En pleno verano, con las altas temperaturas que caracterizan a muchas ciudades de Chile, es común ver a conductores usando sandalias o simplemente descalzos mientras manejan.
Esta práctica, que parece inocente o incluso cómoda, puede ser más peligrosa de lo que parece. Además, podría derivar en una multa si es que Carabineros estima que no cumple con la norma.
Más comodidad no es más seguridad
Hace un par de años, la actriz Josefina Montané comentó en una entrevista que un día estuvo muy cerca de ser infraccionada por manejar descalza. Había salido de un día de grabaciones y al subirse al auto optó por sacarse los tacos.
Rumbo a su casa, fue fiscalizada y al bajar del vehículo lo hizo sin zapatos. Por suerte para ella, el carabinero que la fiscalizó no cursó el parte, aunque pudo haberlo hecho.
Manejar sin zapatos es algo más habitual de lo que se piensa. Hace algún tiempo, una encuesta realizada por Automóvil Club de Chile a 450 conductores reveló que entre el 17% y el 19% admitió manejar sin zapatos, especialmente en vacaciones.
Pero manejar descalzos o con sandalias tiene una serie de riesgos que muchos pasan por alto:
- Falta de control y seguridad Las sandalias, al estar abiertas y, generalmente, tener menos sujeción en el pie, reducen la capacidad de control sobre los pedales del automóvil. Este tipo de calzado no garantiza que el pie permanezca en una posición fija y, por lo tanto, el conductor podría tener dificultades al presionar el acelerador, el freno o el embrague (en el caso de vehículos manuales). Incluso, en situaciones de emergencia, la falta de control preciso sobre los pedales podría hacer que el conductor no responda con la agilidad necesaria. Ni hablar los que regresan de la playa con arena en los pies, ya que en esas situaciones es aún más bajo el control sobre los pedales.
- Riesgo de lesiones Cuando el conductor usa sandalias, hay una mayor posibilidad de que el pie se deslice fuera del pedal o que los dedos queden atrapados entre el pedal y otros componentes del vehículo. En una maniobra brusca o al intentar frenar con rapidez, el pie podría quedar atrapado o mal posicionado, lo que aumenta las probabilidades de sufrir una lesión, tanto en el pie como en los otros ocupantes del vehículo. En el caso de los pies descalzos, el peligro está en los dedos y es posible que al pasar de un pedal al otro se produzca una fractura, lo que conlleva un dolor tan fuerte que hará perder la concentración en la ruta.
- Distracción El calzado inapropiado puede también generar incomodidad, lo que distrae al conductor y lo desvía de su atención al tráfico. Esto se suma al riesgo inherente de manejar de forma distraída, un factor que contribuye significativamente a los accidentes de tránsito. Para evitar esto, se recomienda tener un par de zapatos o zapatillas cómodas en el auto si es que uno estará con sandalias.
¿Qué dice la ley en Chile?
En cuanto a la normativa legal, la ley chilena no prohíbe explícitamente el uso de sandalias mientras se maneja, pero sí establece que el conductor debe estar en “condiciones de conducir”. Esto implica que no debe haber factores que puedan poner en peligro la seguridad del conductor, los ocupantes o el resto de los usuarios de la vía.
El Código Penal de Chile, en su artículo 184, establece que los conductores deben conducir con “precaución” y “sin estar impedidos de maniobrar adecuadamente”. En este sentido, el uso de un calzado inadecuado, que limite el control sobre el vehículo, podría considerarse como una infracción si se demuestra que el tipo de calzado fue un factor en la ocurrencia de un accidente o infracción.
Por otro lado, la Ley de Tránsito chilena también menciona en su artículo 4, que los conductores deben tener “el dominio y control del vehículo” en todo momento. En este contexto, el uso de sandalias podría ser interpretado como una violación indirecta de este principio si se demuestra que no permiten un manejo seguro del automóvil.
El calzado adecuado para manejar
Para garantizar un manejo seguro, los expertos en seguridad vial recomiendan el uso de calzado cerrado, que brinde sujeción y control completo sobre los pedales.
Los zapatos de tacón bajo, zapatillas deportivas o zapatos cerrados con una buena suela antideslizante son opciones ideales.
Este tipo de calzado garantiza estabilidad, comodidad y seguridad, permitiendo que el conductor tenga un control adecuado de los pedales.