Un preocupante estudio dio a conocer Automóvil Club de Chile. El organismo de seguridad elaboró un informe para conocer el nivel de transgresión y la percepción de los peligros que tienen los conductores en sus desplazamientos diarios por la ciudad. Y los resultados son alarmantes.
Según el estudio de seguridad vial, los chilenos son pésimos conductores, además de peligrosos y temerarios, puesto que no sólo cometen delitos, como manejar con alcohol, sino que además reconocen no cumplir las normas del tránsito.
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Los datos del estudio
- el 56% de los conductores reconocen cometer una o más infracciones de tránsito al día
- el 71% admitió transitar a exceso de velocidad por la ciudad si tienen certezas que no hay fiscalización
- el 20% consideró que no es grave conducir un vehículo con alcohol
- el 35% justificó el uso de teléfonos detrás del volante en ciertas situaciones.
- sólo el 45% trata de respetar la Ley del Tránsito en todo momento.
La encuesta fue realizada a 500 automovilistas de diferentes comunas urbanas del Gran Santiago, quienes reconocieron que la escasa fiscalización provoca acciones no acordes a lo que exige la seguridad vial.
Según las respuestas de los encuestados:
- el 25% de los usuarios está dispuesto a pasar una luz roja
- el 36% de los usuarios está dispuesto a pasar una luz roja si tiene certeza de que no exista fiscalización
- el 41% de los encuestados desconoce la manera en que hay actuar ante una luz amarilla del semáforo.
- el 24% sostuvo que no es una actitud peligrosa detenerse frente a una señal de ceda el paso
- el 10% sostuvo que no es una actitud peligrosa detenerse ante la presencia de las señales de disco pare.
La medición también reveló que la mayoría de los conductores está dispuesto a saltarse leyes de tránsito fundamentales para evitar siniestros de tránsito:
- el 71% de los automovilistas está dispuesto a conducir a exceso de velocidad en zonas urbanas
- el 67% está dispuesto a estacionarse en un lugar prohibido
- el 31% está dispuesto a transitar en carriles exclusivos del transporte público si no hay fiscalización visible en el lugar
- el 19% reconoció estar dispuesto a manejar después de ingerir un medicamento que cause sopor o sueño
- el 10% se manifestó favorable a conducir después de haber consumido marihuana
- el 4% se manifestó favorable a subirse al auto tras haber consumido cocaína y/o anfetaminas
Tras darse a conocer estos resultados, Alberto Escobar, director de Movilidad de Automóvil Club, dijo que “las autoridades en Chile no pueden seguir llamando al autocuidado para frenar los siniestros viales, eso no es una política pública y jamás lo será. Ya se comprobó que los chilenos no están dispuestos a modificar su comportamiento vial y lo que falta es una mayor decisión del Estado para proteger a las personas. Estamos en presencia de conductores de bajísima calidad, ante analfabetos viales, que son incapaces de cuidarse y menos de proteger a terceros, y por lo tanto, quien esté gobernando no puede desentenderse de esta brutal realidad”.
Sobre las acciones a seguir por el Estado, Escobar agregó que “hace más de un año y medio que está aprobada la fiscalización electrónica, la famosa Ley Cati, y es vergonzoso que aún no tengamos ingresado el total del reglamento. Aquí falta mayor voluntad política e interés genuino por querer bajar los fallecidos y heridos, y es por eso jamás se han diseñado controles serios, efectivos y permanentes en el tiempo que morigeren el actuar de los conductores refractarios a la norma. Es bien simple, la fiscalización representa el 70% de la solución. Chile nunca ha tenido una política de seguridad vial coherente y visible para la ciudadanía, y mientras sigamos naturalizando continuarán falleciendo cinco chilenos al día por esta causa”.