Conmoción ha provocado en la Premier League el caso de un destacado jugador (todavía anónimo) que ha entrado en un programa de rehabilitación por su adicción al gas de la risa, convirtiéndose así en el primer futbolista de su categoría en tomar esta medida.
Este suceso ha generado preocupación en el ámbito del fútbol profesional en Inglaterra, ya que se teme que pueda no ser un caso aislado. Se revela que el óxido nitroso, también conocido como “hippy crack”, está siendo utilizado por varios jugadores, a pesar de que recientes cambios legales lo han clasificado como una droga de Clase C, lo que implica un control más estricto sobre su distribución y consumo.
La identidad del deportista en rehabilitación no ha sido divulgada. Su ingreso al programa ocurrió después de que la policía detuviera un vehículo en el que se encontraba, descubriendo múltiples tubos de gas de la risa en el interior del automóvil. Aunque este incidente no resultó en acciones legales directas debido a la dificultad para determinar la propiedad de las sustancias encontradas, la familia del jugador solicitó ayuda al club ante la gravedad del problema.
Una fuente anónima, citada por el periódico The Sun, informó que la familia del futbolista intervino y buscó ayuda profesional para su recuperación, destacando la seriedad del proceso al que está siendo sometido, equiparable al tratamiento para otras adicciones como las relacionadas con el alcohol o las drogas.
Este caso subraya la preocupante popularidad del óxido nitroso entre los futbolistas de élite, con varios incidentes previos protagonizados por figuras de la Premier League. Aunque estos episodios ocurrieron antes de que la sustancia fuera reclasificada, evidencian una tendencia alarmante en el mundo del fútbol de alto nivel.
De hecho, en el pasado varios futbolistas se vieron consumiendo el “hippy crack” en público. Kyle Walker, Jack Grealish, Leon Bailey, Raheem Sterling, Mesut Ozil, Pierre-Emerick Aubameyang, Alexandre Lacazette, Matteo Guendouzi y Dele Alli, son algunos de ellos.
De todos modos, es importante mencionar que, según el periódico británico, ninguno de los jugadores previamente vinculados con el gas de la risa es quien está actualmente en rehabilitación.
La polémica del gas de la risa en Inglaterra
Los riesgos asociados con el uso prolongado del óxido nitroso son graves e incluyen consecuencias potencialmente mortales, como se ilustra con el trágico fallecimiento de Kayleigh Burns, de 16 años. Además, pueden surgir problemas como ataques cardíacos, derrames cerebrales, daño cerebral, depresión, pérdida de memoria, incontinencia, alucinaciones y daño a los nervios.