El Girona español tuvo su estreno oficial en la Champions League este miércoles, ante el poderoso PSG en el Parque de los Príncipes de la capital francesa.
Y todo iba perfecto para los catalanes. 0-0 hasta el minuto 90, cuando vino la desgracia para el portero Paulo Gazzaniga. Lo había tapado todo, era figuraza, pero una pelota fácil terminó por escabullírsele y el partido terminó 1-0 para el local. Un autogol de pura mala suerte...