Columna de Guarello: Entonces qué…

“En Colo Colo, la palabra autocrítica no existe... todo obedece a factores externos”.

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En Colo Colo la palabra autocrítica no existe. La derrota, la mala campaña, la eliminación de las copas, el armado fallido del plantel, la expulsión correcta de Bryan Cortés, los insultos descarados de Maximiliano Falcón al guardalíneas… todas obedecen a factores externos, ora hijos del mero azar, ora producto de malas prácticas o incompetencia de los árbitros, ora destino escrito en el contexto macro del bajo momento internacional del fútbol chileno.

Siempre hubo demasiado calor, o frío, o mala cancha, o muy húmeda, o dejaron jugar mucho, o muy poco.

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Pero el equipo nunca juega mal y el técnico jamás se equivoca.

Da lo mismo que el plantel de Cobresal sea en un 80% conformado por jugadores del ascenso chileno, la B argentina y hasta el Federal argentino. Que Colo Colo traiga al centrodelantero de Independiente y al defensa central de Vélez Sarsfield para fracasar estrepitosamente, y el líder a diez puntos se tenga que conformar con el volante de Almagro y el puntero derecho de Racing de Córdoba.

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No son factores a considerar. Nunca. Alguna vez Gustavo Quinteros dijo “El tiempo siempre me da la razón”. Y ayer Alfredo Stöhwing se mandó una de antología “No se puede salir campeón todos los años”. Cierto.

La verdad de la milanesa está en otro lado, uno inaccesible para el espectador. No miren para el camarín. Todo se ha hecho perfecto. Ahí corre la bula de infalibilidad papal.

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El tiempo le dará la razón. Y si no lo hace, el tiempo estará equivocado pues.

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