10 minutos se demoró el partido entre Talleres de Córdoba y Cobresal en tener la primera gran polémica. Todo ocurrió en el área del equipo argentino, donde Federico Navarro tocó el balón con la mano tras un cabezazo de su compañero y desató la locura en la banca minera que pedía penal.
Los reclamos no sirvieron: ni el árbitro ni el VAR decidieron cobrar la pena máxima y todo siguió igual en Copa Libertadores, con el marcador momentáneamente a cero.