:
- Daños en el motor: La gasolina no está diseñada para combustionar en un motor diésel. Su uso puede provocar autoencendidos y someter las capacidades mecánicas del motor a esfuerzos extremos, lo que podría ocasionar daños irreparables. Además, componentes clave como los inyectores y la bomba de inyección pueden verse gravemente afectados debido a la falta de lubricación. Mientras que el diésel posee propiedades lubricantes que protegen las piezas del motor, la gasolina carece de estas características, lo que incrementa el desgaste prematuro de las partes internas.
- Pérdida de potencia y rendimiento: La introducción de gasolina en un motor diésel puede causar una significativa pérdida de potencia y eficiencia. En casos graves, el motor podría detenerse por completo si una cantidad suficiente de gasolina ingresa al sistema, impidiendo su correcto funcionamiento.
- Emisiones contaminantes: La combustión de gasolina en un motor diésel genera emisiones de gases tóxicos que dañan el medio ambiente.
- Reparaciones costosas: Arreglar los daños causados por el combustible equivocado puede ser extremadamente costoso, llegando incluso a requerir la sustitución completa del motor.
¿Qué ocurre si se echa diésel a un motor a gasolina?
- Dificultad para arrancar: La diferencia en la viscosidad y composición química entre el diésel y la gasolina puede dificultar el encendido del motor. Esto se debe a que el sistema de encendido de un motor diésel no está diseñado para manejar gasolina, ya que no se generan la presión ni la temperatura necesarias para la combustión adecuada.
- Daños en el catalizador: Si el motor arranca, el diésel puede dañar el catalizador y otros componentes del sistema de escape.
- Contaminación de los componentes del motor: El diésel puede obstruir los inyectores y las válvulas, lo que puede provocar fallos en el motor.
Samuel Novoa, entrenador técnico comercial de Bosch, entrega algunas recomendaciones para evitar este error:
- Verifica el tipo de combustible: Antes de llenar el tanque, revisa cuidadosamente el tipo de combustible que requiere tu vehículo. Esta información suele estar indicada en la tapa del tanque o en el manual del propietario. Si tienes dudas, consulta al encargado de la estación de servicio antes de proceder con la carga.
- Etiquetas o recordatorios: Si tienes un vehículo que requiere un tipo de combustible menos común, considera poner una etiqueta o recordatorio visible en el tablero o en la tapa del tanque.
- Educa a otros conductores: Si compartes tu vehículo con familiares o amigos, asegúrate de que también sepan qué tipo de combustible debe utilizarse. Esto es especialmente importante si hay varios conductores.
- Ten un plan de acción: Si alguna vez te encuentras en una situación en la que has puesto el combustible incorrecto, ten un plan. Conoce a quién llamar o a dónde ir para solucionar el problema rápidamente.
- Si accidentalmente suministras gasolina en un motor diésel: Lo mejor es no encender el motor y contactar a un mecánico o centro de servicio para que drene el combustible incorrecto y limpie el sistema. Ignorar el problema puede llevar a reparaciones costosas.
- Informa al personal de la estación de servicio: Si te das cuenta del error en la estación de servicio, informa al personal. Ellos pueden tener experiencia en manejar este tipo de situaciones y ofrecerte ayuda.