El tema de la transformación completa de la industria automotriz hacia los autos eléctricos sigue sumando protagonistas que prefieren poner pausa. O marcha atrás, tal como acaba de anunciar Lotus.
La compañía de autos deportivos informó en una entrevista en Wall Street Journal que la tecnología de sus vehículos será la mejor posible, incluyendo a los motores de combustión interna.
El camino de Lotus
Lotus fue adquirida por el Grupo Geely hace un par de años. Es el mismo conglomerado dueño de la marca Lynk & Co que acaba de estrenarse en Chile.
En aquel momento, se habló del camino “sin retorno” hacia la electrificación, incluso se dijo que el Emira sería el último auto con motor de combustión interna. Seguramente Colin Chapman no hubiese estado feliz.
Pero lo cierto es que los deportivos están sufriendo con la completa electrificación y marcas como Porsche trabajan en el desarrollo de combustibles sintéticos que permiten alargar la vida útil de sus autos.
Lotus entra en este mismo camino. Según indicó su CEO, Feng Qunfeng, en declaraciones al diario Wall Street Journal.
En la publicación, el ejecutivo señaló que apostarán por “la mejor tecnología posible, sea gasolina pura, eléctricos, híbridos o de rango extendido”. De paso, agregó que los autos de combustión interna todavía tienen larga vida.
Cabe señalar que los números no han acompañado a Lotus en el último tiempo. La compañía ha vendido cerca de 7.500 unidades en 2024, con pérdidas operativas de 418 millones de euros en el primer semestre del año.
A eso se suma que la mayoría de los clientes de Lotus recorren en promedio unos 30.000 kilómetros al año, por lo que la ventaja de los eléctricos disminuye ostensiblemente para los usuarios.