Un canadiense instaló a Marruecos en cuartos de final del Mundial Qatar 2022. Así como lo lee. Yassine Bounou, portero del combinado africano, fue la gran figura ante España, haciéndose fuerte en la tanda de penales y provocando la gran sorpresa de esta cita planetaria.
El guardameta atajó dos de los tres lanzamientos hispanos, y junto a Achraf Hakimi se convirtió en la cara visible de esta sorprendente selección.
Nacido en Montreal, Canadá, se mudó a Marruecos, país originario de sus padres, para comenzar a dar sus primeros pasos en el fútbol. Allí ingresó a las inferiores del Wydad de Casablanca, club con el que debutó profesionalmente el 2010. No obstante, su nombre comenzó a ganar notoriedad continental cuando decidió cruzar a España, donde el Atlético Madrid B lo esperaba para ponerlo a prueba en un ambiente más exigente.
Yassine Bounou: conoce a la perfección a los españoles
Pese a que no logró afianzarse de inmediato en el equipo "colchonero", no perdió los ánimos. Se fue transferido al Real Zaragoza, que estaba en la Segunda División, y allí sí que agarró continuidad: en dos años jugó 38 partidos y sus condiciones ya estaban siendo vistas por todos.
Sus grandes actuaciones lo llevaron al Girona, que estaba armando un equipo para subir a La Liga el 2016. Con él como figura, lo hizo, y los dos años siguientes experimentó el rigor de la Primera División española.
Ya totalmente consolidado, llegó el gran llamado: el Sevilla lo contactó para sumarlo a sus filas, y allí se ha mantenido desde el 2019, logrando la consagración internacional al ganar la UEFA Europa League.
Hoy los españoles, que por toda una década han visto al arquero que apodaron "Bono" -para no complicarse la vida- destacar en sus tierras, lo sufren en carne propia a cientos de kilómetros, allí en el Medio Oriente, donde le dijeron adiós al Mundial Qatar 2022.