Fin a los rumores y trascendidos, Xavi Hernández respetará su contrato y continuará al mando de la banca en el Barcelona. Tras haber haber declarado un tiempo atrás que evaluaría la posibilidad de seguir vinculado al elenco blaugrana, luego de las reuniones con Joan Laporta finalmente el ídolo catalán permanecerá y esta mañana fue oficializado en conferencia de prensa.
En la reunión con los medios, el estratega atendió las preguntas de la prensa junto a Laporta para esclarecer la situación y ponerle un punto final a los rumores que incluso ya postulaban a entrenadores como Roberto de Zerbi o Hansi Flick para suplir la salida de Xavi.
Xavi: “Este proyecto no debe finalizar”
“Siempre intento hacer lo mejor para el club. Este proyecto no debe finalizar aunque esta temporada seguramente no consigamos títulos. Es un proyecto ganador”, comenzó señalando el entrenador, haciendo alusión a su eliminación de Champions y derrota en el clásico español en solo una semana.
Además, el mismo Xavi confirmó los motivos de por qué se arrepintió en su decisión: “Creía en su momento que lo mejor para el club era irme, pero las circunstancias han cambiado y ahora pienso que lo mejor para el Barça es seguir. El proyecto no está acabado, creo que puede ser ganador aunque lo ha sido al inicio”.
Una vez traspasado el micrófono a Joan Laporta, el mandamás del cuadro culé dijo que la decisión de mantener al entrenador fue tomada en conjunto y de manera unánime por la junta directiva. Y en seguida, luego de confirmar que el estratega seguiría al mando, se emocionó hasta las lágrimas y añadió: “El barcelonismo puede estar orgulloso del entrenador que tenemos”. Siendo abrazado inmediatamente por Xavi y sellando un momento que dio la vuelta al mundo.
Revisa acá el momento de Laporta y Xavi
Lo que queda para Barcelona en la temporada
Después de caer en Champions con PSG, los dirigidos por Xavi sólo compiten en La Liga española, sin embargo, al perder con el Real Madrid en el Santiago Bernabeu el equipo catalán quedó a 11 de puntos de los Merengues, lo que hace muy difícil de alcanzar durante sus pretensiones en el final de la campaña.