Los hinchas de Colo Colo no se han puesto de acuerdo en el estatus de Maximiliano Falcón. Algunos alaban su fiereza y no dudan en calificarlo como pilar del plantel que comanda Gustavo Quinteros, mientras otros ven sus ripios con preocupación.
Entre los críticos seguramente figura el técnico del Cacique, Gustavo Quinteros, quien sufrió nuevamente por el defensor uruguayo, esta vez en la visita al Monagas de Venezuela por la cuarta fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Tras el empate de Marcos Bolados, el campeón chileno buscó el gol del triunfo en los descuentos, pero vino una mala salida de Peluca, la expulsión de Fernando de Paul, y la chance dilapidada.
El arquero no podrá estar en la visita a Boca Juniors y tampoco Falcón, que quedó suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. Ante el conjunto xeneize en el Monumental, el charrúa ya había dejado un mal recuerdo por el error que permitió el segundo gol de los argentinos, Y en 2023 acumula dos expulsiones en el Campeonato Nacional, contra Curicó (0-1) y Everton (1-1 en Macul).
De esta manera, el panorama de Falcón aparece cuesta arriba. Quinteros ya ha reprochado públicamente a su defensor, pero las bajas por lesión de jugadores como Emiliano Amor, Matías de los Santos y Ramiro González le han permitido mantenerse a flote en el equipo. Una situación que hoy queda en entredicho, de cara al duelo con el que concluirá el semestre, el 29 de junio contra Deportivo Pereira.
Un escenario poco optimista para Peluca, que en días anteriores había puesto en duda su continuidad en Colo Colo para el segundo semestre producto de un supuesto interés del fútbol mexicano. Una intención que sumará bonos si se suma a los yerros recientes y a la paciencia del entrenador, que va llegando al límite.