El nuevo triunfo de Real Madrid, que mantiene su sana costumbre de triunfar en la Champions League y sumó su 15 trofeo en el fútbol europeo tiene como tradición una masiva celebración en la plaza Cibeles, lugar elegido por los madridistas para reconocer a sus jugadores y esta vez no fue la excepción.
Con Antonio Rudiger como líder de los festejos, el equipo de Carlo Ancelotti disfrutó como si fuera la primera vez lo conseguido en Wembley, donde derrotó por 2-0 al Borussia Dortumund, y logra así seguir ampliando su domingo como el gran rey de Europa.
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